Eczema en bebés

© Dr. P. Marazzi/Science Source
Dr. P. Marazzi/Science Source

¿Qué es el eczema?

El eczema (también llamado dermatitis atópica) es un sarpullido en la piel, que la mayoría de las veces aflora en algún momento durante los primeros cinco años de vida de un niño.

El eczema en los bebés aparece por lo general en las mejillas o el cuero cabelludo, aunque puede extenderse a sus brazos, piernas, pecho u otras partes del cuerpo.

Síntomas del eczema

Alrededor del 20 por ciento de los bebés y niños pequeños tiene eczema. Suele manifestarse en la primera infancia: el 65 por ciento de los pacientes desarrollan síntomas en el primer año de vida, y el 90 por ciento manifiestan síntomas antes de los 5 años.
Copyright © de la foto Chris Priest/Photo Researchers, Inc.


La erupción podría manifestarse como piel seca, gruesa y escamosa o podría consistir en granitos rojos muy pequeños, que pueden producir ampollas, supurar o infectarse si se los rasca. El rascarse puede provocar costras, oscurecimiento en la piel así como cicatrices a largo plazo.

Por lo regular el eczema aparece y desaparece. No es contagioso, pero como produce una comezón intensa, puede ser bastante incómodo. Rascarse por lo tanto puede convertirse en un problema. Si no se trata esta condición, el sarpullido puede verse un poco mal.

El doctor puede diagnosticar eczema al examinar la piel de tu bebé. Es posible que te refiera a un dermatólogo para confirmar el diagnóstico y para que le proporcione el tratamiento adecuado.

Es imposible saber de antemano si el eczema de tu niño se erradicará para siempre. Afortunadamente, la afección por lo general se vuelve menos intensa con la edad. En muchos niños, el eczema desaparece antes de los 2 años de edad, y en otros persiste hasta la edad adulta.

¿Qué causa el eczema?

Si bien no se sabe con certeza cuál es la causa, lo que sí se sabe es que el eczema suele ser hereditario. Por ello, es más probable que tu bebé lo tenga si tú o algún otro miembro cercano de tu familia han tenido alguna vez eczema, asma o alergias.

El eczema no es una reacción alérgica a algo, pero pueden provocarlo los alérgenos o agentes irritantes presentes en el entorno de tu bebé (tales como el polen o el humo del cigarro). Aunque el impacto es menor, la alimentación de tu niño también puede causar eczema. Incluso tu propia dieta, si lo estás amamantando.

El calor, los agentes irritantes que entran en contacto con la piel del bebé (como la lana o las sustancias químicas que tienen algunos jabones, lociones o detergentes), los cambios de temperatura y la piel seca también pueden agravar el eczema. El estrés también puede provocar un brote de eczema.

¿Qué puedo hacer para tratar el eczema de mi bebé?

Un buen cuidado de su piel es crucial. A continuación te ofrecemos algunos consejos:

Cuidado de la piel
  • Baños y lociones hidratantes
Pregunta al médico cuántas veces debes bañar a tu bebé. Muchos especialistas creen que el baño diario puede ser beneficioso para los bebés con eczema. Pero evita el agua muy caliente porque deshidrata la piel con más rapidez que el agua tibia.

Usa jabones suaves, y lávale el cuerpo y la cabeza cuando estés por terminar de bañarlo para evitar que esté sentado en agua enjabonada. Una vez que lo saques de la bañera, sécale la piel suavemente con la toalla, sin frotársela.

Luego, mientras su piel está aún húmeda, ponle de inmediato productos hidratantes o emolientes en abundancia: una pomada, crema o loción que "selle" la propia humedad del cuerpo en la piel de tu bebé. Las pomadas y cremas contienen más emoliente y menos agua que las lociones, así que son por lo general, la mejor opción para pequeños con eczema.

"Yo recomiendo cremas emolientes para niños de todas las edades", comenta Michael Smith, profesor asociado de medicina y pediatría en la división de dermatología del Centro Médico Vanderbilt en Nashville, en Texas. El experto recomienda que, al aplicar el emoliente por primera vez, lo hagas por un corto periodo de tiempo, para asegurarte de que no irrite la piel de tu bebé.

Smith indica que el tratamiento más efectivo para tratar el eczema es hidratar y lubricar la piel al mismo tiempo, aplicando una crema emoliente en la piel húmeda. La solución emoliente no mejorará las áreas inflamadas, rojas y que causan comezón pero ayudará a rehabilitar la capa invisible que protege la piel. (Esta barrera protectora, que es parte de la capa exterior normal de la piel, está dañada en los niños que padecen eczema).

  • Deja que la piel de tu hijo respire y se mantenga fresca
Viste a tu bebé con telas naturales suaves como el algodón. Pero evita la lana y otros materiales ásperos porque pueden irritarle la piel. No le pongas demasiada ropa a tu bebé o lo cobijes más de lo necesario, ya que es importante evitar el sobrecalentamiento.

  • Jabones y productos para bañarlo
Usa jabones y champús suaves y sin perfume, o aquellos que se elaboren especialmente para piel sensible. Usa también detergentes suaves y sin perfume cuando laves las prendas de vestir y la ropa de cama de tu bebé. No uses suavizante.

  • Evita que se rasque
Posiblemente tu bebé intente buscar alivio rascándose con las manos o refregándose la cara con la sábana cuando duerme. Pero al rascarse o refregarse puede irritar o inflamar aún más su piel y empeorar la situación.

Pon en la cuna o la cama la sábana más suave que tengas, y mantén cortas sus uñas. Hazlo dormir con mitones o calcetines de algodón en las manos, si es que puede tolerarlos. Si tiene mucha dificultad para dormirse a causa del eczema, habla con el médico. Tal vez te sugiera una dosis de un antihistamínico infantil que disminuirá la comezón y además le producirá sueño.
  • Calma los episodios intensos de eczema
Durante un episodio intenso de eczema puedes poner compresas frías en el área afectada varias veces al día, seguidas de una crema hidratante.

Usar cloro para tratar el eczema

Un estudio publicado en la revista Pediatrics, en mayo de 2009, probó tratamientos para aliviar el eczema en niños que padecían casos graves de esa afección. Los niños tenían entre 6 meses a 17 años de edad.

Los investigadores encontraron que agregar un poco de cloro en la tina del baño y remojar ahí a los niños con ezcema, de cinco a 10 minutos, dos veces a la semana, era mucho más efectivo para tratar esa condición, que remojarlos con agua pura. La mejoría era tan notoria que los investigadores decidieron interrumpir el estudio en una fase temprana, para que los niños que se habían bañado con agua simple, se beneficiaran también del tratamiento con cloro.

Si tu bebé tiene eczema de moderado a severo, puedes probar el tratamiento con cloro, particularmente si tu niño desarrolla infecciones en la piel. Así lo recomiendan Amy Paller, una de las autoras de ese estudio, y Walter J. Hamlin, jefe del departamento de dermatología y profesor de pediatría de la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern. Pero recuerda que antes de usar este método, es muy importante contar con la aprobación del doctor.

La recomendación de Paller es añadir dos cucharaditas de cloro por cada galón de agua que contenga la tina de baño (o media taza de cloro si la bañera está llena), por lo menos dos veces a la semana. Es crucial que sigas estos consejos:
  • Asegúrate de que tu bebé no tome agua.
  • Dispersa el cloro en el agua antes de meter al niño en la bañera (es fundamental evitar que cloro sin diluir penetre en la piel de tu pequeño).
El pediatra de Nashville, Smith, está de acuerdo con la recomendación de Paller. "Usar un poco de cloro para tratar el eczema es seguro y fácil", asegura. "Es básicamente como si metieras al niño en una piscina a la que se le acaba de añadir cloro, el cual sirve para eliminar las bacterias. El tratamiento con cloro es muy útil para niños que tienen infecciones recurrentes relacionadas al eczema, pero también ha demostrado ser efectivo para simplemente eliminar bacteria, lo que facilita el tratamiento contra el eczema".

La sugerencia de Smith es usar de 1/3 a 1/2 taza de cloro cuando la bañera esté llena de agua o 1 cucharadita por cada galón de agua. También recomienda que le des un baño breve al niño después de haber estado un tiempo en la tina, para eliminar el olor a cloro.

Para evitar que el agua diluida con cloro entre en los ojos o la boca de tu niño, Smith recomienda no lavarle la carita. Su sugerencia es aplicar en la cara del bebé un ungüento o pomada a base de petrolato para proteger la piel de la cara de irritantes como saliva, alimentos y bebidas.

Para las zonas abiertas de la cara, que supuran, el experto recomienda usar pomadas antibióticas que se venden sin receta médica como bacitracin o una combinación que contiene polymyxin y bacitracin. Si estos remedios no funcionan, llama al médico de tu bebé.

Evitar factores que causan eczema
  • Los cambios bruscos de temperatura puede provocar que el eczema empeore, así que evita que tu niño se caliente y luego se enfríe demasiado rápido y viceversa.
  • Si parece que el eczema fue causado por alérgenos ambientales, tales como las alergias estacionales, es recomendable que consultes a un alergólogo para que te aconseje cómo tratar esas alergias.
  • Mantén a tu pequeño alejado del humo del tabaco.
  • Procura identificar y minimizar los factores que puede provocar el eczema. Haz todo lo posible por ayudarle a tu pequeño a manejar el estrés (podrías por ejemplo, ofrecerle más oportunidades para estar tranquilo y relajado).

¿Puede el eczema estar relacionado con un alimento?

Si bien el eczema no lo causa una alergia específica, en algunos niños hay ciertos alimentos que pueden desencadenarlo o empeorarlo. Si tú o tu médico sospechan que el eczema de tu hijo tiene alguna relación con ciertos alimentos, los principales sospechosos son la leche de vaca y los huevos, a los que les siguen la soya, el trigo, el cacahuate y el pescado.

Podrías tratar de suprimir dichos alimentos de su dieta (y de tu propia dieta si estás amamantando). Elimina los alimentos sospechosos de uno en uno, dando un par de semanas de prueba entre uno y otro, ya que puede llevar hasta dos semanas que eliminen las huellas de un alimento de su cuerpo.

Si utilizas leche de fórmula, y tu bebé padece de eczema, el médico quizás te sugiera que empieces a usar una variedad de leche hipoalergénica (pero no de soya). No siempre es la solución, pero vale la pena intentarlo.

Los investigadores continúan estudiando la relación entre el eczema y los alimentos. En un estudio publicado en 2007, unos investigadores alemanes descubrieron una correlación entre una dieta materna alta en margarina, aceites vegetales y frutas cítricas durante las cuatro últimas semanas del embarazo y el eczema en niños menores de 2 años.

Otros estudios recientes sugieren que el consumo de probióticos (microorganismos vivos que apoyan el equilibrio natural del cuerpo) durante la etapa prenatal y cuando el niño es bebé, puede ayudar a prevenir el desarrollo de eczema en niños que tiene un alto riesgo de contraerlo o de desarrollar alergias (en familias que tienen niños mayores que han tenido eczema, por ejemplo). Algunos estudios además han demostrado que los probióticos pueden ayudar a reducir la gravedad del eczema una vez que ya ha aparecido.

Recuerda que los alimentos son el principal desencadenante solamente en alrededor de un 10 por ciento de los casos de eczema. Por ello, deberás también estar atenta a otros factores, como el cuidado de la piel.

¿Qué debería hacer si el sarpullido no mejora?

Habla con el médico de tu niño o un dermatólogo pediatra. Si el sarpullido no mejora al seguir las sugerencias que te indicamos más arriba, el médico podría indicarte que uses corticosteroides suaves, que pueden comprarse sin receta médica.

Si el medicamento que se vende sin receta médica no funciona, el doctor podría prescribir un corticosteroides más potente. La aplicación de esta crema o pomada algunas veces es muy eficaz para interrumpir un ciclo de eczema persistente.

Los investigadores están desarrollando nuevos fármacos para ayudar a los pacientes con eczema. Por eso, si tu bebé continúa luchando con este problema, consulta con el médico para que te informe acerca de estos nuevos medicamentos.

Llama al doctor si a tu bebé les sube la fiebre o bien si muestra otros signos de que podría tener una infección (el área está caliente al tacto o supura o bien si su corteza es amarilla, por ejemplo).

Si tu bebé va a la guardería, habla con las personas que lo cuidan sobre el eczema. Explícales que la condición no es contagiosa pero que los demás niños podrían hacer bromas al respecto.

Referencias

AAD. Undated. FAQs about eczema. American Academy of Dermatology. http://www.skincarephysicians.com/eczemanet/FAQ.html

Batchelor JM. 2010. What's  new in atopic eczema? An analysis of systemic reviews published in 2008 and 2009. Clinical and Experimental Dermatology 35(8):823-8. http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1365-2230.2010.03901.x/full [Consultado en June 2017]

Flohr C, et al. 2011. Lack of evidence for a protective effect of prolonged breastfeeding on childhood eczema: Lessons from the International Study of Asthma and Allergies in Childhood (ISAAC) Phase Two. British Journal of Dermatology 165(6):1280-9. http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1365-2133.2011.10588.x/full [Consultado en June 2017]

Foto de Amanda Krupa
Amanda Krupa, MSc, es una reconocida redactora, editora y creadora de contenido estratégico médico.

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