Tristeza después del parto

¿Por qué me siento triste si acabo de tener un bebé?

Muchas mujeres sienten altibajos emocionales y ganas de llorar los primeros días después de dar a luz. Traer un bebé al mundo es una experiencia maravillosa y agotadora al mismo tiempo. Es algo que te llena de alegría a la vez que te pone a prueba como jamás lo podrías imaginar.

Puede ser que te sientas exhausta, preocupada, desdichada o atrapada, y que te encuentres llorando por cosas que antes ni siquiera te molestaban. Podrías notar cambios en tu apetito y tal vez te cueste dormir bien. Quizás también te sientas irritable, nerviosa, preocupada por si serás una buena mamá e incluso asustada de que tu vida jamás volverá a ser como antes.

Pero quédate tranquila: todos estos sentimientos, conocidos como tristeza posparto o baby blues, son normales durante las primeras semanas después del parto, y los experimentan entre el 40 y el 80% de todas las madres.

¿Cuáles son las causas de la tristeza posparto?

La tristeza posparto puede derivar de cambios físicos, factores emocionales o una combinación de ambos. Después del parto el cuerpo cambia muy rápidamente. Los niveles hormonales bajan, la leche sube y es posible que los pechos se inflamen y que, además, te sientas exhausta. Estas realidades físicas pueden desencadenar sentimientos de desánimo y melancolía.

Emocionalmente, podrías sentirte nerviosa o ansiosa por el bienestar del bebé y la transición a la maternidad, o puede ser que te cueste ajustarte a la nueva rutina. Las nuevas responsabilidades pueden abrumarte.

¿Qué puedo hacer para sentirme mejor?

Normalmente la tristeza posparto desaparece por sí sola en un par de semanas. Mientras tanto, el descanso y el apoyo de tu familia y de tus amigos serán fundamentales para que te sientas mejor.

Y aunque te estás ajustando a la nueva realidad de tener que cuidar de las necesidades de un bebé tan pequeñito, es importante que cuides también de ti misma. Por supuesto que no es una tarea fácil, por eso no dudes en solicitar ayuda.

La falta de sueño puede hacer que te sientas peor, por eso es importante que intentes descansar siempre que puedas. Incluso una breve siesta de diez minutos te puede hacer sentir mucho mejor.

Procura hacer también un poco de ejercicio todos los días. Algo tan sencillo como caminar unos minutos al aire libre tendrá efectos muy positivos en tu estado de ánimo. (Si tuviste una cesárea o sientes que aún no te has recuperado del parto, habla primero con tu médico.)

Apóyate en tus seres queridos. Comparte con tu pareja lo que estás sintiendo y dile qué es lo que piensas que te ayudaría. Una amiga o un familiar de confianza no solo te ofrecerá apoyo emocional sino que seguramente te querrá ayudar con el bebé y los quehaceres de la casa.

También podrías consolarte con otras mamás que acaban de dar a luz. Pregunta en el hospital donde acabas de dar a luz si hay grupos de madres en tu localidad donde puedas buscar apoyo emocional. En la comunidad de BabyCenter también encontrarás a muchas mamás solidarias que te ayudarán a superar las dificultades de esta fase.

¿Cómo sabré si tengo depresión posparto?

A menudo se confunde la tristeza con la depresión posparto porque tienen muchos síntomas en común. Sin embargo, mientras que la tristeza posparto disminuye con el tiempo, la depresión posparto se vuelve más intensa y persistente, y debe ser tratada lo más pronto posible. ¿Y cómo sabrás cuál de las dos tienes?

Puedes hacerte nuestro test de depresión para saber si tienes los síntomas de depresión posparto. 

Durante las dos primeras semanas después del parto, debes esperar algún tipo de trastorno emocional. Pero si continúas sintiéndote así por más de dos semanas después de haber dado a luz, debes llamar a tu doctor para buscar ayuda profesional. Llama antes si tienes mucha ansiedad o antecedentes familiares de depresión.

Y si cruzan por tu mente pensamientos de hacerte daño a ti misma o a tu bebé, busca ayuda profesional inmediatamente.

Qué hacer cuando alguien que conoces se siente triste después del parto

Lo mejor que pueden hacer los esposos o compañeros, familiares y amigos es asegurarle a la nueva mamá que está bien que se sienta así, y que muchas mujeres sienten lo mismo después de tener un bebé. Recuerda que probablemente se sienta exhausta e insegura, y si se trata de su primer hijo, ser mamá es algo completamente nuevo para ella. ¡No es de sorprender que se sienta tan abrumada!

Simplemente escúchala, ayuda con lo que puedas y ofrécele apoyo emocional. Anímala a que llore, si lo necesita. Dile lo maravillosamente bien que está haciendo su papel. Mantén las visitas al mínimo. Contesta el teléfono por ella y dile que la casa no tiene que estar perfecta ahora, que lo más importante es que descanse y se sienta bien. Ayúdala con las tareas de la casa y a establecer prioridades. Hay cosas que hay que hacer todos los días, pero hay otras que pueden esperar.

En nuestra cultura es muy tradicional que las mamás que acaban de dar a luz pasen por el periodo de la cuarentena, en que la mamá de la parturienta, la suegra o bien otra persona, cuida de ella para darle tiempo a descansar y permitir que se concentre en el bebé.

Pero a veces la mamá no tiene cerca a sus familiares o a personas que podrían cuidarla, o no tiene el tipo de vida que se presta a esta sabia tradición. Por eso es importante que la pareja o familiar que esté junto a la mamá insista en que ella se tome tiempo para cuidarse y que descanse lo más posible. Ofrécete a cuidar del bebé mientras ella duerme una siesta.

Ayúdala a crear una lista de prioridades. Anota las cosas que se tienen que hacer ahora y las cosas que pueden esperar, y échale una mano con las responsabilidades diarias, como cocinar y lavar la ropa.

Y por encima de todo déjale saber que estás allí para apoyarla en todo momento.