Las batallas nocturnas: Cuando tu niño se niega a dormirse

Niña finalmente se queda dormida
Thinkstock
GALERÍA DE FOTOS
14 cuentos para la hora de dormir
Cuentos para dormirLeerle a tu hijo antes de dormir es una gran forma de pasar tiempo juntos mientras se relajan

Por qué sucede

Son las 8:30 de la noche y acabas de acostar a tu niño. Le diste un besito de buenas noches, lo abrazaste y le deseaste dulces sueños.

Ha sido un día largo. El fregadero de la cocina está lleno de vajilla sucia, hay que sacar al perro, dar de comer al gato, y ni siquiera has tenido un ratito para sentarte y descansar un poco.

Sin embargo, en lugar de terminar las tareas del día y luego poder disfrutar de unos momentos de descanso con tu pareja, entras y sales sin parar de la habitación de tu hijito, tratando de convencerlo de que se duerma. Hasta que por fin cae en un sueño profundo... tres horas después.

¿Te suena familiar? No te puedes imaginar cuántos padres como tú pasan por la misma situación noche tras noche.

A veces está claro que tu niño está muerto de sueño (se restriega los ojos, bosteza sin parar y llora o se enoja ante la menor frustración). Otras veces, está completamente despierto, incluso lleno de energía (y aunque no lo parezca, estas pueden ser también señales de su extremo cansancio).

En este caso, tu pequeño está viviendo la versión infantil de "tengo demasiado que hacer y muy poco tiempo para hacerlo". Están ocurriendo muchas cosas al mismo tiempo a su alrededor: papá está en el salón abriendo las cartas, el perrito mordisquea su pelota, tú te mueves de un cuarto al otro, y él también quiere participar.

Además, como los demás niños de su edad, tu hijo está empezando a comprender que él es su propia personita, separada de ti, y quiere hacer valer su independencia. Al negarse a ir a la cama por la noche tu hijo está simplemente tratando de establecer control sobre su mundo.

Qué puedes hacer

Enseña a tu niño a dormirse solito

Si tu hijito solo se duerme si estás a su lado, está desarrollando una mala costumbre. Lo mejor que puedes hacer es enseñarle a calmarse y dormirse por su cuenta.

Para esto, crea una rutina nocturna (por ejemplo: un bañito, un par de cuentos, ¡y a la cama!) que puedan seguir todas las noches, así le ayudarás a anticipar qué es lo que va a pasar y qué tiene que hacer él cuando anochezca.

Una vez que se acueste, le puedes decir que, si permanece en su cama, vendrás a verlo dentro de cinco minutos (y asegúrate de hacerlo). El objetivo es que tu niño se sienta seguro y sepa que estás cerca.

No le permitas perder tiempo

Los niños pequeños son grandes negociantes y a la hora de dormir no son diferentes.

Como tu hijito disfruta muchísimo el tiempo que pasa a tu lado, hará todo lo posible por prolongarlo. No te sorprendas si tu niño se toma todo el tiempo del mundo en prepararse para ir a la cama, te pide diez veces un vaso de agua o no para de llamarte a su habitación porque necesita algo más.

Si sospechas que lo está haciendo deliberadamente, no se lo permitas. Dile que es hora de dormir y que puede terminar su dibujo mañana o seguir buscando su conejito de peluche cuando se despierte.

Si quieres, prepara de antemano todo lo que tu niñito suele pedirte (y que sea razonable) y agrega estas cosas a su rutina nocturna. Llena un vaso de agua antes de que se acueste y dile que lo ponga en la mesita al lado de su cama, recuérdale una vez más que tiene que hacer pipí antes de acostarse y dale muchos besos y abrazos extras para que le duren toda la noche.

Luego permítele un pedido más, pero que quede claro que es solo uno. Tu hijito tendrá la sensación de que está obteniendo lo que él quiere, pero tú sabrás que estás haciendo las cosas como quieres.

Ofrécele opciones aceptables a la hora de acostarse

Esta es una etapa de su desarrollo en que tu niño empieza a poner a prueba los límites de su independencia. Para que sienta que está ganando control sobre su mundo, permítele que elija algunas cosas a la hora de dormir, desde el cuento que quiere que le leas al pijama que prefiere ponerse.

El truco está en ofrecerle solo dos o tres alternativas y asegurarte de que todas te parezcan bien. Por ejemplo, no le preguntes "¿Quieres ir a la cama ahora?", porque puede que diga que no, y esta respuesta no sería aceptable para ti. Sin embargo, si le preguntas, "¿Te quieres acostar ahora o dentro de cinco minutos?", le das la posibilidad de elegir, pero tú ganas de una forma o de otra.

Mantén la calma, pero sé firme

No cedas cuando tu niño implore que hagas una excepción y le permitas esto o lo otro a la hora de dormir. Si estás cansada o frustrada, procura no entablar una guerra de poderes.

Habla con tranquilidad y sin alzar la voz, pero insiste en que cuando se termina el tiempo de jugar, se termina y punto. Si cedes ante sus súplicas de "solo cinco minutitos más" aunque sea una sola vez, te lo repetirá un sinnúmero de veces en el futuro.

Si tu niño empieza a hacer un berrinche, investiga si acaso hay algo que le cause miedo a la hora de acostarse. Ponle una pequeña lámpara nocturna y haz una "verificación de monstruos" para que se sienta más seguro y tranquilo.

Si simplemente se trata de una rabieta, recuérdale con mucha calma que es hora de dormir y, si permanece tranquilo en su cama, regresarás en unos minutos. Asegúrate de cumplir tu promesa. Si sigue llorando, espera un poco más cada vez que regreses a verlo.

Pásalo a una cama de "niño grande"

Para cuando cumpla 3 años, tu niño probablemente estará demasiado grande para su cunita y habrá llegado el momento de pasarlo a una cama grande. Para tu hijito, esta transición es una señal de que está creciendo.

Le puedes decir que se está poniendo grande, y que los niños grandes aprenden a dormirse solitos cuando tienen que descansar. Y no te olvides de elogiarlo cuando se quede en la cama toda la noche.

Después de haber estado confinado en su cuna, tu niño saldrá una y otra vez de su nueva cama, simplemente porque puede hacerlo. Si esto ocurre, controla tu reacción. Llévalo tranquilamente de vuelta a su cama, dile firmemente que es hora de dormir y sal de la habitación.

A veces, no hacemos lo adecuado para que los niños duerman bien. Lee nuestro artículo sobre los 6 errores más frecuentes que cometen los padres y cómo evitarlos.

Foto de Nancy Montgomery
Nancy Montgomery es editora en temas de salud y bienestar.

Sigue el desarrollo de tu bebé

Suscríbete a BabyCenter para recibir emails semanales sobre el desarrollo de tu bebé y de tu embarazo.
¿Estás tratando de quedar embarazada?