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Etapas del parto

Contracciones del parto
Crédito de la foto: Thinkstock

¿Cuáles son las etapas del parto y el nacimiento?

El proceso del parto y el nacimiento se divide en tres etapas:

  • La primera etapa empieza desde el momento en que aparecen las contracciones, las cuales causan cambios progresivos en el cuello uterino y termina cuando este está completamente dilatado.
  • La segunda etapa del parto empieza cuando estás completamente dilatada y termina con el nacimiento de tu bebé. A esta etapa también se le conoce como la etapa de "pujar".
  • La tercera etapa del parto inicia justo después de dar a luz y termina cuando expulsas la placenta.
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¿Cuánto tarda el parto?

El parto generalmente avanza de manera más rápida entre las mujeres que ya han tenido un parto vaginal.

Primera etapa del parto

La primera etapa del parto tiene tres fases:

  • Fase temprana: tu cuello uterino se afina gradualmente (se vuelve más delgado) y se dilata (abre) hasta llegar a unos 6 centímetros de diámetro al final de esta fase.
  • Fase activa: tu cuello uterino empieza a dilatarse más rápidamente y se abre hasta alcanzar 10 cm de diámetro. Las contracciones son más prolongadas, fuertes y frecuentes.
  • Fase de transición: durante la última fase del parto activo, las contracciones se vuelven aún más prolongadas, intensas y seguidas, y esta podría ser la parte más difícil de todo tu parto.
La primera fase del parto es la que más tarda, sobre todo cuando das a luz por primera vez, y podría durar desde algunas horas hasta algunos días. La fase temprana suele ser la más demorada y la fase de transición la más rápida.

Fase 1: parto temprano

Qué puedes esperar

  • Empiezan las contracciones. Empezarás a tener contracciones a intervalos relativamente regulares. Ten en cuenta que a que a veces es difícil distinguir las contracciones que ocurren en la fase temprana del parto y las contracciones de Braxton Hicks, que podrían presentarse justo antes, simulando lo que se conoce como un falso parto.

    Las verdaderas contracciones se vuelven más frecuentes con el paso del tiempo y ocurren con más regularidad que las de Braxton Hicks. Si no estás segura si se trata de contracciones verdaderas, trata de mantener una conversación con tu pareja o la persona que esté contigo durante el parto. Si no logras terminar una oración porque tienes que parar para respirar durante las contracciones, lo más probable es que estés entrando en el parto activo.
  • Las contracciones se vuelven más largas, fuertes y frecuentes. Hacia el final de la fase temprana, te vendrán aproximadamente cada cuatro o cinco minutos y durarán entre 40 y 60 segundos cada una. Algunas mujeres tienen contracciones mucho más frecuentes durante esta fase, aunque tienden a ser suaves y a durar menos de un minuto. La fase temprana del parto termina cuando alcanzas una dilatación de unos 6 cm y el parto empieza a acelerarse.
  • Podrías sentir dolor. Algunas veces las contracciones de la fase temprana son bastante dolorosas. Si tienes un parto típico, sin embargo, tus primeras contracciones serán suaves lo suficiente como para que puedas hablar mientras duran, entretenerte haciendo alguna cosa en la casa o incluso dormitar unos minutos entre una y otra contracción.
  • Podrías tener una secreción vaginal mucosa. Puede que también notes un aumento de mucosidad en el flujo vaginal, que a veces va acompañada de algunos hilos de sangre. Esto es perfectamente normal, pero asegúrate de llamar a tu médico si notas más que unos hilos de sangre.
  • Quizás se te rompa la fuente o bolsa de aguas. Si te pasa, llama a tu médico, aunque no tengas contracciones.
Qué puedes hacer tú

  • Cronometra periódicamente tus contracciones. No te conviertas en una esclava de tu cronómetro todavía, porque puede ser estresante y agotador registrar cada contracción durante las largas horas del parto. Eso además no es necesario. En su lugar, toma el tiempo de las contracciones de manera periódica para tener una idea de lo que está pasando. En la mayoría de los casos, las contracciones mismas (mediante su frecuencia e intensidad) te avisarán cuándo es el momento de tomarlas más en serio. También podrías pedirle a la persona que te esté acompañando durante el parto que anote el momento en que ya no logras relajarte completamente entre las contracciones, o no puedes completar una frase o expresar un pensamiento sin tener que detenerte para lidiar con la contracción.
  • Descansa. Es importante hacer todo lo posible para descansar, ya que te puede esperar un largo día (o noche). Si estás cansada, trata de dormir un poco entre cada contracción.
  • Relájate. Si te sientes ansiosa, puedes probar algunos ejercicios de relajación, date un baño caliente o haz algo para distraerte un poco, como ver una película o leer un libro o una revista.
  • Bebe mucho líquido, de manera que estés bien hidratada. Y no te olvides de ir al baño con frecuencia, incluso si no sientes muchas ganas. Si la vejiga está llena, puede resultarle más difícil al útero contraerse eficazmente, y si la vejiga está vacía, el bebé tiene más espacio para descender.
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Fase 2: parto activo

Qué puedes esperar

  • Las contracciones se intensifican. El parto activo es cuando las cosas empiezan a acelerarse. Las contracciones se vuelven más intensas (más frecuentes, largas y fuertes), hasta el punto que cuando las tienes se te dificulta hablar.
  • Las contracciones se vuelven más frequentes. Las contracciones generalmente se vuelven más frecuentes y hacia el final aparecen alrededor de cada dos minutos y medio o tres, aunque para algunas mujeres las contracciones nunca llegan más rápido que cada 5 minutos, incluso en el periodo de transición.
  • El cuello del útero se dilata. El cuello uterino comienza a dilatarse más rápidamente. A la última parte de la fase activa del parto, cuando el cuello del útero aumenta de 8 centímetros a los 10 centímetros de dilatación, se le llama fase de transición (la cual se describe en la próxima sección).
  • Tu bebé empezará a descender. Hacia el final de esta fase, tu bebé podría empezar a descender, aunque puede que ya haya empezado a hacerlo antes. O bien, es posible que descienda en la próxima fase.
  • Náuseas y vómitos. Son comunes en esta fase, y podrían ser causados por la caída de la presión arterial debido a la anestesia epidural o por la estimulación de los nervios que producen vómitos.
Qué puedes hacer tú

Como regla general, y si eres mamá primeriza, una vez que hayas tenido contracciones regulares y dolorosas cada cinco minutos durante una hora (cada contracción con una duración de alrededor de 60 segundos), debes llamar a tu médico o partera y dirigirte al hospital o centro de maternidad. Algunos médicos prefieren que llames antes, por lo que deberás aclarar esto de antemano. Por otro lado, también podrían aconsejarte que permanezcas en casa lo más posible, sobre todo si esperas tener un parto con pocas intervenciones o sin medicación para el dolor.

Cuánto dura la fase activa del parto

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  • Si se trata de tu primer bebé. La fase activa del parto dura entre cinco y siete horas, en promedio. Por supuesto que cada mujer es diferente, y es posible que dure más tiempo o menos, incluso solo una hora.
  • Si ya diste a luz antes, puedes esperar una fase activa más corta, de dos a cuatro horas en promedio.
  • Si te aplican anestesia epidural o tu bebé es grande, esta fase puede ser más prolongada.
Qué puedes hacer tú

  • Pide algo para el dolor, si lo necesitas. En algún momento durante la fase activa del parto, la mayoría de las mujeres optan por algún medicamento para aliviar el dolor, tal como la anestesia epidural.
  • Prueba las técnicas de relajación. Muchas de las técnicas para aliviar el dolor y las de relajación como los ejercicios de respiración y visualización usados en los partos naturales, te pueden ayudar mucho, ya sea que pidas o no medicamentos para el dolor.
  • Recluta a un ayudante para el parto. La persona o personas que te acompañen en el parto (sea tu pareja, una doula, tu mamá o una amiga experimentada), también te pueden ayudar mucho. Además, sus palabras de aliento te harán bien.
  • Muévete. Quizás te sientas bien si caminas, pero es recomendable que te detengas y te recargues en algo (o en alguien) durante cada contracción. Una vez que te revise el doctor y descarte cualquier complicación, deberías de poder moverte alrededor de tu habitación sin ningún problema.
  • Siéntate o acuéstate de lado. Si estás cansada, prueba sentarte en una silla mecedora o recostarte en tu cama sobre tu lado izquierdo.
  • Recibe un masaje. Tal vez este sea el momento de pedirle a tu pareja o doula que te dé un masaje relajante en la espalda o en los pies.
  • Date una ducha o un baño. Si tu fuente de aguas no se ha roto, considera la posibilidad de darte una ducha o tomar un baño, porque el agua caliente ayuda a aliviar el dolor de las contracciones. Aunque se te haya roto la fuente, quizás sea posible que te duches, porque el riesgo de una infección es pequeño, pero no te metas en la bañera si has roto aguas.

Fase 3: transición

La última parte del parto activo se conoce como el periodo de transición porque da paso a la segunda etapa del parto.

Qué puedes esperar

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  • Dilatación completa del cuello uterino. Tu cuello uterino se dilata completamente de 8 a 10 centímetros.
  • Contracciones muy fuertes. Esta es la parte más intensa del parto. Las contracciones son generalmente muy fuertes, aparecen alrededor de cada dos minutos y medio o tres, y duran un minuto o más. Puede ser que empieces a temblar o tiritar.
  • Presión en el recto. Cuando el cuello uterino se encuentre totalmente dilatado y ya se haya completado la transición, por lo general el bebé habrá descendido un poco por la pelvis. Aquí es cuando podrías comenzar a sentir presión sobre el recto, como si tuvieras ganas de evacuar.
  • Ganas de pujar. Algunas mujeres comienzan a pujar de manera espontánea y puede ser que incluso empiecen a gruñir o gritar. Algunos bebés descienden más temprano y la mamá siente el deseo de pujar antes de que el cuello uterino se encuentre totalmente dilatado. Y otros bebés no descienden de manera significativa hasta más tarde, en cuyo caso la mamá puede llegar a dilatar totalmente sin sentir ninguna presión rectal. Si te aplican una epidural, la presión que sientas dependerá del tipo y la cantidad de medicación que te administren y de qué tan bajo esté tu bebé en la pelvis. Si quieres participar activamente durante la etapa de pujar, pide que te bajen la dosis de epidural al final de la transición (pero recuerda que esto hará más dolorosas las contracciones).
  • Secreción vaginal con sangre. Es común que tengas un flujo vaginal con bastante sangre.
  • Náuseas. Podrías tener náuseas o ganas de vomitar.
Cuánto dura la fase de transición

Esta fase puede durar desde unos minutos a un par de horas. Si ya has tenido un parto vaginal, es mucho más probable que transcurra más rápido.

Qué puedes hacer tú

Si decidiste no recibir la anestesia epidural, es aquí donde quizás sientas que no puedes más con el dolor, así que necesitarás mucho ánimo y apoyo de las personas que te acompañan. Considera estos consejos:

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  • Pide un masaje. Algunas mujeres prefieren un masaje suave, mientras que otras uno fuerte. A unas no les gusta para nada que las toquen.
  • Cambia de posición. Por ejemplo, si sientes mucha presión en la parte baja de la espalda, ponerte a cuatro patas podría reducir las molestias.
  • Compresas frías o calientes. Una toalla húmeda en tu frente o una compresa fría en tu espalada quizás te ayude a sentirte mejor. O quizás prefieras una compresa tibia.
  • Elimina las distracciones. Por otro lado, puesto que es muy difícil concentrarte durante la etapa de transición, quizás quieras eliminar cualquier cosa que te distraiga como la música, una simple conversación, la compresa fría o incluso las caricias afectuosas de tu pareja.
  • Visualiza resultados positivos. Aférrate a la idea de que esas fuertes contracciones te ayudarán a tener muy pronto a tu bebé en los brazos. Intenta visualizar cómo va descendiendo tu bebé a cada contracción.
  • Cuenta con la persona que te ayude durante el parto. Si ya has llegado a este punto sin medicación, una de las personas que te acompañen durante el parto puede seguir animándote cada vez que aparezca una contracción. Es bueno que te recuerden constantemente que estás haciendo un trabajo fantástico y que el bebé está a punto de nacer.

Segunda etapa del parto: el momento de pujar

Una vez que el cuello uterino está totalmente dilatado, comienza la segunda etapa del parto: el descenso final y el nacimiento del bebé.

Cómo se siente

  • Contracciones más espaciadas. Al comienzo de la segunda etapa, las contracciones pueden ser un poco más espaciadas, lo que te permitirá descansar entre ellas.
  • Contracciones menos intensas cuando comienzas a pujar. Para muchas mujeres, las contracciones de la segunda etapa son más fáciles de sobrellevar que las del parto activo, porque el poder pujar les proporciona algo de alivio. A otras les desagrada la sensación de pujar.
  • Ganas de pujar. A medida que tu útero se contrae, ejerce presión sobre el bebé haciéndolo descender por el canal vaginal. Si tu bebé se encuentra muy abajo en tu pelvis, quizás sientas la necesidad de pujar al principio de la segunda fase (y algunas veces antes). Pero si tu bebé está todavía en una posición relativamente alta, es probablemente que no tengas esta sensación de inmediato.
El momento de pujar: qué puedes esperar

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  • Quizás quieras tomártelo con calma. Si todo va bien, quizás puedas descansar un poco y dejar que tu útero haga su trabajo hasta que sientas la necesidad de pujar. Esperar un tiempo puede dejarte menos agotada y frustrada al final.
  • Tal vez te manden pujar. En muchos hospitales, sin embargo, sigue siendo una práctica habitual motivar a las mujeres a pujar durante cada contracción, en un esfuerzo para acelerar el descenso del bebé. Es por eso esencial hablar con tu médico y decirle si prefieres esperar hasta que sientas el impulso espontáneo de pujar. Se ha comprobado que esperar a que sientas ganas de pujar y dejar que tu cuerpo te guíe es tan eficaz como pujar bajo las instrucciones del entrenador de parto, aunque el bebé podría tardar un poco más en nacer.
  • La epidural podría reducir el impulso de pujar. Si te administraron la epidural, la pérdida de la sensibilidad puede mitigar la necesidad de pujar. Por lo tanto es posible que no sientas esa necesidad hasta que la cabeza del bebé haya descendido ya bastante. La paciencia a menudo funciona de maravilla. En algunos casos, sin embargo, necesitarás instrucciones específicas que te ayuden a pujar de manera efectiva.
El descenso del bebé: qué puedes esperar

Con cada contracción, la fuerza del útero, junto con la fuerza de los músculos abdominales si estás pujando activamente, ejerce presión sobre el bebé para que continúe descendiendo por el canal del parto.

  • Rápido o lento. El descenso podría ser rápido; o bien, gradual, especialmente si es tu primer bebé.
  • La cabeza baja, después regresa. Cuando la contracción se termina y el útero se relaja, la cabeza del bebé sube un poco otra vez. Avanzará "dos pasos hacia delante y un paso hacia atrás", pero quedará un poquito más abajo con cada pujo.
Se empieza a asomar el bebé: qué puedes esperar

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  • Verás el cuero cabelludo de tu bebé. Después de un tiempo, el perineo (el tejido entre la vagina y el ano) empezará a sobresalirse cada vez que pujes, y antes de que lo esperes, el pelo y la cabeza del bebé estarán visibles. Es un momento muy emocionante y un signo de que el final se aproxima. Puedes pedir un espejo para ver al bebé por primera vez, o tal vez simplemente desees extender la mano y tocar la parte superior de su cabeza.
  • Aumentan las ganas de pujar. En esta etapa, la necesidad de pujar se vuelve aún más fuerte. A cada contracción, la cabeza del bebé se hace más visible. La presión de su cabeza en tu perineo es muy intensa y quizás sientas una sensación de ardor o comezón a medida que tu tejido empieza a estirarse.
  • Te pedirán que te detengas o que jadees. En algún momento, es probable que tu médico te pida que pujes más suavemente o que dejes de pujar, para que la cabeza del bebé tenga la oportunidad de estirar gradualmente la abertura de la vagina y el perineo. Un parto lento y controlado te puede ayudar a prevenir el desgarro. En esta etapa, la necesidad de pujar puede ser muy fuerte, de manera que es posible que te pidan que soples o jadees durante las contracciones, para que puedas aguantar sin hacerlo. A veces te dicen que tosas suavemente en vez de pujar, lo cual hace que la cabeza del bebé descienda más suavemente.
Empieza a salir la cabeza del bebé

  • Aparece toda la cabeza. Cada vez que pujas, la cabeza del bebé avanza hasta que se puede ver completamente su parte más ancha. A esto se le llama "coronamiento". La emoción en la sala crecerá a medida que la cara del bebé comience a asomarse: su frente, su nariz, su boca y finalmente su mentón.
  • El médico le limpiará las vías respiratorias. Después de que salga la cabeza de tu bebé, tu doctor o partera le aspirarán su boca y nariz. También localizarán el cordón umbilical (si el cordón está alrededor del cuello de tu bebé, el doctor lo deslizará sobre su cabecita o de ser necesario lo pinzará y cortará).
  • El cuerpo del bebé se prepara para salir. Luego la cabeza de tu bebé girará hacia el costado a medida que los hombros rotan dentro de tu pelvis para colocarse en posición para salir. Con la próxima contracción, te dirán que pujes a medida que salen los hombros, uno por vez, y después el cuerpo.
¡Por fin fuera!: qué puedes esperar

Esto es lo que pasará una vez que tu bebé llegue al mundo:

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  1. Lo secarán con una toalla y lo mantendrán calientito.
  2. Tu doctor o partera podría volver a aspirar rápidamente su boca y nariz si parece tener mucha mucosidad.
  3. Si no hay complicaciones, te colocarán al bebé en tu vientre desnudo para que lo beses, toques y admires. El contacto piel a piel lo mantendrá calientito. Lo cubrirán con una cobija calientita y tal vez le pongan su primer gorrito para prevenir la pérdida de calor.
  4. El doctor pinzará el cordón umbilical en dos lados y luego lo cortará entre medio de las dos pinzas. En algunos hospitales dejan que la pareja de la mamá tenga el honor de cortar el cordón de su hijo.

Podrías sentir toda una serie de emociones ahora: euforia, incredulidad, asombro, orgullo (solo por mencionar algunas) así como un intenso alivio de que ya el parto ha pasado. Y a pesar de que estés exhausta es posible que sientas una carga de energía, y los deseos que tenías de dormir desaparecerán de momento.

Cuánto dura la segunda etapa

En total, la segunda etapa del parto puede durar de unos minutos a un par de horas.

  • Si no te administran la epidural, un caso promedio dura alrededor de una hora para una mamá primeriza, y unos 20 minutos si ya tuviste un parto vaginal.
  • Si te administran la epidural, la segunda etapa podría tardar más.
Qué puedes hacer tú

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Prueba diferentes posiciones para pujar hasta que encuentres una que sea cómoda y te resulte eficaz. Es común probar muchas posiciones durante la segunda etapa del parto.

Tercera etapa del parto: eliminación de la placenta

Qué puedes esperar

Pocos minutos después del alumbramiento, el útero comienza a contraerse nuevamente. Las primeras contracciones generalmente hacen que la placenta se desprenda de la pared del útero.

Cuando el médico observe signos de desprendimiento, te pedirá que pujes suavemente para expulsar la placenta. Por lo general, se trata de un pujo corto que no es difícil ni doloroso.

Cuánto dura la tercera etapa

En promedio, la tercera etapa del parto dura aproximadamente de cinco a diez minutos

Después del parto: ¿y ahora qué?

  • Tu útero se contrae. Después de que expulses la placenta, tu útero se contraerá y pondrá muy firme. Poniendo la mano sobre tu panza podrás sentir la parte superior del útero en tu vientre, alrededor del ombligo. Tu doctor o partera (y después la enfermera) revisará de manera periódica tu útero para determinar si está firme. Si no es así, te aplicarán un masaje hasta que endurezca. Esto es importante porque la contracción del útero ayuda a cerrar los vasos sanguíneos abiertos en el área donde estaba la placenta. Si tu útero no se contrae de manera adecuada, continuarás sangrando abundantemente a través de esos vasos sanguíneos.
  • Puedes tratar de amamantar. Si planeas dar pecho, lo puedes hacer ahora si tú y tu bebé así lo desean. No todos los bebés tienen ganas de tomar el pecho a los pocos minutos de haber nacido, pero mantén sus labios cerca de tu seno durante un ratito. La mayoría de los bebés toman el pecho en la primera hora de haber nacido si se les da la oportunidad. Dar el pecho pronto es muy beneficioso para el bebé y puede ser altamente gratificante para ti. Además, el amamantamiento hace que tu cuerpo libere oxitocina, la misma hormona que causa las contracciones y ayuda a que el útero permanezca firme y contraído.
  • Podrían darte oxitocina u otros tratamientos. Si no estás amamantando y tu útero no está firme, te darán oxitocina para que se contraiga más rápido (algunos doctores les dan oxitocina rutinariamente a todas las mujeres después del parto). Si tienes sangrados excesivos también te tratarán.
  • Cesarán las contracciones. Las contracciones que sientas ahora son relativamente suaves. Pero ahora que estás enfocada en tu bebé, todo lo demás pasará a segundo grado. Si eres mamá primeriza, podrías sentir solo unas cuantas contracciones después de expulsar la placenta. Si ya has tenido un bebé, podrías sentir contracciones de vez en cuando durante un día o dos después del parto. Estas contracciones que vienen después del parto pueden sentirse como intensos cólicos menstruales. Si te molestan, pide medicación para el dolor. El ibuprofeno es un calmante muy eficaz para estos dolores.
  • Puede que sientas escalofríos o estés muy temblorosa. Esto es perfectamente normal y no durará mucho tiempo. No dudes en pedir una cobija caliente si lo necesitas.
  • El médico examinará la placenta para asegurarse de que todo está ahí. Luego revisará detenidamente si hay cualquier desgarro en el perineo que necesite ser cosido.
  • Si tuviste un desgarro o una episiotomía, recibirás una inyección de anestesia local antes de que te suturen. Es posible que desees mantener a tu recién nacido junto a ti mientras te están cosiendo los puntos. Tu bebé puede ser una gran distracción. Si te sientes demasiado débil, pídale a tu pareja que se siente a tu lado y cargue al bebé mientras lo admiras.
  • Si te dieron la anestesia epidural, un anestesiólogo o una enfermera vendrá y retirará el catéter de tu espalda. Esto toma solo un segundo y no duele.
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Qué puedes hacer tú

A menos que el bebé necesite atención especial, insiste para que los dejen estar juntos y tranquilos un rato. El momento de ponerle gotas en los ojos y darle vitamina K puede postergarse un poco. Seguramente, tanto tú como tu pareja querrán compartir juntos esta ocasión especial, en la que se familiarizan con su nuevo bebé y aprecian el milagro de su nacimiento.

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Kate Marple
Kate Marple es redactora y editora especializada con más de 25 años de experiencia en contenido de salud, embarazo y crianza.
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