Dentición en niños de 1 a 3 años

¿Cuándo tendrá mi niño todos sus dientes?

La salida de los dientes es un proceso que varía de niño a niño, algunos no tienen ningún diente para su primer cumpleaños y otros ya tienen varios. En la mayoría de los casos los dientes comienzan a salir entre los 4 y 7 meses de edad. Si tu hijo no tiene ningún diente para los 15 a 18 meses, consulta con un pediatra dentista.

Los dientes generalmente aparecen uno a la vez por un período de meses y frecuentemente, pero no siempre, en este orden: primero los dos de abajo al centro, luego los dos de arriba al centro, y después los que van a los lados.

Podría parecer que no están derechos, pero no te preocupes, estos dientes normalmente se enderezan con el tiempo. Los primeros molares y dientes en la parte trasera, probablemente empezarán a aparecer para cuando tenga un año.

Los últimos dientes en aparecer (los segundos molares) generalmente aparecen para el segundo cumpleaños y para cuando tu hijo cumpla tres años, debería tener ya 20 dientes que permanecerán hasta los 6 años cuando empiece a mudarlos.

Lee más sobre las etapas de la dentición.

¿Cuáles son los síntomas?

Como los molares son más grandes que los dientes frontales que salen primero, tu hijo podría experimentar molestias cuando le salgan.

Los expertos debaten si ciertas afecciones, como la diarrea, la fiebre, la congestión, las irritaciones de la piel y los vómitos pueden ser causadas por la dentición. Una regla que aconsejamos seguir es la siguiente: si notas síntomas preocupantes en tu bebé, no lo achaques sin más a los dientes. Habla con tu médico para descartar cualquier otra causa que pueda necesitar atención.

Sin embargo, es común que los padres manifiesten que sus hijos están molestos (aunque algunos niños no presentan problemas).

Sí tu hijo tiene síntomas molestos, estos son los más comunes:

  • Babeo de saliva (puede provocar irritación facial)
  • Inflamación y dolor en las encías
  • Irritabilidad, incomodidad
  • Ganas de morder
  • No querer comer
  • Problemas para dormir

En lo que los expertos sí están de acuerdo es en que debes llamar al médico de tu hijo si sus síntomas te preocupan o si tiene temperatura recta de 38.8 C o mayor (102 F o mayor). De esa forma el doctor podrá decirte cuál es la causa, quizá una infección. Si tu hijo hace heces sueltas, pero no diarrea, no te preocupes, se le quitará.

¿Qué puedo hacer para aliviar la molestia de mi hijo?

Lo mismo que hacías cuando era bebé y le salieron sus primeros dientes. Dale algo para masticar, un aro especial para la dentición o un paño húmedo y fresco (mételo un rato en el refrigerador).

También puede sentir alivio al comer alimentos fríos, como salsa de manzana o yogur o un poco de pan duro.

Otra posibilidad es darle un masajito en las encías: lávate las manos y, con un dedo, frota sus encías con suavidad pero con firmeza. La presión exterior le aporta un agradable equilibrio a la presión que siente de los dientes que pujan por salir desde dentro.

Y si nada de esto sirve, quizás tu doctor pueda recetarte acetaminofén infantil para aliviar el dolor y la inflamación. Nunca le des a un niño aspirina, ni siquiera aplicada sobre las encías, el uso de aspirina en niños está asociada con el Sindrome de Reye, una condición médica rara pero peligrosa o fatal.

Otra opción son los analgésicos tópicos, como un gel o crema, aunque la mayor parte de los pediatras lo desaconsejan: si se emplea con exceso el gel puede llegar a dormir el fondo de la garganta del bebé y debilitar el reflejo de arcada (que previene contra el ahogo con su propia saliva). En raros casos, estos geles pueden causar una reacción alérgica.

Si el babeo irrita la cara de tu hijo, limpia, pero no talles la sáliva con un pañuelo de algodón, también podrías aplicar un poco de crema para rozaduras en su barbilla antes de dormir para prevenir mayores irritaciones.

Cuando los dientes ya están fuera, te corresponde a ti la limpieza dental. Durante el primer año no hará falta que los cepilles realmente pero sí deberías limpiarlos también sus encías un par de veces al día con una gasa o un pañito húmedo.

Nunca pongas a dormir a tu bebé con un biberón. Eso es debido a que los azúcares en la fórmula y en la leche materna se adhieren a los dientes durante la noche y pueden provocar caries.

Otra forma de evitar este problema y reducir el riesgo de caries es pasar al bebé del biberón a un vaso con boquilla en torno a su primer cumpleaños, cuando ya tenga la suficiente coordinación como para agarrarlo y llevárselo a la boca. Cuando tu bebé toma el líquido de un vaso con boquilla, es más fácil que se lo beba más rápido; de este manera se evita la exposición prolongada a los azúcares que se produce cuando pasa todo el día chupando de un biberón.

La tradicional revisión de los seis meses es un buen momento para preguntarle al pediatra si el bebé tiene necesidad o no de flúor (se trata de unas gotas que se usan para luchar contra la caries, y sólo son necesarias si el agua corriente en tu zona no contiene flúor).

Deberías pedir al médico que le examine los dientes. Su primera visita oficial al dentista debe realizarse cuando tu pequeño esté cerca de cumplir un año. Si para entonces no ha echado el primer diente, platica con el médico y él te dirá si es necesario que veas a un dentista.

Hacia los 18 meses, quizás ya esté listo para aprender a cepillarse los dientes. Pero tendrás que ayudarlo porque él todavía no tiene la destreza ni la concentración necesarias para manejar el cepillo con acierto. Utiliza uno de cerdas blandas y — si lo prefieres — una gotita del tamaño de un chícharo (guisante) de pasta de dientes sin flúor. (La Academia Estadounidense de Odontología Pediátrica recomienda esperar a usar dentífrico con flúor hasta que el niño cumpla 2 ó 3 años y, aun entonces, en cantidades muy chicas).

No es preciso que cepilles en una cierta dirección, basta con extraer todas las partículas de comida de la boca. Si a tu hijo le desagrada el sabor de la pasta de dientes, prueba con otra o, simplemente, no la uses. No es estrictamente necesaria, a menos que su dieta incluya muchas comidas azucaradas, cosa que, de todos modos, es mejor evitar. Si algún día come demasiados dulces (en una fiesta de cumpleaños, por ejemplo), asegúrate de limpiarle los dientes lo antes posible después de que acabe de comer.

Mira en este video cómo cuidar los dientes de tu pequeño.

Cuándo preocuparse

Si para el final del primer año todavía no hay rastro de los dientes, habla con el médico en la revisión de los 12 meses. (Los bebés prematuros pueden llevar retraso a la hora de sacar los dientes).
Foto de Jenny Des Jarlais
Jenny Des Jarlais es directora de contenidos en la Universidad de California. Antes fue editora senior en BabyCenter e investigadora en diversos temas especialmente en temas de salud.

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