Alergias en bebés

Bebé con alergias
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¿Los bebés pueden tener alergias?

Sí, como sucede con algunos niños mayores y adultos, los bebés pueden tener alergias.

Sin embargo, es improbable que un bebé padezca fiebre del heno (rinitis alérgica). Las alergias estacionales a cosas como el polen y el pasto no suelen aparecer, de ser el caso, hasta los tres o cuatro años de edad. Los posibles alérgenos en bebés incluyen:

¿Qué es una alergia?

La alergia es una reacción del sistema inmunitario a una sustancia del ambiente llamada alérgeno. Cuando un niño con alergias entra en contacto con alguna de estas sustancias (ya sea al tocarlas, inhalarlas, comerlas o si se las inyectan, en un medicamento, por ejemplo), su organismo las detecta como un invasor peligroso y libera histaminas y otras sustancias químicas para rechazarlas.

Estas sustancias químicas producen irritación en su organismo y provocan una variedad de síntomas.

Señales y síntomas de alergias

Los síntomas varían dependiendo del tipo de alergeno y la respuesta particular de tu bebé a este. Los síntomas pueden ser leves o severos, intermitentes (solo se dan en ciertas temporadas) o continuos si está expuesto constantemente al alérgeno. Estos son algunos de los síntomas más comunes de alergias:

Síntomas respiratorios
  • Mucosidad clara (la nariz gotea con frecuencia)
  • Estornudos
  • Tos
  • Sibilancias
  • Síntomas de la piel
  • Comezón
  • Sarpullido
  • Ronchas
  • Ezcema
Síntomas gástricos
  • Náusea
  • Vómito
  • Calambres intestinales
  • Diarrea
  • Inflamación
Otros síntomas
  • Ojos rojos, llorosos o con comezón
  • Excesiva agitación
  • Mayor cansancio del habitual
En algunos casos el alérgeno puede causar una reacción severa llamada shock anafiláctico. Esto es una emergencia médica ya que los síntomas, que incluyen dificultad para respirar y para tragar, pueden ser fatales.

En este caso se trata de una emergencia médica, llama el 911 en Estados Unidos o México o al número de emergencias de tu localidad o lleva a tu bebé a una sala de emergencias sin demora. Si tienes una inyección de epinefrina adecuada en dosis para tu bebé, adminístrala antes de llamar al número de emergencias.

Los síntomas de anafilaxis incluyen:
  • Dificultad para respirar
  • Inflamación de labios y lengua
  • Cambios repentinos en la piel como sarpullido, piel roja o ronchas
  • Problemas para tragar
  • Pérdida de conciencia
  • Salivación excesiva y babeo

¿Qué activa una alergia en un bebé?

Los alérgenos más comunes entre bebés y niños pequeños incluyen:
  • Ácaros de polvo. Son organismos microscópicos que se alimentan de las escamas de piel humana. Cerca del 85 por ciento de las personas que padecen alergias lo son a los ácaros de polvo.
  • Moho. Hongos que se encuentran en lugares húmedos como baños y sótanos o en exteriores en climas húmedos. Las esporas del moho pueden crecer en árboles de navidad y desencadenar alergias.
  • Polen. De árboles, hierbas y pastos. Las alergias al polen no son comunes en bebés.
  • Alergias a los alimentos. La leche de vaca, huevos, pescado, cacahuates, mariscos, soya (soja) y trigo son alérgenos comunes para niños pequeños.
  • Insectos. Las picaduras de abejas y avispas, por ejemplo, pueden causar reacciones alérgicas en algunos niños.
  • Medicamentos. Los antibióticos son alérgenos comunes, lo mismo que otras medicinas de libre venta.
  • Químicos. Algunos detergentes, decolorantes, productos de limpieza y pesticidas pueden causar reacción alérgica en algunos niños.
Algunos niños son alérgicos a las almohadas de plumas y plumones o a las mantas de lana. Y si bien la mayoría de los expertos no creen que los niños puedan ser alérgicos al humo de tabaco, es cierto que puede hacer que los síntomas de alergia y de asma, empeoren.

10 señales de que tu niño tiene alergias y no un resfriado

Debido a que los síntomas de las alergias nasales son muy parecidos a los de un resfriado (goteo de la nariz, ojos llorosos, tos, congestión nasal, estornudos), puede ser difícil darse cuenta de la diferencia. Sin embargo, hay algunos síntomas típicos de las alergias. Hazte las siguientes preguntas:

  • ¿Parece tu bebé estar resfriado todo el tiempo? Los resfriados por lo general se van mejorando y desaparecen en un periodo de siete a diez días mientras que las alergias perduran.
  • ¿Tiene siempre la nariz tapada o goteando?
  • ¿Suele mover, limpiar o empujar hacia arriba su nariz muy seguido? Los médicos llaman a este comportamiento "saludo alérgico".
  • ¿La mucosidad que le sale de la nariz es transparente y poco espesa (comparada con la mucosidad amarillo-verdosa y gruesa típica del resfriado?
  • ¿Estornuda mucho?
  • ¿Tiene los ojos irritados, rojos y llorosos?
  • ¿Está la piel por debajo de sus ojos oscura, morada o azul? Los médicos llaman a este síntoma "ojeras alérgicas".
  • ¿Respira por la boca?
  • ¿Tiene una tos seca?
  • ¿Está su piel irritada o brotada con un sarpullido rojo que le produce comezón?

Si respondiste "sí" a una o más de estas preguntas, es posible que tu hijo sea alérgico a algún factor ambiental. Los niños con alergias nasales son también más propensos a padecer infección de oído, asma e infecciones sinusales.

¿Son hereditarias las alergias?

Si bien un niño puede heredar la tendencia a ser alérgico, no necesariamente heredará una clase específica de alergia. El riesgo se incrementa si ambos padres tienen alergias.

Si mi bebé es alérgico, ¿lo sabré de inmediato?

Eso dependerá en la frecuencia con la que tu bebé ha estado expuesto al alérgeno. La alergia por lo general tarda en desarrollarse. Cada persona tiene un umbral al que debe llegar antes de que un alérgeno produzca una reacción, y este umbral puede tardar varios meses o años en alcanzarse. Es por eso que las alergias al polen, asociadas con la rinitis alérgica, generalmente no aparecen hasta los dos años.

¿Cómo se diagnostican las alergias en bebés?

Se requiere un trabajo minucioso de investigación, y a veces es necesario contar con la ayuda de estudios médicos para averiguar con exactitud la causa de una alergia.

Podrías descubrir si tu hijo es alérgico a algo preguntándote:

¿Cuándo ocurre el ataque de alergia? Las alergias al moho por lo general se manifiestan durante el tiempo húmedo o lluvioso y pueden ser difíciles de distinguir de los resfriados. Las alergias a los ácaros del polvo o a la caspa de los animales suelen ocasionar congestión por la mañana a lo largo de todo el año. Las alergias relacionadas con el polen son más comunes en la primavera, el verano y el otoño.

¿Los síntomas mejoran bajo diferentes circunstancias? Si alejas a tu pequeño de la mascota (por ejemplo, durante unas vacaciones) y lo notas mejor, tendrás una buena pista, aunque no es una prueba concluyente. También deberías investigar si el bebé es alérgico a alguna otra cosa que haya en tu casa. Lamentablemente, llevarte lejos al animalito por algunos días no te permitirá saber con seguridad si tu hijo tiene alergia al gato o al perro. La caspa de un gato puede necesitar más de un año (después de que esa mascota ya no está en la casa), para degradarse y no causar molestias a las personas que sufren de alergias.

Si tus propias averiguaciones no te dan la respuesta, es hora de consultar con el médico. Este examinará al bebé y te hará un montón de preguntas. Si considera que el problema es alérgico, podría referirte directamente a un especialista en alergias o tal vez te sugiera un análisis de sangre para medir los niveles de anticuerpos IgE (alergia) en la sangre del niño.

O te podrían pedir una prueba cutánea. Durante una prueba cutánea, el doctor aplica pequeñas cantidades de alérgenos comunes en la piel. Si el niño es alérgico a una sustancia, tendrá una reacción (similar a una picadura de mosquito) en ese lugar. Los bebés pueden tener reacciones menos fuertes que los niños mayores, pero aun así, las pruebas son muy útiles.

"Ten presente que las pruebas te permiten saber a qué es alérgico tu niño en ese momento en particular, aunque esto puede ir cambiando a medida que el niño crece", dice el especialista en alergias infantiles de Seattle, Frank S. Virant. Si el resultado de la prueba cutánea da negativo pero el niño continúa teniendo síntomas de alergia, pide que lo vuelvan a evaluar en 6 a 12 meses. De modo que si tu pequeño heredó la tendencia a ser alérgico a la caspa del gato, puede que no tenga ningún tipo de problema durante los primeros meses que esté con el animal o quizás tenga una reacción leve. Pero en algún momento, cuando el nivel de exposición llegue a su umbral, su organismo reaccionará y tendrá una reacción alérgica más severa.

¿Cómo puedo proteger a mi bebé de los alérgenos?

Estas son las mejores formas de reducir la exposición de tu bebé a los siguientes alérgenos, considerados los más comunes:

Ácaros del polvo

Los ácaros del polvo viven en tejidos y alfombras y son comunes en todas las habitaciones de la casa. Pero la mayoría de los niños se exponen a la mayor parte de los ácaros del polvo en el dormitorio, donde los colchones y las almohadas son el verdadero hábitat.

Las medidas que recomendamos a continuación parece que dan mucho trabajo pero son muy útiles.
  • Recubre el colchón del bebé con una funda impenetrable de tela con trama muy ceñida, que puedes comprar en las tiendas de artículos hipoalergénicos. A diferencia de las fundas de vinilo, esta proporciona una útil barrera que permite la transpiración y no se arruga. Usa cobijas, en vez de edredones grandes y acolchados.
  • Lava la ropa de cama una vez por semana con agua caliente para matar los ácaros. Pon la temperatura del calentador de agua a alrededor de 130 grados Fahrenheit (55 grados Celsius) antes de lavar la ropa de cama. Es importante que les avises a todos los miembros de la familia que el agua estará más caliente de lo normal. Después no te olvides de volver a bajar la temperatura del calentador a unos 120 o 125 grados F (50 grados C) para que tu familia no se queme cuando se lave las manos o bañe.
  • Evita amontonar juguetes de peluche en la habitación del bebé porque atraen como un imán los ácaros del polvo. Lava los favoritos de tu pequeño con agua caliente una vez a la semana o mételos de noche en el congelador para que el frío mate los ácaros.
  • Sacude el polvo y pasa la aspiradora una vez por semana o cada dos semanas, pero asegúrate de que el niño no esté en la habitación cuando lo hagas. Al sacudir el polvo y pasar la aspiradora puedes esparcir las partículas residuales de los ácaros que queden en la habitación. Pasar un trapo húmedo, en lugar de usar un sacudidor, tal vez te ayude a evitarlo.
  • Considera invertir en una aspiradora con un filtro especial de muy alta eficiencia (en inglés son conocidos como filtros HEPA o High Efficiency Particulate Air), que atrapa incluso las partículas microscópicas que no retienen las aspiradoras comunes.
  • Si tu hijo tiene una intensa alergia a los ácaros del polvo, contempla la posibilidad de quitar las alfombras que van de pared a pared y reemplazarlas por un piso que no le cause problemas (los pisos de madera o vinil son una buena opción).
  • Limpia o reemplaza los filtros de la calefacción y el aire acondicionado una vez por mes durante las estaciones en que se usan. Procura limpiar los conductos de la calefacción todos los otoños.
Caspa de las mascotas

  • Si tu bebé es alérgico a una mascota, la única solución infalible es encontrarle otro hogar amoroso al animal. Por supuesto, no es una decisión fácil de tomar y es comprensible que quieras dejarla como último recurso.
  • Para mantener la caspa a niveles bajos, lava con frecuencia a tu mascota. Puedes encontrar champús para reducir caspa en una tienda de artículos para animales. Además, evita que el animal se suba a los muebles y mantenlo fuera de la habitación del niño.
Polen

Durante la temporada de alergias, puede ser casi imposible evitar estar en contacto con partículas como el polen, que es transportado por el aire, y pueden provocar alergia. Puedes procurar mantener a tu niño dentro de la casa con las ventanas cerradas durante la temporada de polen, cuando su concentración llega a un nivel máximo, y especialmente en días con mucho viento. Aunque sabemos que no siempre podrás mantener a tu niño dentro de la casa.

Si sales fuera con tu niño, asegúrate de bañarlo y lavar su cabello cada noche para eliminar cualquier partícula alergénica. Si tienes en tu hogar una secadora de ropa, seca ahí sus prendas en lugar de secarlas al aire libre. También es importante que cierres los ductos de aire de su habitación donde duerme tu niño.

Otra recomendación es que estés al tanto de los niveles de polen en tu zona, para que de esa manera sepas cuándo debes tener especial cuidado con tu bebé.

Moho

El moho puede producirse en armarios, desvanes, sótanos, macetas, refrigeradores, duchas y botes de basura, y debajo de las alfombras. Incluso el árbol sintético de Navidad puede tener moho.

Para reducirlo, usa aire acondicionado y un deshumidificador cuando el tiempo sea cálido y húmedo, en particular en un sótano húmedo u otros sectores de la casa donde el moho sea un problema.

Si el baño es una fábrica de moho, límpialo con frecuencia usando desinfectantes que detengan la formación de moho, por ejemplo un poco de lejía (cloro) y agua o una solución natural, como aceite de árbol de té y agua. Y contempla la posibilidad de invertir en un mejor sistema de ventilación.

Ten cuidado con los árboles de Navidad, los árboles recién cortados pueden contener esporas de moho que al ser inhalados desencadenan alergias. Podrías mojar el árbol afuera de la casa y dejarlo secar antes de instalarlo adentro. También podría ayudar mojar el tronco con una solución hecha con 1 parte de cloro y 20 partes de agua. Los árboles de Navidad artificiales y otras decoraciones pueden acumular polvo y contribuir a desatar alergias. Asegúrate de que todo esté muy limpio antes de ponerlo en tu casa y almacénalo en contenedores de plástico.

Insectos

Evita áreas que puedan albergar abejas, avispas, avispas amarillas u hormigas rojas. Sus picaduras pueden causar reacciones alérgicas. No permitas que tu hijo ande descalzo afuera donde podría pisar un insecto.

Medicamentos

Las alergias a medicamentos son difíciles de diagnosticar, pero si se descubre que tu hijo tiene una alergia a un medicamento, asegúrate de que todos los médicos que lo traten y los farmacéuticos estén informados para que no se la prescriban en ninguna presentación.

Productos de limpieza

Si descubres que los químicos de algún producto de limpieza desencadenan alergias en tu hijo, puedes probar con productos más amables con el medio ambiente o hacer tus propios productos de limpieza con ingredientes como vinagre, limón y bicarbonato.

¿Es verdad que las calefacciones pueden desencadenar alergias?

Sí, pero el problema no es la calefacción sino los contaminantes como los ácaros, moho y otros en los ductos de la calefacción. Si tu hijo comienza a estornudar al encender la calefacción en otoño o invierno, probablemente esa sea la razón. Puedes solucionar este problema colocando un buen filtro de aire HEPA a tu calefactor. Cambia los filtros con regularidad, en invierno podría ser cada mes, sigue las instrucciones del manufacturador. Abre las ventanas cuando el clima sea templado, esto ayuda a ventilar, pero podría permitir que entren otros alérgenos como polen. Y haz que un profesional limpie los conductos de ventilación si la colocación de filtros no funciona.

¿Hay medicaciones que puedan ayudar a mi bebé?

Sí, pero no le des medicamentos para la alergia sin antes consultarlo con tu médico. Tal vez te sugiera darle antihistamínicos y te prepare una receta.

¿Puedo administrarle a mi bebé una vacuna contra las alergias?

Si tu hijito padece de muchas alergias, un especialista podría sugerirte que le administren vacunas contra las alergias (inmunoterapia), pero por lo general esto no sucederá hasta que tenga 5 años de edad. En raras ocasiones se les recetan vacunas a niños más pequeños, por lo general a aquellos con problemas graves de asma o alergias graves que pueden causar anafilaxia.

Las vacunas contra las alergias se administran en el consultorio del doctor y contienen una pequeña dosis del alérgeno que está provocando la alergia (como el polen, la caspa de una mascota o ácaros). Eso le ayudará a tu niño a acostumbrarse a esa sustancia a medida que pasa el tiempo.

Esto es lo que suele suceder cuando a tu niño le administran las vacunas contra las alergias: le pondrán estas vacunas cada semana por alrededor de cuatro a seis meses, hasta que esté expuesto el tiempo suficiente al alérgeno en cuestión. La idea es preparar a su cuerpo para que pueda tolerar el alérgeno lo mejor posible. Después de ese periodo, le seguirán administrando estas vacunas una o dos veces al mes por alrededor de cuatro a seis meses. Y luego le pondrán las vacunas solo una vez al mes por un año.

Después de eso, el doctor evaluará a tu niño para ver si requiere más tratamiento. Si las vacunas contra las alergias han funcionado, tu hijo podría continuar recibiéndolas por años.

¿Cómo puedo prevenir que mi hijo desarrolle alergias?

Esto es lo que dicen los expertos sobre prevenir alergias:

Lactancia

De acuerdo con la Academia Americana de Pediatría (AAP), amamantar de forma exclusiva a tu bebé por los primeros tres a cuatro meses reduce el riesgo de desarrollar eczema durante los primeros dos años de vida. Si continúas amamantando por tres o cuatro meses más, podrías ayudar a protegerlo contra sibilancias hasta los dos años.

Mientras más amamantes, es menos probable que tu hijo desarrolle asma, esta protección puede durar incluso pasado su cumpleaños número cinco. La Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología (AAAAI) dice que amamantar exclusivamente por cuatro a seis meses reduce el riesgo de desarrollar alergia a la leche de vaca durante los primeros dos años.

Podrías considerar tomar aceite de pescado y suplementos de probióticos durante el embarazo y lactancia. Un estudio encontró que esto reduce la probabilidad de que los niños desarrollen alergia al huevo y ezcema.

No evites alimentos alérgenos al amamantar, a menos que tu bebé tenga intolerancia a la leche de vaca.

Los médicos recomendaban a las madres lactantes que evitar alimentos conocidos por provocar alergias como leche de vaca, soya, huevo, trigo, cacahuates, nueces, pescado y mariscos, porque se pensaba que era una forma de proteger a sus bebés de desarrollar alergias alimentarias. Sin embargo, la AAP ahora indica no hay evidencia que respalde ese concepto.

Sin embargo, hay excepciones. En el raro caso de que un bebé tenga una reacción a la leche materna, por ejemplo, generalmente se deberá a la intolerancia a la leche de vaca en la dieta de la madre. En ese caso es importante eliminar la leche de vaca de la dieta materna.

Introducir alimentos alérgenos temprano


Antes se consideraba mala idea dar alimentos alérgenos a un bebé, como huevos, trigo, soya, cacahuates y pescado, durante el primer año, pero ya no es el caso. De hecho, estudios recientes como el LEAP (Learning Early About Peanut) encontraron que los niños en realidad tienen menos probabilidad de desarrollar alergias a alimentos cuando se ven expuestos a ellos entre los 4 y 6 meses de edad y a lo largo de la infancia.

Como cada niño es diferente y los investigadores continúan sus trabajos en la prevención de alergias, es mejor que hables con el médico de tu hijo sobre cuándo incorporar alimentos alérgenos a la dieta de tu bebé. Si alimentas con fórmula, pide al médico de tu bebé su recomendación

Anteriormente se recomendaba para bebés con riesgo de desarrollar alergias, consumir fórmulas para bebés con el etiquetado “parcialmente” o “extensamente hidrolizado” pero ahora se sabe que no hay suficiente información para indicar que esas fórmulas ayudan a prevenir condiciones alérgicas como el eczema, asma, rinitis alérgica y alergias alimentarias.

Si tu bebé tiene un alto riesgo de alergias y no puedes amamantarlo, su médico probablemente te recomendará usar fórmula con base en lecha de vaca y estar pendiente de los síntomas. Si ves alguna señal de alergia, como sibilancia, o nariz con moco líquido tu médico podría sugerir cambiar la fórmula.

Podrías considerar preguntar al médico de tu bebé si una fórmula enriquecida con probióticos podría ser beneficiosa. Los probióticos son “bacterias buenas” que promueven el balance bacteria en el sistema digestivo. Algunos estudios sugieren que los probioticos pueden reducen alergias, pero se necesitan más estudios al respecto.

La AAP no recomienda el uso de fórmulas de soya para prevenir alergias en bebés con alto riesgo de padecerlas. Las fórmulas de soya tienen el potencial de causar reacciones alérgicas a niños susceptibles, y no se ha probado que reduzcan las alergias más adelante.

Reduce los irritantes en el aire

Puedes ayudar a proteger a tu niño, protegiendo su aire. Primero y más importante no debería estar expuesto a humo de cigarro, el humo que se respira al ser fumador pasivo irrita los pulmones y hace que los bebés sean más vulnerables a otros problemas de salud, desde el asma e infecciones de oído hasta el síndrome de muerte súbita infantil.

Los irritantes en el aire como el polen, los ácaros, el moho y la caspa de los animales, también pueden desencadenar asma o rinitis alérgica. Minimiza el contacto de tu hijo con esas sustancias con los consejos que te damos más arriba.

Este video te ayuda a mantener tu casa libre de alérgenos

Referencias

AAAAI. Undated. Allergic reactions. American Academy of Allergy Asthma and Immunology. https://www.aaaai.org/conditions-and-treatments/library/allergy-library/allergic-reactions [Accessed April 2020]

AAP. 2017. Allergy tips. American Academy of Pediatrics. https://www.aap.org/en-us/about-the-aap/aap-press-room/news-features-and-safety-tips/Pages/Allergy-Tips.aspx [Accessed April 2020]

AAP. 2015a. Allergies. American Academy of Pediatrics. https://www.healthychildren.org/English/health-issues/conditions/allergies-asthma/Pages/Allergies.aspx [Accessed April 2020]

Foto de Karen Miles
Karen Miles es escritora y experta en el embarazo y la crianza de los hijos, y ha colaborado con BabyCenter durante más de 20 años. Ha publicado cientos de artículos en medios diversos.

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