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Luchas “muy otras” en versión digital

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El archivo pdf del libro Luchas “muy otras”. Zapatismo y autonomía en las comunidades indígenas de Chiapas (2011) está ahora disponible en Internet de manera gratuita. Los autores agradecen los comentarios en este blog y la difusión del libro por las redes.

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“Haga usted lo que no ha hecho el gobierno, hable con un maestro o maestra. Mejor aún, escúchelo. Verá cómo, cuando él o ella hablan de su situación, parece que describen la de usted.”

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Comunicado del CCRI-EZLN, 30 de mayo 2016

MAYO: ENTRE EL AUTORITARISMO Y LA RESISTENCIA.

  ¿El calendario?  Mayo del 2016.

¿La geografía?

Bueno, pudiera ser cualquier parte de ese país rasguñado hasta sangrar por las desapariciones forzadas, la impunidad hecha institución, la intolerancia como forma de gobierno, la corrupción como modus vivendi de una clase política hedionda y mediocre.

Pero también pudiera ser cualquier parte de ese país sanado por el empecinamiento de los familiares que no olvidan a sus ausentes, la búsqueda tenaz de la verdad y la justicia, la rebelde resistencia frente a los golpes, balas, barrotes, el afán de construir un camino propio sin amos, sin patrones, sin salvadores, sin guías, sin caudillos; la defensa, la resistencia, la rebeldía; la grieta haciéndose más ancha y profunda a fuerza de dolor y rabia.

“México”, le llaman comúnmente a ese país, este país, que refleja a su modo una crisis que sacude al mundo entero.

Parece ser que, en algún momento de la breve e intensa historia del siglo XX, este país era una referencia turística internacional.  Se hablaba de sus paisajes, de su gastronomía, de la hospitalidad de su gente, de lo perfecta que era la dictadura perfecta.

Pero antes y durante esa imagen de folleto de agencia de viajes, pasó lo que pasó.  No, no lo voy a atiborrar de información sobre lo sucedido en el pasado inmediato, digamos unos 30 años.

El asunto es que, en los últimos años, “México” es ahora referente mundial en corrupción gubernamental; crueldad del narcotráfico; no infiltración sino contubernio entre el crimen organizado y las instituciones; desapariciones forzadas; ejército fuera de los cuarteles y en las calles y caminos; asesinatos y encarcelamientos de opositores, de periodistas y de gente que ni en cuenta; el “warning” en los pasajes turísticos; el cinismo como idiosincrasia en medios de comunicación y redes sociales; la vida, la libertad y los bienes personales jugados en la ruleta mortal de la vida cotidiana (“si no te tocó hoy, tal vez mañana”).  Si usted es mujer, de cualquier edad, multiplique los riesgos.  Lo femenino, junto a lo diferente, sólo gana en eso: es más probable que sufra violencia, desaparición, muerte.

Pero todo esto ya lo sabe usted.  Basta haber vivido aquí, en estos suelos y bajo estos cielos, un poco, no mucho, digamos entre los primeros meses de vida y los menos de 5 años, que era la edad de las niñas y niños asesinados en la Guardaría ABC, en Hermosillo, Sonora, México, el 5 de junio del año 2009, hace ya casi 7 años.

¿Qué delito tenían estos infantes?  ¿Fueron víctimas de la mala suerte, de un oscuro designio divino, de la casualidad? ¿O fueron y son víctimas de una clase política que se permite todo a sí misma (como el hecho de que una de las implicadas -y no investigadas-, sea precandidata para la presidencia de México por el Partido Acción Nacional)?

Así que el lugar pudiera ser Sonora, donde, sin embargo, el crimen y la desvergüenza no logran derrotar a las familias de los infantes de la guardería “ABC”.

O podría ser el Estado de México, donde el pueblo Ñatho de San Francisco Xochicuautla pretende ser destruido y sepultado por una de las carreteras del gran capital.  ¿Su delito?  Defender los bosques.  Pero, sobre los escombros de sus casas, los pobladores se mantienen en resistencia.

O pudiera ser Oaxaca, en la comunidad Binizza de Álvaro Obregón, en Juchitán, donde la población fue atacada a balazos por paramilitares del Partido Acción Nacional y del Partido de la Revolución Democrática.  ¿Cuál es su falta?  Oponerse a la privatización del viento que, con los llamados “parques eólicos”, impone el gran capital en el Istmo.

O tal vez podría ser Veracruz, que es ya un territorio para la cacería de mujeres, jóvenes, periodistas, sean o no opositores.  O Yucatán, donde en contra de los pobladores de Chablekal se implementa el llamado “Escudo” con el que los gobernantes protegen el despojo.  O Guerrero, donde todo México se renombra “Ayotzinapa”.  O Morelos, convertido en un gigantesco cementerio clandestino.  O la Ciudad de México donde las manifestaciones opositoras están prohibidas porque ahí mandan los vehículos automotores, incluso sobre la Constitución.  O Puebla, baluarte de la privatización del agua y carreteras.  O Tamaulipas, donde, como en todo el país, el PRI es el brazo institucional del crimen organizado.  O cualquier lugar de la república llamada “Estados Unidos Mexicanos”, con sus olas de despidos, desalojos, robos, desapariciones, destrucción, muerte… guerra.

Pero resulta que es Chiapas.  Y de Chiapas, miramos a…

Tuxtla Gutiérrez, ciudad capital.  Mayo del 2016.  Temperatura media: 37 grados a la sombra.  Altitud: 522 metros sobre el nivel del mar.  Fecha: el mayo del magisterio en resistencia y rebeldía.  Pero antes, permita usted algunas precisiones:

1.- La mal llamada “reforma educativa” no es educativa, es laboral.  Si fuera educativa se habría tomado el parecer del magisterio y de las familias.  Cuando el gobierno se niega a dialogar sobre la reforma con el magisterio y las familias, está reconociendo que no se trata de mejorar la educación, sino de “ajustar la nómina” (que es como el capital llama a los despidos).

2.- No se está aplicando la ley, se está violando la ley.  Se dice defender a la constitución (la reforma educativa), violando la constitución (las leyes que garantizan derechos elementales como el de reunión, petición y libre circulación).

3.-   Lo que hacen los medios de comunicación de paga es inútil.  Declaraciones van y vienen: “todo normal”, “la mayoría de las escuelas están trabajando”. “el noventa y tanto por ciento de los maestros están laborando”.  Pero la realidad no conoce esas declaraciones, porque el magisterio está en las calles.  En los pueblos las familias ya dijeron claro que no van a aceptar a los sustitutos, que no los van a dejar entrar o que los van a correr.

4.- L@s maestr@s no están defendiendo privilegios, están luchando en la última trinchera de cualquier ser humano: las condiciones mínimas de vida de ell@s y de sus familias.  ¿Le sorprende a usted que alguien esté dispuesto a defender lo poco que le queda?  ¿Un salario infame, unas aulas que parecen haber sido bombardeadas (y lo han sido, pero por bombas económicas), no uno sino varios turnos laborales, grupos excesivamente numerosos?  En resumen: poca paga, malas condiciones de trabajo y mucha chinga.  ¿Le suena?  Y, aun así, l@s maestr@s se presentan en su escuela y enseñan a niños y niñas los caminos de las ciencias y las artes.

5.-  El objetivo de la supuesta reforma educativa es destruir a esa maestra, ese maestro que se preparó por años y prácticamente toda su vida la ha dedicado a ese oficio.  Cierto, con la perseverancia que en los medios se abona con billetes, se ha construido la imagen de líderes corruptos.  Pero esa imagen es el cebo para morder el anzuelo.  No, el objetivo no son los líderes, sino todos los maestros, incluidos los del servil Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.  Ahora, si quiere usted un modelo de líderes corruptos, ahí tiene a la dirección en pleno del SNTE.

6.- Sí, el objetivo de la reforma educativa es privatizar la educación.  De hecho, esa privatización ya está en marcha.  Dejar sin atención ni presupuesto a las escuelas no acabó con la educación pública en México por una razón humana: el magisterio.  Así que ahora hay que destruir a es@s maestr@s.  Se trata de provocar una catástrofe en el sistema educativo de modo que las familias tiendan, doblando turnos, a las escuelas privadas; o se conformen con que sus hijas e hijos se formen consumiendo televisión, radio y medios digitales; o en la calle; o ni eso.  La profesión del magisterio no se improvisa ni es cuestión de intuición.  Se estudia, exige preparación.  No cualquiera tiene la capacidad y los conocimientos para educar.  Porque en la escuela se educa, no sólo se enseña.  No cualquiera puede enfrentar con éxito a un grupo de infantes en edad escolar o prescolar.  Por eso son necesarias las escuelas Normales.

7.- ¿Le han dicho que lo que ocurre es que l@s maestr@s son holgazanes y que no quieren prepararse?  Mienten, cualquier maestra o maestro aspira a ser mejor, estar mejor preparado.  Haga usted lo que no ha hecho el gobierno, hable con un maestro o maestra.  Mejor aún, escúchelo.  Verá cómo, cuando él o ella hablan de su situación, parece que describen la de usted.

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  Nosotras, nosotros, zapatistas, tratamos de entender.  Y para entender hay que escuchar.  Siempre que podemos, recurrimos a la información directa.  Para este caso, enviamos a un grupo de “Los Tercios Compas” (medios zapatistas de comunicación no de paga, no autónomos, no libres, no alternativos, pero compas) y escuchamos a bases de apoyo zapatistas que son parte del magisterio.  Lo siguiente es tomado de uno de los informes de esas escuchas:

Compañero Subcomandante Insurgente Moisés, te saludo y espero que te encuentres bien de salud y haciendo los trabajos para la lucha.

  Después de mi corto saludo, paso a informar: Bueno, pues la vimos la marcha de los maestros.  Pero no sólo maestros, también hay muchas maestras.  Los malditos policías los atacaron y también lo atacaron a la gente que andaba por ahí.  Hasta niños pasaron a golpear.  Luego lo vimos una pinta, que sea como un letrero pintado en la pared, que decía: “Policías: contra el pueblo muy chingones, pero contra el narco maricones”.  Lo miramos la marcha que están contentos los maestros.  Como que no importa que los golpearon y persiguieron y les aventaron ese humo que no deja respirar.  Ahí van los maestros y las maestras, y también van unas mamaces y papaces de los niños que van a la escuela y que sus familias lo apoyan a los maestros.  Se ve claro que no los llevaron a la fuerza, sino que llegaron por su gusto.  Están animados.  Y la gente en las casas le grita de apoyo a los maestros y las maestras.  Y en la calle les dan agua, frutas.  Se mira que los quieren a esos maestros que luchan.  Y entonces los maestros lo gritan la consigna de “este apoyo sí se ve” y, bueno, pues yo pensé que luego hay apoyo que no se ve, pero no hay consigna.

  Luego los fuimos a ver a los malditos policías que iban detrás de los maestros para perseguirlos.  Lo miramos que el policía está como muy derrotado.  Sólo unos pocos policías están de entusiastas y golpean sus escudos de plástico con sus garrotes, según para meter miedo, pero no dan miedo.  La mayoría de los policías apenas puede caminar, creo que porque está haciendo mucho calor.  Mucho sol ahí en Tuxtla.  Y los maestros y maestras pues se ve que están hallados a la chinga porque van contentos.  Hacen sus cantos y lo gritan sus consignas.  Lo cantaron esa de “Venceremos” y ya mero me pongo a cantar también, pero me acordé que voy de “Tercio compa” y pues no.  Los policías cada tanto que se detienen, rápido buscan donde hay sombra.  El mando los regaña porque no se quieren formar.  Lo escuchamos un policía que le está contando a otro que persiguió a una niña y a un maestro, y que corría más rápido el maestro que la niña.  Y se ríe el maldito como si fuera un chiste de perseguir a una niña.  Y cuando les dan orden de avanzar, los policías van con sus escudos arrastrando.  Unos llevan como unos botes de metal.  Otros llevan unos palos.  Cuando pasan, la gente en la calle les dice cosas a los policías, que se vayan les dicen, que ya no molestan a los maestros.  Unos, y otros de plano les mientan la madre a los policías.  Los policías los miran con coraje en su ojo, pero no paran.  Y son familias las que gritan.  En algunas casas y edificios hay letreros, así como carteles hechos a mano donde dice que se apoya a los maestros.  En las estaciones de radio lo escuchamos que la gente llama para comentar, pero no como otras veces que se quejan de los maestros porque bloquean.  Ahora se quejan de los federales, que están molestando nomás, que parece que estamos en guerra, que ni cuando los zapatistas se veía tanto policía en las calles de Tuxtla.  Nadie agradece al gobierno, lo dicen claro que la culpa es de los malos gobiernos.  Y entonces los del radio le cortan la palabra porque se ve que no les gusta lo que dice la gente.  Y luego los periódicos pues de plano no tienen vergüenza, ponen de otras cosas que ni al caso.  Que están preocupados los periodistas porque en Chenalhó los partidistas secuestraron a otros partidistas.  Pero como que los maestros lo hacen la política, explican su lucha y la gente los oye y los entiende.  Lo escuchamos lo que dice la gente.  A los gobiernos no los oyen y no los entienden.  Al Velasco le dicen “el niño” y se quejan del “niño”, que sólo salió bueno para tomarse fotos y para pasear.  Y luego que dicen los rumores que ya no está de por sí, que ya se están peleando los políticos para ver quién se queda de gobernador.  Y dicen “el que quede, es un ratero y sinvergüenza”.  Al gobierno no lo respetan.

  A los maestros los respetan y los quieren, les dan su agua y su fruta, los aplauden.  Hasta los carros, cuando pasan a un lado de la marcha, lo tocan su claxon y sacan la mano de apoyo.  Al policía puras mentadas.  Lo escuchamos a un maestro explicar su lucha: “Ahora se trata de la comida de nuestros hijos”.  En un lugar, cerca de aquí de Tuxtla, que se llama Chiapa de Corzo la gente se organizó y fue a corretear a los federales de ahí.  No eran maestros, eran familias.  Los golpearon y les aventaron gas, pero no se rindieron y sacaron a los federales.  Ya que lo miramos todo esto que decimos, nos regresamos para informar.

  Lo que vemos es que quién sabe qué vaya a pasar, pero los malos gobiernos ya perdieron.

  Es toda mi palabra

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  Ahora, preguntas para el examen de evaluación del gobierno federal:

Si un gobierno no está dispuesto a dialogar y negociar con sus opositores, ¿qué camino les dejan?  Si sólo se usa el argumento de la fuerza, ¿qué esperan como contra argumento?

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Moisés.             Subcomandante Insurgente Galeano.

México, mayo del 2016.

Del cuaderno de apuntes del gato-perro:

La Hora del Policía 2.  El vendedor de desodorante para metrosexuales, esa versión posmoderna de Gordolfo Gelatino, Aurelio Nuño Mayer, debe dejar de hacer campaña para la presidencia y reconocer ya que la reforma que dice defender ni es reforma ni es educativa.  Es sólo un descarado ajuste de personal.  Un patrón mal vestido con las ropas institucionales usa a un capataz perfumado para cerrar empleos.

Y para ser un capataz idiota que suspira por ser un buen policía, siga las siguientes instrucciones: Escriba 100 veces: “la educación pública en México es una empresa y como tal hay que manejarla”.  Ah, y no estudie historia.  Olvide que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación nació en 1979, en Chiapas, México.  Y que nació como respuesta a la brutalidad gubernamental.

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  Las batallas que libran l@s maestr@s y las familias no son el final de mayo.  Son apenas el inicio de muchos meses y luchas que se darán, y no sólo del magisterio.  En las geografías y los calendarios de abajo la historia no transcurre, se hace.

Doy fe.

Guau-Miau.

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Fuente: http://enlacezapatista.ezln.org.mx/

Apunte sobre la guerra contra el magisterio en resistencia:

(La Hora del Policía 3).

Junio del 2016.

Del cuaderno de apuntes del Gato-perro:

.- No sabemos si en el resto del país, pero al menos en Chiapas, los de arriba están perdiendo la guerra mediática.

Hemos visto a familias enteras, en el medio rural y el urbano, apoyar al magisterio. Y no nos referimos a apoyos del tipo “este puño sí se ve”, “el pueblo unido, jamás será vencido”, y las consignas que, a pesar de las distancias en calendarios y geografías, siguen siendo las mismas, porque abajo sigue siendo de elemental principio la solidaridad. Si en movilizaciones anteriores del magisterio rebelde, la “ciudadanía” (ese término que oculta la desigualdad) se mostraba hastiada y molesta, ahora las cosas han cambiado.

Cada vez más son las familias que socorren a l@s maestr@s, los apoyan para sus viajes y marchas, se angustian cuando son agredid@s, les ofrecen alimentos, bebidas y refugio. Son familias que, según la taxonomía de la izquierda electoral, estarían “embrutecidas” por la televisión, “son come tortas”, “están alienadas”, “son acarreadas”, “no tienen conciencia”. Pero al parecer, la descomunal campaña mediática en contra del magisterio que resiste, ha fracasado. El movimiento de resistencia contra la reforma educativa se ha convertido en un espejo para cada vez más gente-gente (es decir, no la de organizaciones sociales y políticas, sino gente común). Como si se hubiera despertado un sentimiento colectivo de urgencia ante la tragedia que viene. Como si cada golpe de tolete, cada bomba de gas, cada bala de goma, cada orden de aprehensión, fueran consignas elocuentes: “hoy la ataco a ella, a él; mañana iré por ti”. Tal vez por eso, detrás de cada maestro hay familias enteras que simpatizan con su causa y con su lucha.

¿Por qué? ¿Por qué un movimiento que ha sido ferozmente atacado por todos los frentes sigue creciendo? ¿Por qué, si son “vándalos”, “holgazanes”, “terroristas”, “corruptos”, “opositores-al-progreso”, mucha gente de abajo, no poca de en medio, y hasta alguna de arriba, saluda, así sea a veces en silencio, al magisterio que defiende lo que cualquier persona defendería?

.- “La realidad es mentira”. Así pudo haber cabeceado su nota el diario chiapaneco mal llamado “Cuarto Poder” (un medio nostálgico por la época de fincas y señores de horca y cuchillo) cuando “denunciaba” que era falsa la fiesta popular que, el pasado 9 de junio y en las calles de Tuxtla Gutiérrez, capital del suroriental estado mexicano de Chiapas, se celebró en apoyo al magisterio en resistencia. Parachicos, danzantes, musiqueros, trajes tradicionales, personas en sillas de ruedas, marimbas, tambores, pitos y flautas, lo mejor del arte zoque y miles de personas saludando la resistencia de l@s maestr@s. Del “éxito” de la guerra mediática contra la CNTE da cuenta una pancarta que rezaba “Gracias maestro, por enseñarme a luchar”. Otra más señalaba: “No soy maestro, pero soy chiapaneco y estoy contra la reforma educativa”.

Pero la que molestó a los directivos de “Cuarto Poder” fue la que decía, palabras más, palabras menos: “Si al güero Velasco lo ponen a gobernar en el desierto, en unos meses escaseaba la arena”.

.- Pues, a más de 3 años de que se promulgara la presunta “reforma educativa”, el señor Nuño todavía no puede presentar algún argumento educativo, así sea mínimo, a favor de su “programa de ajuste de personal”. Sus argumentos han sido, hasta ahora, los mismos de cualquier capataz de la época porfirista: gritos histéricos, golpes, amenazas, despidos, encarcelamientos. Los mismos que emplearía cualquier triste y gris aspirante a policía posmoderno.

.- Ya los golpearon, ya los gasearon, ya los encarcelaron, ya los amenazaron, ya los despidieron injustamente, ya los calumniaron, ya decretaron de facto el estado de sitio en la Ciudad de México. ¿Qué sigue? ¿Qué los desaparezcan? ¿Qué los asesinen? ¿En serio? ¿La reforma “educativa” nacerá sobre la sangre y cadáveres de maestras y maestros? ¿Van a suplir los plantones magisteriales con plantones policíacos y militares? ¿Los bloqueos de protesta por bloqueos con tanques y bayonetas?

.- Lecciones para Nuño sobre Terrorismo. La toma de rehenes (que eso y no otra cosa es la detención de miembros de la dirección de la CNTE), en cualquier terrorismo (el del Estado y el de sus espejos fundamentalistas) es un recurso para forzar un diálogo y una negociación. No sabemos si allá arriba se han dado cuenta o no, pero resulta que la otra parte (el magisterio) es quien busca el diálogo y la negociación. ¿O la SEP ya se afilió a ISIS y toma rehenes sólo para sembrar el terror?

.- Hay una anécdota que circulaba entre los servicios de inteligencia gubernamentales de las grandes potencias. Dicen que, para ganar la batalla mediática en la guerra contra Vietnam, los servicios de inteligencia norteamericanos creaban, ésa es la palabra, escenarios de victorias rotundas, de la creciente debilidad del enemigo, de la fortaleza moral y material de las tropas propias. Porque resulta que la estrategia llamada “ganar mentes y corazones”, que inicialmente estaba destinada a librarse en Vietnam, tuvo que librarse en las calles de las grandes ciudades de la Unión Americana. Después de ese abril de 1975 -que recordaba la derrota en Playa Girón, en la Cuba digna, en el mismo mes, pero de 1961-, un funcionario norteamericano dijo: “el problema es que fabricamos tantas mentiras para los medios que acabamos por creerlas nosotros mismos. Creamos una escenografía de victoria que ocultaba nuestro fracaso. Nuestra propia estridencia evitó que escucháramos el estrépito de nuestro derrumbe. No está mal mentir, lo malo es creerse las propias mentiras”. En fin, es claro que nosotras, nosotros, zapatistas, no sabemos mucho de medios de comunicación, pero en nuestra humilde opinión, es mal negocio poner, al frente de la campaña mediática de una privatización descarada, a un capataz triste y gris que quiere ser policía.

.- Iniciar a la niñez en los primeros pasos a la ciencia y el arte, eso es lo que hacen los maestros, maestras y maestroas.

Doy fe.
Maiu-Guau.


DESDE LA TEMPESTAD.

DESDE LA TEMPESTAD.

Comunicado Conjunto del Congreso Nacional Indígena y el EZLN sobre el cobarde ataque policíaco contra la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y la comunidad indígena de Nochixtlán, Oaxaca.

20 de junio del 2016.

Al Pueblo de México.
A los pueblos del Mundo:

Frente el cobarde ataque represivo que sufrieron los maestros, maestras y la comunidad en Nochixtlán, Oaxaca, -con que el Estado Mexicano nos recuerda que esto es una guerra contra todos y todas-; los pueblos, naciones y tribus que integramos el Congreso Nacional Indígena y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, le decimos al magisterio digno que no está solo, que sabemos que la razón y la verdad están de su lado, que la dignidad colectiva con la que habla su resistencia es inquebrantable y ésa es la principal arma de los que de abajo somos.

Repudiamos la escalada represiva con la que pretenden imponer en todo el país la reforma neoliberal capitalista a la que llaman “educativa”, principalmente en los estados de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán.  Con amenazas, persecuciones, golpes, encarcelamientos injustos y ahora asesinatos se quiere doblegar la dignidad del magisterio en rebeldía.

Llamamos a nuestros pueblos y a la sociedad civil en general a estar con el magisterio que resiste en todo momento, a reconocernos en él, pues la violencia para despojarlos de garantías laborales básicas con el propósito de hacer privada la educación, es un reflejo de la violencia con la que nos están despojando a los pueblos originarios, a los pueblos campesinos y urbanos.

Quienes se regocijan en el poder decidieron que la educación, la salud, los territorios indígenas y campesinos, e incluso la paz y seguridad, son una mercancía para quien pueda pagarla, que los derechos no son derechos sino productos y servicios que se arrebatan, se despojan, se destruyen, se negocian según lo dicte el gran capital.  Y esta aberración pretenden imponerla de una manera sangrienta; asesinando y desapareciendo a nuestr@s compañer@s, enviando a prisiones de alta seguridad a nuestr@s vocer@s, haciendo de la tortura descarada la mercadotecnia gubernamental y, con ayuda de los medios de comunicación de paga, equiparando con la delincuencia a lo más valioso de la sociedad mexicana, es decir a quienes luchan, no se rinden, no se venden y no claudican.

Exigimos el cese a la represión en contra del magisterio en lucha y la liberación inmediata e incondicional de TODOS los presos políticos.

Invitamos a todos los pueblos del campo y las ciudades a estar atentos y solidarios con la lucha magisterial, a organizarnos de forma autónoma para estar informados y alertas ante esta tormenta que cae sobre todas y todos, sabiendo que una tormenta, además de tempestad y caos, también hace fértil la tierra de donde nace siempre un nuevo mundo.

Desde las montañas, campos, valles, cañadas y barrios de los pueblos, naciones y tribus originarios de México.

¡Nunca más un México Sin Nosotros!

Congreso Nacional Indígena.
Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
México, a 20 de junio del 2016.

Chiapas/Nacional: Anuncia el EZLN segundo nivel de la Escuelita Zapatista

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Blog SIPAZ

(@Espoir Chiapas) (@Espoir Chiapas)

En un comunicado con fecha del 27 de julio de 2015 y firmado por los Subcomandantes Insurgentes Moisés y Galeano, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) anunció la realización del segundo nivel de la Escuelita Zapatista.

Las fechas, que fueron anunciadas en el comunicado “EN EL TABLÓN DE AVISOS. El Conserje”, son el 31 de julio, 1 y 2 de agosto. Pero, en esta ocasión, “[n]o se trata de venir a tierras zapatistas” sino que “[e]l segundo nivel será universal fuera de tierras zapatistas”. Argumentando que la situación económica y de represión gubernamental hacia los pueblos originarios está difícil, han organizado los siguientes niveles del 2 al 6 de tal manera que alumnas y alumnos no tengan que desplazarse “a cada rato” a territorio zapatista.

Las y los alumnos que hayan aprobado el primer nivel, recibirán un correo electrónico entre el…

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¡Hasta siempre Subcomandante! ¡Galeano vive!

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ENTRE LA LUZ Y LA SOMBRA.

 

 

En La Realidad, Planeta Tierra.

Mayo del 2014.

Compañera, compañeroa, compañero:

Buenas noches, tardes, días en cualesquiera que sea su geografía, su tiempo y su modo.

Buenas madrugadas.

Quisiera pedirles a las compañeras, compañeros y compañeroas de la Sexta que vienen de otras partes, especialmente a los medios libres compañeros, su paciencia, tolerancia y comprensión para lo que voy a decir, porque éstas serán mis últimas palabras en público antes de dejar de existir.

Me dirijo a ustedes y a quienes a través de ustedes nos escuchan y miran.

Tal vez al inicio, o en el transcurso de estas palabras vaya creciendo en su corazón la sensación de que algo está fuera de lugar, de que algo no cuadra, como si estuvieran faltando una o varias piezas para darle sentido al rompecabezas que se les va mostrando. Como que de por sí falta lo que falta.

Tal vez después, días, semanas, meses, años, décadas después se entienda lo que ahora decimos.

Mis compañeras y compañeros del EZLN en todos sus niveles no me preocupan, porque de por sí es nuestro modo acá: caminar, luchar, sabiendo siempre que siempre falta lo que falta.

Además de que, que no se ofenda nadie, la inteligencia de l@s compas zapatistas está muy por arriba del promedio.

Por lo demás, nos satisface y enorgullece que sea ante compañeras, compañeros y compañeroas, tanto del EZLN como de la Sexta, que se da a conocer esta decisión colectiva.

Y qué bueno que será por lo medios libres, alternativos, independientes, que este archipiélago de dolores, rabias y digna lucha que nos llamamos “la Sexta” tendrá conocimiento de esto que les diré, donde quiera que se encuentren.

Si a alguien más le interesa saber qué pasó este día tendrá que acudir a los medios libres para enterarse.

Va pues. Bienvenidas y bienvenidos a la realidad zapatista.

I.- Una decisión difícil.

Cuando irrumpimos e interrumpimos en 1994 con sangre y fuego, no iniciaba la guerra para nosotras, nosotros los zapatistas.

La guerra de arriba, con la muerte y la destrucción, el despojo y la humillación, la explotación y el silencio impuestos al vencido, ya la veníamos padeciendo desde siglos antes.

Lo que para nosotros inicia en 1994 es uno de los muchos momentos de la guerra de los de abajo contra los de arriba, contra su mundo.

Esa guerra de resistencia que día a día se bate en las calles de cualquier rincón de los cinco continentes, en sus campos y en sus montañas.

Era y es la nuestra, como la de muchos y muchas de abajo, una guerra por la humanidad y contra el neoliberalismo.

Contra la muerte, nosotros demandamos vida.
Contra el silencio, exigimos la palabra y el respeto.
Contra el olvido, la memoria.
Contra la humillación y el desprecio, la dignidad.
Contra la opresión, la rebeldía.
Contra la esclavitud, la libertad.
Contra la imposición, la democracia.
Contra el crimen, la justicia.

¿Quién con un poco de humanidad en las venas podría o puede cuestionar esas demandas?

Y en ese entonces muchos escucharon.

La guerra que levantamos nos dio el privilegio de llegar a oídos y corazones atentos y generosos en geografías cercanas y alejadas.

Faltaba lo que faltaba, y falta lo que falta, pero conseguimos entonces la mirada del otro, su oído, su corazón.

Entonces nos vimos en la necesidad de responder a una pregunta decisiva:

“¿Qué sigue?”

En las tétricas cuentas de la víspera no entraba la posibilidad de plantearnos pregunta alguna. Así que esa pregunta nos llevó a otras:

¿Preparar a los que siguen en la ruta de la muerte?

¿Formar más y mejores soldados?

¿Invertir empeños en mejorar nuestra maltrecha maquinaria de guerra?

¿Simular diálogos y disposición para la paz, pero seguir preparando nuevos golpes?

¿Matar o morir como único destino?

¿O debíamos reconstruir el camino de la vida, ése que habían roto y siguen rompiendo desde arriba?

El camino no sólo de los pueblos originarios, también de trabajadores, estudiantes, maestros, jóvenes, campesinos, además de todas las diferencias que se celebran arriba, y abajo se persiguen y se castigan.

¿Debíamos inscribir nuestra sangre en el camino que otros dirigen hacia el Poder o debíamos voltear el corazón y la mirada a los que somos y a los que son lo que somos, es decir los pueblos originarios, guardianes de la tierra y la memoria?

Nadie lo escuchó entonces, pero en los primeros balbuceos que fueron nuestras palabras advertimos que nuestro dilema no estaba entre negociar o combatir, sino entre morir o vivir.

Quien hubiera advertido entonces que ese temprano dilema no era individual, tal vez hubiera entendido mejor lo que ha ocurrido en la realidad zapatista los últimos 20 años.

Pero les decía yo que nos topamos con esa pregunta y ese dilema.

Y elegimos.

Y en lugar de dedicarnos a formar guerrilleros, soldados y escuadrones, preparamos promotores de educación, de salud, y se fueron levantando las bases de la autonomía que hoy maravilla al mundo.

En lugar de construir cuarteles, mejorar nuestro armamento, levantar muros y trincheras, se levantaron escuelas, se construyeron hospitales y centros de salud, mejoramos nuestras condiciones de vida.

En lugar de luchar por ocupar un lugar en el Partenón de las muertes individualizadas de abajo, elegimos construir la vida.

Esto en medio de una guerra que no por sorda era menos letal.

Porque, compas, una cosa es gritar “no están solos” y otra enfrentar sólo con el cuerpo una columna blindada de tropas federales, como ocurrió en la zona de Los Altos de Chiapas, y a ver si hay suerte y alguien se entera, y a ver si hay un poco más de suerte y el que se entera se indigna, y otro poco más de suerte y el que se indigna hace algo.

En el entretanto, las tanquetas son frenadas por las mujeres zapatistas, y a falta de parque fue con mentadas de madre y piedras que la serpiente de acero tuvo que echarse para atrás.

Y en la zona norte de Chiapas, padecer el nacimiento y desarrollo de las guardias blancas, recicladas entonces como paramilitares; y en la zona Tzotz Choj las agresiones continuas de organizaciones campesinas que de “independientes” a veces ni el nombre tienen; y en la zona de la Selva Tzeltal la combinación de paramilitares y contras.

Y una cosa es gritar “todos somos marcos” o “no todos somos marcos”, según el caso o cosa, y otra la persecución con toda la maquinaria de guerra, la invasión de poblados, el “peinado” de montañas, el uso de perros adiestrados, las aspas de los helicópteros artillados alborotando los copetes de las ceibas, el “vivo o muerto” que nació en los primeros días de enero de 1994 y alcanzó su nivel más histérico en 1995 y el resto del sexenio del ahora empleado de una trasnacional, y que esta zona de Selva Fronteriza padeció desde 1995 y a la que se suma después la misma secuencia de agresiones de organizaciones campesinas, uso de paramilitares, militarización, hostigamiento.

Si hay algún mito en todo esto no es el pasamontañas, sino la mentira que repiten desde esos días, incluso retomada por personas con altos estudios, de que la guerra contra los zapatistas sólo duró 12 días.

No haré un recuento detallado. Alguien con un poco de espíritu crítico y seriedad puede reconstruir la historia, y sumar y restar para sacar la cuenta, y decir si fueron y son más los reporteros que los policías y soldados; si fueron más los halagos que las amenazas e insultos, si el precio que se ponía era para ver el pasamontañas o para capturarlo “vivo o muerto”.

En esas condiciones, algunas veces sólo con nuestras fuerzas y otras con el apoyo generoso e incondicional de gente buena de todo el mundo, se fue avanzando en la construcción aún inacabada, es cierto, pero ya definida de lo que somos.

No es entonces una frase, afortunada o desafortunada, según se le vea desde arriba o desde abajo, la de “aquí estamos los muertos de siempre, muriendo de nuevo, pero ahora para vivir”. Es la realidad.

Y casi 20 años después…

El 21 de diciembre del 2012, cuando la política y el esoterismo coincidían, como otras veces, en predicar catástrofes que siempre son para los de siempre, los de abajo, repetimos el golpe de mano del 1 de enero del 94 y, sin disparar ni un solo tiro, sin armas, con nuestro solo silencio, postramos de nuevo la soberbia de las ciudades cuna y nido del racismo y el desprecio.

Si el primero de enero de 1994, miles de hombres y mujeres sin rostro atacaron y rindieron las guarniciones que protegían las ciudades, el 21 de diciembre del 2012 fueron decenas de miles que tomaron sin palabras los edificios desde donde se celebraba nuestra desaparición.

El sólo hecho inapelable de que el EZLN no sólo no se había debilitado, mucho menos desaparecido, sino que había crecido cuantitativa y cualitativamente hubiera bastado para que cualquier mente medianamente inteligente se diera cuenta de que, en esos 20 años, algo había cambiado al interior del EZLN y de las comunidades.

Tal vez más de alguno piense que nos equivocamos al elegir, que un ejército no puede ni debe empeñarse en la paz.

Por muchas razones, cierto, pero la principal era y es porque de esa forma terminaríamos por desaparecer.

Tal vez es cierto. Tal vez nos equivocamos al elegir cultivar la vida en lugar de adorar a la muerte.

Pero nosotros elegimos no escuchando a los de afuera. No a quienes siempre demandan y exigen la lucha a muerte, mientras los muertos los pongan otros.

Elegimos mirándonos y escuchándonos, siendo el Votán colectivo que somos.

Elegimos la rebeldía, es decir, la vida.

Eso no quiere decir que no supiéramos que la guerra de arriba trataría y trata de imponer de nuevo su dominio sobre nosotros.

Supimos y sabemos que una y otra vez habremos de defender lo que somos y como somos.

Supimos y sabemos que seguirá habiendo muerte para que haya vida.

Supimos y sabemos que para vivir, morimos.

II.- ¿Un fracaso?

Dicen por ahí que no hemos logrado nada para nosotros.

No deja de sorprender que se maneje con tanto desparpajo esta posición.

Piensan que los hijos e hijas de los comandantes y comandantas deberían disfrutar de viajes al extranjero, de estudios en escuelas privadas y luego de altos puestos en la empresa o la política. Que en lugar de trabajar la tierra para arrancarle con sudor y empeño el alimento, deberían lucirse en las redes sociales divirtiéndose en los antros, exhibiendo lujos.

Tal vez los subcomandantes deberían procrear y heredar a sus descendientes los cargos, las prebendas, los templetes, como hacen los políticos de todo el espectro.

Tal vez deberíamos, como los dirigentes de la CIOAC-H y de otras organizaciones campesinas, recibir privilegios y paga en proyectos y apoyos, quedarnos con la mayor parte y dejar a las bases sólo unas migajas, a cambio de que cumplan las órdenes criminales que vienen de más arriba.

Pero es cierto, no hemos logrado nada de eso para nosotros.

Difícil de creer que, 20 años después de aquel “nada para nosotros”, resultara que no era una consigna, una frase buena para carteles y canciones, sino una realidad, la realidad.

Si el ser consecuentes es un fracaso, entonces la incongruencia es el camino del éxito, la ruta al Poder.

Pero nosotros no queremos ir para allá.

No nos interesa.

En esos parámetros preferimos fracasar que triunfar.

III.- El relevo.

En estos 20 años ha habido un relevo múltiple y complejo en el EZLN.

Algunos han advertido sólo el evidente: el generacional.

Ahora están haciendo la lucha y dirigiendo la resistencia quienes eran pequeños o no habían nacido al inicio del alzamiento.

Pero algunos estudiosos no se han percatado de otros relevos:

El de clase: del origen clase mediero ilustrado, al indígena campesino.

El de raza: de la dirección mestiza a la dirección netamente indígena.

Y el más importante: el relevo de pensamiento: del vanguardismo revolucionario al mandar obedeciendo; de la toma del Poder de Arriba a la creación del poder de abajo; de la política profesional a la política cotidiana; de los líderes, a los pueblos; de la marginación de género, a la participación directa de las mujeres; de la burla a lo otro, a la celebración de la diferencia.

No me extenderé más sobre esto, porque ha sido precisamente el curso “La Libertad según l@s zapatistas” la oportunidad de constatar si en territorio organizado vale más el personaje que la comunidad.

En lo personal no entiendo por qué gente pensante que afirma que la historia la hacen los pueblos, se espante tanto ante la existencia de un gobierno del pueblo donde no aparecen los “especialistas” en ser gobierno.

¿Por qué les da terror el que sean los pueblos los que manden, los que dirijan sus pasos propios?

¿Por qué mueven la cabeza con desaprobación frente al mandar obedeciendo?

El culto al individualismo encuentra en el culto al vanguardismo su extremo más fanático.

Y ha sido eso precisamente, el que los indígenas manden y que ahora un indígena sea el vocero y jefe, lo que los aterra, los aleja, y finalmente se van para seguir buscando alguien que precise de vanguardias, caudillos y líderes. Porque también hay racismo en la izquierda, sobre todo en la que se pretende revolucionaria.

El ezetaelene no es de ésos. Por eso no cualquiera puede ser zapatista.

IV.- Un holograma cambiante y a modo. Lo que no será.

Antes del amanecer de 1994, pasé 10 años en estas montañas. Conocí y traté personalmente a algunos en cuya muerte morimos un mucho. Conozco y trato desde entonces con otros y otras más que hoy están aquí como nosotros.

Muchas madrugadas me encontré a mí mismo tratando de digerir las historias que me contaban, los mundos que dibujaban con silencios, manos y miradas, su insistencia en señalar algo más allá.

¿Era un sueño el mundo ése, tan otro, tan lejano, tan ajeno?

A veces pensé que se habían adelantado, que las palabras que nos guiaron y guían venían de tiempos para los que no habían aún calendarios, perdidos como estaban en geografías imprecisas: siempre el sur digno omnipresente en todos los puntos cardinales.

Luego supe que no me hablaban de un mundo inexacto y, por lo tanto, improbable.

Ese mundo ya andaba con su paso.

Ustedes, ¿no lo vieron? ¿No lo ven?

No hemos engañado a nadie de abajo. No escondemos que somos un ejército, con su estructura piramidal, su centro de mando, sus decisiones de arriba hacia abajo. No por congraciarnos con libertarios o por moda negamos lo que somos.

Pero cualquiera puede ver ahora si el nuestro es un ejército que suplante o impone.

Y debo decir esto, que ya he pedido la autorización del compañero Subcomandante Insurgente Moisés para hacerlo:

Nada de lo que hemos hecho, para bien o para mal, hubiera sido posible si un ejército armado, el zapatista de liberación nacional, no se hubiera alzado contra el mal gobierno ejerciendo el derecho a la violencia legítima. La violencia del de abajo frente a la violencia del de arriba.

Somos guerreros y como tales sabemos cuál es nuestro papel y nuestro momento.

En la madrugada del día primero del primer mes del año de 1994, un ejército de gigantes, es decir, de indígenas rebeldes, bajó a las ciudades para con su paso sacudir el mundo.

Apenas unos días después, con la sangre de nuestros caídos aún fresca en las calles citadinas, nos dimos cuenta de que los de afuera no nos veían.

Acostumbrados a mirar desde arriba a los indígenas, no alzaban la mirada para mirarnos.

Acostumbrados a vernos humillados, su corazón no comprendía nuestra digna rebeldía.

Su mirada se había detenido en el único mestizo que vieron con pasamontañas, es decir, que no miraron.

Nuestros jefes y jefas dijeron entonces:

“Sólo lo ven lo pequeño que son, hagamos a alguien tan pequeño como ellos, que a él lo vean y por él nos vean”

Empezó así una compleja maniobra de distracción, un truco de magia terrible y maravillosa, una maliciosa jugada del corazón indígena que somos, la sabiduría indígena desafiaba a la modernidad en uno de sus bastiones: los medios de comunicación.

Empezó entonces la construcción del personaje llamado “Marcos”.

Les pido que me sigan en este razonamiento:

Supongamos que es posible otra forma de neutralizar a un criminal. Por ejemplo, creándole su arma homicida, hacerle creer que es efectiva, conminarlo a construir, en base a esa efectividad, todo su plan, para, en el momento en que se prepara para disparar, el “arma” vuelva a ser lo que siempre fue: una ilusión.

El sistema entero, pero sobre todo sus medios de comunicación, juegan a construir famas para luego destruirlas si no se pliegan a sus designios.

Su poder residía (ya no, han sido desplazados en eso por las redes sociales) en decidir qué y quién existía en el momento en que elegían qué nombraban y qué callaban.

En fin, no me hagan mucho caso, como se ha demostrado en estos 20 años, yo no sé nada de medios masivos de comunicación.

El caso es que el SupMarcos pasó de ser un vocero a ser un distractor.

Si el camino de la guerra, es decir, de la muerte, nos había tomado 10 años; el de la vida tomó más tiempo y requirió más esfuerzo, por no hablar de sangre.

Porque, aunque no lo crean, es más fácil morir que vivir.

Necesitábamos tiempo para ser y para encontrar a quien supiera vernos como lo que somos.

Necesitábamos tiempo para encontrar a quien nos viera no hacia arriba, no hacia abajo, que de frente nos viera, que nos viera con mirada compañera.

Les decía que empezó entonces la construcción del personaje.

Marcos un día tenía los ojos azules, otro día los tenía verdes, o cafés, o miel, o negros, todo dependiendo de quién hiciera la entrevista y tomara la foto. Así fue reserva en equipos de futbol profesional, empleado en tiendas departamentales, chofer, filósofo, cineasta, y los etcéteras que pueden encontrar en los medios de paga de esos calendarios y en diversas geografías. Había un Marcos para cada ocasión, es decir, para cada entrevista. Y no fue fácil, créanme, no había entonces wikipedia y si venían del Estado Español tenía que investigar si el corte inglés, por ejemplo, era un corte de traje típico de Inglaterra, una tienda de abarrotes, o una tienda departamental.

Si me permiten definir a Marcos el personaje entonces diría sin titubear que fue una botarga.

Digamos que, para que me entiendan, Marcos era un Medio No Libre (ojo: que no es lo mismo que ser un medio de paga).

En la construcción y mantenimiento del personaje tuvimos algunos errores.

“Es de humanos el herrar”, dijo el herrero.

Durante el primer año agotamos, como quien dice, el repertorio de “Marcos” posibles. Así que para inicios de 1995 estábamos en apuros y el proceso de los pueblos estaba en sus primeros pasos.

Así que en 1995 ya no sabíamos cómo hacerle. Pero entonces es cuando Zedillo, con el PAN de la mano, “descubre” a Marcos con el mismo método científico con que encuentra osamentas, es decir, por delación esotérica.

La historia del tampiqueño nos dio aire, aunque el fraude posterior de la Paca de Lozano nos hizo temer que la prensa de paga cuestionara también el “desenmascaramiento” de Marcos y descubriera que era un fraude más. Afortunadamente no fue así. Como ésa, los medios siguieron tragando otras ruedas de molino semejantes.

Un tiempo después el tampiqueño llegó a estas tierras. Junto con el Subcomandante Insurgente Moisés, hablamos con él. Le ofrecimos entonces dar una conferencia conjunta, así podría él librarse de la persecución puesto que sería evidente que no eran Marcos y él la misma persona. No quiso. Vino a vivir acá. Salió algunas veces y su rostro puede encontrarse en las fotografías de los velorios de sus padres. Si quieren pueden entrevistarlo. Ahora vive en una comunidad, en…. Ah, no quiere que sepan dónde mero vive. No diremos nada más para que él, si así lo desea algún día, pueda contar la historia que vivió desde el 9 de febrero de 1995. Por nuestra parte sólo nos queda agradecerle que nos haya pasado datos que cada tanto usamos para alimentar la “certeza” de que el SupMarcos no es lo que es en realidad, es decir, una botarga o un holograma, sino un profesor universitario, originario del ahora doloroso Tamaulipas.

En el entretanto seguíamos buscando, buscándolas, buscándolos a ustedes, a quienes ahora están aquí y a quienes no están aquí pero están.

Lanzamos una y otra iniciativas para encontrar al otro, a la otra, a lo otro compañero. Diferentes iniciativas, tratando de encontrar la mirada y el oído que necesitamos y merecemos.

En el entretanto, seguía el avance de los pueblos y el relevo del que se ha hablado mucho o poco, pero que se puede constatar directamente, sin intermediarios.

En la búsqueda de lo otro, una y otra vez fracasamos.

A quien encontrábamos o nos quería dirigir o quería que lo dirigiéramos.

Había quienes se acercaban y lo hacían con el afán de usarnos, o para mirar hacia atrás, sea con la nostalgia antropológica, sea con la nostalgia militante.

Así para unos éramos comunistas, para otros trotskistas, para otros anarquistas, para otros maoístas, para otros milenaristas, y ahí les dejo varios “istas” para que pongan lo que sea de su conocimiento.

Así fue hasta la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, la más audaz y la más zapatista de las iniciativas que hemos lanzado hasta ahora.

Con la Sexta al fin hemos encontrado quien nos mira de frente y nos saluda y abraza, y así se saluda y abraza.

Con la Sexta al fin los encontramos a ustedes.

Por fin, alguien que entendía que no buscábamos ni pastores que nos guiaran, ni rebaños a los cuales conducir a la tierra prometida. Ni amos ni esclavos. Ni caudillos ni masas sin cabeza.

Pero faltaba ver si era posible que miraran y escucharan lo que siendo somos.

Al interior, el avance de los pueblos había sido impresionante.

Entonces vino el curso “La Libertad según l@s zapatistas”.

En 3 vueltas, nos dimos cuenta de que ya había una generación que podía mirarnos de frente, que podía escucharnos y hablarnos sin esperar guía o liderazgo, ni pretender sumisión ni seguimiento.

Marcos, el personaje, ya no era necesario.

La nueva etapa en la lucha zapatista estaba lista.

Pasó entonces lo que pasó y muchas y muchos de ustedes, compañeras y compañeros de la Sexta, lo conocen de manera directa.

Podrán decir luego que lo del personaje fue ocioso. Pero una revisión honesta de esos días dirá de cuántas y cuántos voltearon a mirarnos, con agrado o desagrado, por los desfiguros de una botarga.

Así que el relevo de mando no se da por enfermedad o muerte, ni por desplazamiento interno, purga o depuración.

Se da lógicamente de acuerdo a los cambios internos que ha tenido y tiene el EZLN.

Sé que eso no cuadra con los esquemas cuadrados que en los distintos arriba hay, pero eso la verdad nos tiene sin cuidado.

Y si esto arruina la perezosa y pobre elaboración de los rumorólogos y zapatólogos de Jovel, pues ni modos.

Ni estoy ni he estado enfermo, ni estoy ni he estado muerto.

O sí, aunque tantas veces me mataron, tantas veces me morí, y de nuevo estoy aquí.

Si alentamos esos rumores fue porque así convenía.

El último gran truco del holograma fue simular enfermedad terminal, e incluso todas las muertes que ha padecido.

Por cierto, lo de “si su salud lo permite”, que el Subcomandante Insurgente Moisés usó en el comunicado anunciando la compartición con el CNI, era un equivalente a “si el pueblo lo pide” o “si las encuestas me favorecen” o “si dios me da licencia” u otros lugares comunes que han sido la muletilla en la clase política en los últimos tiempos.

Si me permiten un consejo: deberían cultivar un poco el sentido del humor, no sólo por salud mental y física, también porque sin sentido del humor no van a entender al zapatismo. Y el que no entiende, juzga; y el que juzga, condena.

En realidad ésa ha sido la parte más sencilla del personaje. Para alimentar el rumor sólo fue necesario decirle a algunas personas en específico: “te voy a decir un secreto pero prométeme que no se lo vas a contar nadie”.

Por supuesto que lo contaron.

Los principales colaboradores involuntarios del rumor de enfermedad y muerte han sido los “expertos en zapatología” que en la soberbia Jovel y en la caótica Ciudad de México presumen su cercanía con el zapatismo y el profundo conocimiento que de él tienen, además, claro, de los policías que también cobran como periodistas, de los periodistas que cobran como policías, y de l@s periodistas que sólo cobran, y mal, como periodistas.

Gracias a todas y todos ellos y ellas. Gracias por su discreción. Hicieron exactamente como suponíamos que iban a hacer. Lo único malo de todo esto, es que dudo que ahora alguien les confíe ningún secreto.

Es nuestra convicción y nuestra práctica que para rebelarse y luchar no son necesarios ni líderes ni caudillos ni mesías ni salvadores. Para luchar sólo se necesitan un poco de vergüenza, un tanto de dignidad y mucha organización.

Lo demás, o sirve al colectivo o no sirve.

Ha sido particularmente cómico lo que el culto al individuo ha provocado en los politólogos y analistas de arriba. Ayer dijeron que el futuro de este pueblo mexicano dependía de la alianza de 2 personalidades. Antier dijeron que Peña Nieto se independizaba de Salinas de Gortari, sin darse cuenta de que, entonces, si criticaban a Peña Nieto, se ponían del lado de Salinas de Gortari; y que si criticaban a éste último, apoyaban a Peña Nieto. Ahora dicen que hay que optar por un bando en la lucha de arriba por el control de las telecomunicaciones, así que o estás con Slim o estás con Azcárraga-Salinas. Y más arriba, o con Obama o con Putin.

Quienes hacia arriba suspiran y miran pueden seguir buscando su líder; pueden seguir pensando que ahora sí se van a respetar los resultados electorales; que ahora sí Slim va a apoyar la opción electoral de izquierda; que ahora sí en Game of Thrones van a aparecer los dragones y las batallas; que ahora sí en la serie televisiva The Walking Dead, Kirkman se va a apegar al comic; que ahora sí las herramientas hechas en china no se van a quebrar a la primera vuelta; que ahora sí el futbol va a ser deporte y no negocio.

Y sí, puede que en algunos de los casos sí le atinen, pero no hay que olvidar que en todos ellos son meros espectadores, es decir, consumidores pasivos.

Quienes amaron y odiaron al SupMarcos ahora saben que han odiado y amado a un holograma. Sus amores y odios han sido, pues, inútiles, estériles, vacíos, huecos.

No habrá entonces casa-museo o placas de metal en donde nací y crecí. Ni habrá quien viva de haber sido el subcomandante Marcos. Ni se heredará su nombre ni su cargo. No habrán viajes todo pagado para dar pláticas en el extranjero. No habrá traslado ni atención en hospitales de lujo. No habrán viudas ni hereder@s. No habrán funerales, ni honores, ni estatuas, ni museos, ni premios, ni nada de lo que el sistema hace para promover el culto al individuo y para menospreciar al colectivo.

El personaje fue creado y ahora sus creadores, los zapatistas y las zapatistas, lo destruimos.

Si alguien entiende esta lección que dan nuestras compañeras y compañeros, habrá entendido uno de los fundamentos del zapatismo.

Así que en los últimos años ha pasado lo que ha pasado.

Entonces vimos que la botarga, el personaje, el holograma pues, ya no era necesario.

Una y otra vez planeamos, y una y otra vez esperamos el momento indicado: el calendario y la geografía precisas para mostrar lo que en verdad somos a quienes son en verdad.

Entonces llegó Galeano con su muerte a marcarnos la geografía y el calendario: “aquí, en La Realidad; ahora: en el dolor y la rabia

V.- El dolor y la Rabia. Susurros y gritos.

Cuando llegamos al caracol aquí en La Realidad, sin que nadie nos lo dijera empezamos a hablar en susurros.

Quedo hablaba nuestro dolor, quedito nuestra rabia.

Como si tratáramos de evitar que al Galeano lo ahuyentaran los ruidos, los sonidos que le eran ajenos.

Como si nuestras voces y pasos lo llamaran.

Espera compa”, decía nuestro silencio.

No te vayas”, susurraban las palabras.

Pero hay otros dolores y otras rabias.

Ahora mismo, en otros rincones de México y del mundo, un hombre, una mujer, unoa otroa, un niño, una niña, un anciano, una anciana, una memoria, es golpeada a mansalva, rodeada por el sistema hecho crimen voraz, es garroteada, macheteada, baleada, rematada, arrastrada entre burlas, abandonada, recuperado y velado su cuerpo, enterrada su vida.

Sólo algunos nombres:

Alexis Benhumea, asesinado en el Estado de México.
Francisco Javier Cortés, asesinado en el Estado de México.
Juan Vázquez Guzmán, asesinado en Chiapas.
Juan Carlos Gómez Silvano, asesinado en Chiapas.
El compa Kuy, asesinado en el DF.
Carlo Giuliani, asesinado en Italia.
Aléxis Grigoropoulos, asesinado en Grecia.
Wajih Wajdi al-Ramahi, asesinado en un Campo de refugiados en la ciudad cisjordana de Ramala. 14 años, asesinado de un tiro en la espalda desde un puesto de observación del ejército israelí, no había marchas, ni protestas ni nada en la calle.
Matías Valentín Catrileo Quezada, mapuche asesinado en Chile.
Teodulfo Torres Soriano, compa de la Sexta desaparecido en la Ciudad de México.
Guadalupe Jerónimo y Urbano Macías, comuneros de Cherán, asesinados en Michoacán.
Francisco de Asís Manuel, desaparecido en Santa María Ostula
Javier Martínes Robles, desaparecido en Santa María Ostula
Gerardo Vera Orcino, desaparecido en Santa María Ostula
Enrique Domínguez Macías, desaparecido en Santa María Ostula
Martín Santos Luna, desaparecido en Santa María Ostula
Pedro Leyva Domínguez, asesinado en Santa María Ostula.
Diego Ramírez Domínguez, asesinado en Santa María Ostula.
Trinidad de la Cruz Crisóstomo, asesinado en Santa María Ostula.
Crisóforo Sánchez Reyes, asesinado en Santa María Ostula.
Teódulo Santos Girón, desparecido en Santa María Ostula.
Longino Vicente Morales, desaparecido en Guerrero.
Víctor Ayala Tapia, desaparecido en Guerrero.
Jacinto López Díaz “El Jazi”, asesinado en Puebla.
Bernardo Vázquez Sánchez, asesinado en Oaxaca
Jorge Alexis Herrera, asesinado en Guerrero.
Gabriel Echeverría, asesinado en Guerrero.
Edmundo Reyes Amaya, desaparecido en Oaxaca.
Gabriel Alberto Cruz Sánchez, desaparecido en Oaxaca.
Juan Francisco Sicilia Ortega, asesinado en Morelos.
Ernesto Méndez Salinas, asesinado en Morelos.
Alejandro Chao Barona, asesinado en Morelos.
Sara Robledo, asesinada en Morelos.
Juventina Villa Mojica, asesinada en Guerrero.
Reynaldo Santana Villa, asesinado en Guerrero.
Catarino Torres Pereda, asesinado en Oaxaca.
Bety Cariño, asesinada en Oaxaca.
Jyri Jaakkola, asesinado en Oaxaca.
Sandra Luz Hernández, asesinada en Sinaloa.
Marisela Escobedo Ortíz, asesinada en Chihuahua.
Celedonio Monroy Prudencio, desaparecido en Jalisco.
Nepomuceno Moreno Nuñez, asesinado en Sonora.

Los y las migrantes desparecidas forzosamente y probablemente asesinadas en cualquier rincón del territorio mexicano.

Los presos a quienes se quiere matar en vida: Mumia Abu Jamal, Leonard Peltier, los Mapuche, Mario González, Juan Carlos Flores.

El continuo entierro de voces que vida fueron, silenciadas por el caer de la tierra y el cerrarse de las rejas.

Y la burla mayor es que, en cada paletada de tierra que arroja el esbirro en turno, el sistema va diciendo: “no vales, no importas, nadie te llora, a nadie le da rabia tu muerte, nadie sigue tu paso, nadie levanta tu vida

Y con la última paletada sentencia: “aunque agarren y castiguen a los que te matamos, siempre encontraré otro, otra, otros, que de nuevo te embosquen y repitan la danza macabra que acabó con tu vida

Y dice “Tu justicia pequeña, enana, fabricada para que los medios de paga simulen y obtengan un poco de calma para frenar el caos que se les viene encima, no me espanta, no me daña, no me castiga

¿Qué le decimos a ese cadáver al que, en cualquier rincón del mundo de abajo, se le entierra en el olvido?

¿Que sólo nuestros dolor y rabia cuentan?

¿Que sólo nuestro coraje importa?

¿Que mientras susurramos nuestra historia, no escuchamos su grito, su alarido?

Tiene tantos nombres la injusticia y son tantos los gritos que provoca.

Pero nuestro dolor y nuestra rabia no nos impiden escuchar.

Y nuestros susurros no son sólo para lamentar la caída de nuestros muertos injustamente.

Son para así poder escuchar a otros dolores, hacer nuestras otras rabias y seguir así en el complicado, largo y tortuoso camino de hacer de todo eso un alarido que se transforme en lucha libertadora.

Y no olvidar que, mientras alguien susurra, alguien grita.

Y sólo el oído atento puede escuchar

Mientras hablamos y escuchamos ahora, alguien grita de dolor, de rabia.

Y así como hay que aprender a dirigir la mirada, la escucha debe encontrar el rumbo que la haga fértil.

Porque mientras alguien descansa, hay quien sigue cuesta arriba.

Para mirar ese empeño, basta bajar la mirada y elevar el corazón.

¿Pueden?

¿Podrán?

La justicia pequeña se parece tanto a la venganza. La justicia pequeña es la que reparte impunidad, pues al castigar a uno, absuelve a otros.

La que queremos nosotros, por la que luchamos, no se agota en encontrar a los asesinos del compa Galeano y ver que reciban su castigo (que así será, que nadie se llame a engaño).

La búsqueda paciente y porfiada busca la verdad, no el alivio de la resignación.

La justicia grande tiene qué ver con el compañero Galeano enterrado.

Porque nosotros nos preguntamos no qué hacemos con su muerte, sino qué debemos hacer con su vida.

Disculpen si entro en el pantanoso terreno de los lugares comunes, pero ese compañero no merecía morir, no así.

Todo su empeño, su sacrificio cotidiano, puntual, invisible para quien no fuera nosotros, fue por la vida.

Y sí les puedo decir que fue un ser extraordinario y además, y esto es lo que maravilla, hay miles de compañeras y compañeros como él en las comunidades indígenas zapatistas, con el mismo empeño, idéntico compromiso, igual claridad y un único destino: la libertad.

Y haciendo cuentas macabras: si alguien merece la muerte es quien no existe ni ha existido, como no sea en la fugacidad de los medios de comunicación de paga.

Ya nos ha dicho nuestro compañero jefe y vocero del EZLN, el Subcomandante Insurgente Moisés, que al asesinar a Galeano, o a cualquiera de los zapatistas, los de arriba querían asesinar al EZLN.

No como ejército, sino como rebelde necio que construye y levanta vida donde ellos, los de arriba, desean el páramo de las industrias mineras, petroleras, turísticas, la muerte de la tierra y de quienes la habitan y trabajan.

Y ha dicho que hemos venido, como Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, a desenterrar a Galeano.

Pensamos que es necesario que uno de nosotros muera para que Galeano viva.

Y para que esa impertinente que es la muerte quede satisfecha, en su lugar de Galeano ponemos otro nombre para que Galeano viva y la muerte se lleve no una vida, sino un nombre solamente, unas letras vaciadas de todo sentido, sin historia propia, sin vida.

Así que hemos decidido que Marcos deje de existir hoy.

Lo llevarán de la mano sombra el guerrero y lucecita para que no se pierda en el camino, Don Durito se irá con él, lo mismo que el Viejo Antonio.

No lo extrañarán las niñas y niños que antes se juntaban para escuchar sus cuentos, pues ya son grandes, ya tienen juicio, ya luchan como el que más por la libertad, la democracia y la justicia, que son la tarea de cualquier zapatista.

El gato-perro, y no un cisne, entonará ahora el canto de despedida.

Y al final, quienes entiendan, sabrán que no se va quien nunca estuvo, ni muere quien no ha vivido.

Y la muerte se irá engañada por un indígena con el nombre de Galeano en la lucha, y en esas piedras que han colocado en su tumba volverá a andar y a enseñar, a quien se deje, lo básico del zapatismo, es decir, no venderse, no rendirse, no claudicar.

¡Ah la muerte! Como si no fuera evidente que a los de arriba los libera de toda corresponsabilidad, más allá de la oración fúnebre, el homenaje gris, la estatua estéril, el museo controlador.

¿A nosotros? Bueno, pues a nosotros la muerte nos compromete por lo que tiene de vida.

Así que aquí estamos, burlando a la muerte en la realidad.

Compas:

Dicho todo lo anterior, siendo las 0208 del 25 de mayo del 2014 en el frente de combate suroriental del EZLN, declaro que deja de existir el conocido como Subcomandante Insurgente Marcos, el autodenominado “subcomandante de acero inoxidable”.

Eso es.

Por mi voz ya no hablará la voz del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Vale. Salud y hasta nunca… o hasta siempre, quien entendió sabrá que eso ya no importa, que nunca ha importado.

Desde la realidad zapatista.

Subcomandante Insurgente Marcos.
México, 24 de mayo del 2014.

P.D.1.- ¿“Game is over”?
P.D.2.- ¿Jaque Mate?
P.D.3.- ¿Touché?
P.D. 4.- Ahí se ven, raza, y manden tabaco.
P.D. 5.- Mmh… así que esto es el infierno… ¡Ése Piporro, Pedro, José Alfredo! ¿Cómo? ¿Por machistas? Nah, no lo creo, si yo nunca…
P.D.-6.- O sea que como quien dice, sin la botarga, ¿ya puedo andar desnudo?
P.D. 7.- Oigan, está muy oscuro acá, necesito una lucecita.

(…)

(se escucha una voz en off)

Buenas madrugadas tengan compañeras y compañeros. Mi nombre es Galeano, Subcomandante Insurgente Galeano.

¿Alguien más se llama Galeano?

(se escuchan voces y gritos)

Ah, tras que por eso me dijeron que cuando volviera a nacer, lo haría en colectivo.

Sea pues.

Buen viaje. Cuídense, cuídenos.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Galeano.

México, mayo del 2014.

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Más informaciones en los Medios Libres:

http://desinformemonos.org/2014/05/adios-al-subcomandante-marcos-nace-galeano/

http://www.agenciasubversiones.org/

https://zapateando.wordpress.com/

http://www.proyectoambulante.org/

https://soundcloud.com/promedios-de-comunicaci-n-comunitaria

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Luchas “muy otras” en Xalapa

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Estudiantes del primer curso “La Libertad según los y las zapatistas” (La Escuelita) comentarán el libro Luchas “muy otras” (descargar aquí) con 4 de sus co-autores en Xalapa, Ver., el lunes 28 de abril 2014 (17 hrs.), en el Salón Azul de la ex Unidad de Humanidades de la Universidad Veracruzana.

Mapa de acceso

El colectivo Zapateando Medios Libres se ha encargado de la grabación, edición y difusión de los vídeos de esta presentación. ¡Kobala compas!

 

Presentaciones del libro Luchas “muy otras” en Querétaro y Guanajuato (8 y 9 de abril)

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El libro colectivo Luchas “muy otras” (descarga aquí) se presentará en las ciudades de Guanajuato y Querétaro los días 8 y 9 de abril de 2014 (ver carteles abajo). Con la participación de Marisol, cantautora jaranera. 

Otra presentación tendrá lugar el lunes 28 de abril (17:00 hrs.) en el Salón Azul de la Facultad de Humanidades de la Universidad Veracruzana, en Xalapa, Veracruz. Participarán co-autor@s y estudiantes de La Escuelita.

 

De regreso a clases en la Escuelita

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En vísperas de la segunda y la tercera vuelta a la Escuelita, compartimos estas ligas sobre las experiencias vividas por varios alumnos en agosto de 2013. Más informaciones en Enlace Zapatista, y en Escuelita Zapatista entre otras fuentes disponibles en Internet.

“Encuentro de exalumnos de la Escuelita Zapatista”5 testimonios en Desinformémonos

“Catorce historias de cómo se vivió La Escuelita Zapatista”Desinformémonos, 25/08/13

“México: Desde la Otra Tijuana la experiencia de la Escuelita Zapatista”

Jesús Aldabi Olvera, “La escuelita zapatista: enseñanzas para el mundo”Proceso, 16/09/13

Raúl Zibechi, “Las escuelitas de abajo”La Jornada, 23/08/13

Raúl Zibechi, “Los zapatistas, el arte de construir un mundo nuevo”Desinformémonos, 01/09/13

Gilberto López y Rivas, “Apuntes del curso ‘La libertad según l@s zapatistas’”La Jornada, 30/08/13

Neil Harvey, “Principios y modos zapatistas”La Jornada, 30/08/13

Alex Mensing, “En la Escuelita Zapatista los estudiantes aprenden organización comunitaria y resistencia civil como forma de vida”Narconews, 29/08/13

René Olvera Salinas, “Votán Zapata, palabra y acción caminando rumbo al corazón de nuestros territorios”, Rebelión, 09/09/2013

 

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