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Chuparse el dedo

Bebé chupándose el dedo
Crédito de la foto: iStock.com / whitephotoroma

¿Por qué sucede?

Los niños pequeños se chupan el dedo porque les consuela y les tranquiliza. Tu niño probablemente practicó este hábito mientras estaba todavía en tu vientre y lo perfeccionó durante su primera infancia.

Ahora podría volver a hacerlo cuando esté cansado, asustado, aburrido, enfermo, o tratando de adaptarse a desafíos como comenzar el preescolar o hacer un viaje largo en auto.

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Quizás también usará su pulgar para dormirse a la hora de dormir y ayudarse a dormir otra vez cuando se despierte en medio de la noche.

¿Qué puedo hacer al respecto?

Las siguientes pautas te pueden ayudar:

No te preocupes. La Asociación Dental Estadounidense dice que la mayoría de los niños pueden chuparse el dedo sin dañar la alineación de sus dientes o mandíbulas hasta que sus dientes permanentes empiecen a aparecer (los dientes permanentes no suelen salir hasta alrededor de los 6 años.)

Además, chuparse el dedo no es igual de perjudicial para todos los niños. Los expertos dicen que son la intensidad de la chupada y el empuje de la lengua los que deforman los dientes y luego hacen necesarios los frenillos.

Los niños que sostienen sus pulgares pasivamente en sus bocas tienen menos posibilidades de dañarse los dientes que los niños que chupan agresivamente. Observa a tu hijo y analiza su técnica. Si se chupa el dedo vigorosamente quizás quieras empezar a frenar su hábito más temprano, cuando tenga alrededor de 4 años.

Si el pulgar de tu niño se pone rojo y agrietado por chupárselo, puedes intentar aplicar pomada, crema, o loción hidratantes mientras duerme. (Si se la aplicas mientras está despierto, podría terminar en su boca.)

La mayoría de los niños dejan de chuparse el dedo sin que los presionen entre los 2 y 4 años de edad. Algunos continúan un poco más de tiempo pero ver el comportamiento de otros niños en el jardín de niños, generalmente los ayuda a dejarlo.

Déjalo hacerlo. Regañar o castigar a tu niño no ayudará, porque usualmente él no se da cuenta cuando se chupa el dedo. Además, presionarlo a parar pudiera intensificar su deseo de hacerlo aún más.

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Y técnicas como poner una venda elástica en su pulgar le parecerán un castigo injusto, especialmente porque él usa este hábito para consolarse y darse seguridad.

Trata de esperar con paciencia. "Los niños usualmente dejan de chuparse el dedo cuando han encontrado otras maneras de calmarse y consolarse", dice la pediatra Suzanne Dixon.

Por ejemplo, aunque un niñito de 1 año que tiene hambre puede chuparse el dedo, un niño mayor (de 3 ó 4 años) podría simplemente abrir el refrigerador y buscar algo de comer o pedirle a los padres una botana.

Anticípate a su hábito de chuparse el dedo con otras actividades. Si puedes identificar los tiempos y lugares cuando es particularmente probable que tu niño se chupe el dedo — mientras ve la televisión, por ejemplo — podrías intentar darle un sustituto, como una pelota blanda que puede apretar o títeres con los que jugar.

Si tiende a chuparse el pulgar cuando está cansado, añade más siestas a su horario. O si lo hace cuando está frustrado, ayúdale a expresar sus sentimientos con palabras.

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La clave es darse cuenta de cuándo y dónde ocurre este hábito, y distraer su atención ofreciéndole una alternativa.
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Beth es redactora técnica experimentadada que se especializa en salud, servicios financieros, seguros y bienes raíces, entre otros.
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