En este artículo
- Mi hijo trata mal a su hermano
- Mi hija no me escucha
- Mi hijo presume con sus amigos
- Mi hijo nos desafía constantemente
- Mi hijo pega
- Mi hijo interrumpe mis llamadas telefónicas
- Mi hijo es respondón
- Mi hijo no coopera en absoluto
- Mi hija es inmune a los castigos
- Los lloriqueos de mi hijo me vuelven loca
Tomamos los diez problemas principales y se los presentamos a nuestro panel de expertos en disciplina infantil para ayudarte a corregir el comportamiento de tus niños.
Nota: Nuestros expertos tienen muy buenos consejos, pero a veces sugieren métodos muy diferentes. Te recomendamos que selecciones el que mejor se adapte a tu situación. Es muy probable que encuentres una buena estrategia que te ayudará a obtener los resultados que deseas.
Mi hijo trata mal a su hermano
Cuando no obtiene lo que él quiere, mi hijo Jaime, de 2 años, maltrata a su hermano mayor, Elijah de 4 años, quien normalmente es muy tranquilo y no es violento. Cuando Jaime observa que su hermano tiene algo que él quiere, le pega hasta que se lo da. El pequeño a veces maltrata a su hermano mayor sin motivo alguno.Intentamos lo siguiente:
- Le pedimos que pare.
- Le decimos firmemente que “¡no lo haga!” mirándolo a los ojos.
- Le castigamos, dándole un tiempo para pensar (time out).
- Le quitamos sus juguetes.
- Lo enviamos a su habitación o a que se siente por unos minutos en un rincón.
- Le damos una nalgada (esto como último recurso).
Nuestra situación actual: Nada funciona. Tenemos un nuevo bebé y nos preocupa que este patrón continúe.
— Emily, Groton, Connecticut
Los expertos responden
Céntrate en lo positivo Tienes toda la razón en darle a Jaime un rato de castigo para pensar después de que agreda a su hermano. Jaime, con su comportamiento, está violando la regla más importante cuando se trata de resolver los conflictos familiares: el hogar debe ser un ambiente seguro para todos. Es por ello que debes separarlo de los demás hasta que se calme.
Sin embargo es importante que no califiques a tus hijos de niño “bueno” y niño “malo”. Eso probablemente afectaría la forma como los tratas, y Jaime seguramente se adaptará a la etiqueta que les pongas.
También observa tu comportamiento, ¿hay algo que estás haciendo para que se enoje tanto?
En cuanto a las nalgadas, estas no son recomendables. Al disciplinarlo “con las manos” le transmites el mensaje de que está bien golpear si eres mayor y más fuerte, o no logras que la otra persona coopere de ninguna otra forma. Este tipo de castigo sólo reforzará su mal comportamiento.
Carl Pickhard, The Everything Parent's Guide to Positive Discipline (Guía para padres sobre la disciplina positiva)
Actúa cuanto antes: Un niño de dos años no lastima a otro con la intención de herir. Lo que sucede es que Jaime tiene poco control sobre sus impulsos, y es posible que las cosas empeoren con el bebé porque se sentirá celoso y tu tendrás menos tiempo para supervisarlos.
Para tu propia tranquilidad, trata de tener cada juguete por duplicado siempre que puedas. Además, designa un espacio al que se puede retirar cada niño si es necesario. Busca pistas que te avisen que Jaime está a punto de ponerse agresivo, como apretar la mandíbula, y llévatelo del lugar antes de que le pegue a su hermano.
También puedes trabajar con tu niño mayor, Elijah, quien podría beneficiarse de un entrenamiento en cómo actuar con firmeza. Juega con los niños para que practiquen cómo compartir y esperar su turno hasta que Jaime aprenda estas habilidades.
Michele Borba, No More Misbehavin' (Se acabó el mal comportamiento)
Evita los roles de víctima y de agresor: Este comportamiento es normal en un niño de 2 años: Jaime sabe lo que quiere y cuándo lo quiere.
Su comportamiento parece premeditado, pero no lo es. Eso no significa que sea aceptable. Pero para evitar los roles de víctima y agresor, es muy importante que trates a ambos niños por igual. Si se pelean por un juguete, los dos tienen que retirarse por unos minutos y regresar una vez que se calmen.
También deberías decirle a Jaime que comprendes sus sentimientos y que sabes que está enojado, pero que no puedes permitir que le haga daño a Elijah ni a nadie más. Ofrécele otras formas de expresar su enojo, como por ejemplo, pegarle a una almohada.
Jane Nelsen, Positive Discipline (La serie de disciplina positiva)
Mi hija no me escucha
Mi hija de 7 años, Alyssa, es lista y muy activa. Uno de sus problemas es que le cuesta centrarse en sus tareas cotidianas. Por ejemplo, por las mañanas, le tengo que recordar decenas de veces que se vista. Y para que se cepille los dientes tengo que decirle miles de veces que no se distraiga con otras actividades.Lo mismo pasa cuando intentamos salir de la casa o a la hora de ir a la cama. Siento que tengo que estar encima de ella todo el tiempo para que haga cualquier cosa. Normalmente termina por hacerlo, pero no sin un par de berrinches.
Lo que hemos probado:
- Le recordamos las cosas.
- La orientamos a menudo.
- La regañamos.
Nuestra situación actual: Es realmente agotador tener que pasar por esta rutina una y otra vez. ¡Necesitamos ayuda!
— Karen, Howell, New Jersey
Los expertos responden
Piensa de manera creativa: Espera a un momento tranquilo para tener juntas una lluvia de ideas acerca de cómo resolver este problema, a veces quedamos atrapados en la rutina y no vemos otras opciones.
Para que las mañanas no sean muy pesadas, podrías levantarte más temprano o bien podrías dejar las cosas preparadas la noche anterior y dejar la ropa sobre la cama.
Pídele ideas: "¿Qué podríamos hacer de otra manera para lograr que salgamos de casa a tiempo sin tener que regañarte y hacer berrinches?”
Carl Pickhard
Haz una lista y sé constante: Ponte en sus zapatos, ella hace lo mejor que puede. Quizá necesitas aminorar el paso para que vayan al mismo ritmo. Ahora mismo, las dos están atrapadas en una batalla de poder que no se puede ganar.
Dile que haga una lista de todas las cosas que tiene que hacer para prepararse para ir a la escuela. (Un niño más pequeño puede hacer lo mismo con dibujos o fotografías). Y cuando veas que le hace falta algo por hacer, le puedes preguntar: “¿Ya viste tu lista?”
Michele Borba
Pon una alarma: Regañar solo enseña a los niños a no escuchar, deja que las consecuencias naturales estén de tu lado.
Pon una alarma que le señale a tu hija que tiene cierto tiempo para hacer sus tareas. Asegúrate de dejar suficiente tiempo para que no esté muy apresurada por las mañanas.
Quizás tu hija tenga que acostarse más temprano o levantarse más temprano.Cuando llegue la hora de salir, si aún no está vestida, tendrá que terminar de hacerlo en el auto. Seguramente pronto aprenderá a vestirse a tiempo.
Linda Sonna,
Mi hijo presume con sus amigos
Mi hijo de 8 años, Zac, constantemente se inventa historias sobre sí mismo. Le dice a sus amigos que es cinturón negro en karate, cuando en realidad, dejó de hacer artes marciales desde los 5 años. O bien presume acerca de lo buen guitarrista que es, pero no sabe ni tocar la guitarra.Hasta lo he oído presumir de tener primos muy grandes. Me preocupa que pierda amigos por esto.
Lo que hemos probado:
- Le señalamos que no es bueno presumir ni decir mentiras.
- Le decimos que sus amigos no confiarán en él.
Nuestra situación actual: Continúa inventándose historias y me siento mal cuando lo escucho.
— Susan, Berkeley, California
Los expertos responden
Trata de entenderlo y no lo critiques: Pareciera que Zac tiene baja autoestima. Así que en lugar de criticarlo, mira la forma en la que puedes estar de su lado.
Le puedes decir: “El convertirse en cinturón negro en karate, es una gran meta. ¿Te gustaría cumplirla?" o "Es estupendo que quieras ser guitarrista. ¿Cómo podemos lograrlo?”.
Trata de identificarte con tu hijo antes de corregir su comportamiento. Resiste la tentación de echarle la culpa o avergonzarlo, ya que eso sólo hará que se sienta peor.
Jane Nelsen
Espera: Quizá tenga que perder un amigo debido a su costumbre de presumir, para que sea capaz de comprender que lo que está haciendo no es lo correcto. Puede ser una decisión difícil, pero algunos niños tienen que aprender de esta manera.
Robert MacKenzie, Setting Limits With Your Strong-Willed Child (Cómo establecer límites a tu terco niño)
Promueve su autoestima: Es normal que los niños quieran sentirse importantes y apreciados. Puede ser que Zac tenga dificultades con sus amigos y crea que si los impresiona se los ganará.
Céntrate en todas las cosas que hace bien para alimentar su autoestima. Asegúrate de decirle a tu hijo que lo quieres exactamente por ser quién es, aunque no sea un experto en karate.
Linda Sonna
Mi hijo nos desafía constantemente
Mi hijo de 3 años, Miguel, nos desafía siempre. Hace todo lo que le decimos que no haga, como aventar su juguete favorito. Si no se sale con la suya hace un berrinche.Lo que hemos probado:
- Le decimos que habrá consecuencias (como no salir a un lugar determinado).
Nuestra situación actual: A corto plazo, nuestro método funciona, pero nada funciona a la larga. Ya no sé qué hacer.
— Amy, Gilbertsville, Pennsylvania
Los expertos responden
Deja bien claro cuáles son tus expectativas: Tus estrategias no funcionarán a largo plazo si tu hijo no tiene opciones sobre lo que sí puede hacer.
Dile brevemente cuáles son tus expectativas de manera calmada, con firmeza y en pocas palabras: “Miguel, no puedes aventar tu muñeco dentro de casa”. Ofrécele una elección o una opción razonable: “¿Te gustaría lanzar la pelota fuera o jugar dentro con tu muñeco?”.
Si aún así se resiste, establece una consecuencia que sea apropiada, como: “Si lanzas tu muñeco de nuevo, te lo quitaré”. Cumple tu palabra de inmediato, para que entienda la conexión. No hagas negociaciones, no le des advertencias, ni vuelvas atrás si te lo implora.
Michele Borba
Demuéstrale empatía: Busca maneras de resolver el problema juntos. Y habla con tu hijo con empatía y respeto.
Incluso cuando establezcas los límites, muéstrale que comprendes cómo se siente: “Sé cuánto quieres esa paleta ahora, pero no puedo dejar que te la comas antes de cenar. Si tienes hambre, ¿por qué no empiezas por la cena y guardamos la paleta para el postre?”.
Sigue consolándolo y reconfortándolo hasta que se calme, pero no te rindas ni inicies un debate sobre el asunto.
Linda Sonna
Mi hijo pega
A mi hijo de 6 años, Liam, le da por pegar cuando no se sale con la suya.Cuando su amigo no lo dejó jugar en su computadora, mi hijo lo agarró del cuello. En otra ocasión, sin provocación alguna, empujó a su hermana de 2 años y la quitó del sofá. A mí me pega y me patea cuando apago el televisor.
Es grande y fuerte para su edad, y me preocupa mucho que le haga daño a alguien.
Lo que hemos probado:
- Hablamos con él y le decimos que use las palabras para expresarse y no los golpes.
- Le damos tiempo de castigo para pensar.
- Le indicamos que sus actos tendrán consecuencias (como no mirar televisión).
- Le damos una nalgada (como último recurso).
Nuestra situación actual: Mi esposo piensa que el pegar es un comportamiento normal en un niño y que nuestro hijo dejará de hacerlo. Yo no pienso así. ¿Cómo puedo conseguir que Liam comprenda que pegar no es apropiado?
— Jane, Palo Alto, California
Los expertos responden
No le pegues: Dar nalgadas no es la solución. El castigo físico sirve más para aliviar el enojo de un padre que para corregir el comportamiento de un niño.
Pero tienes razón, aislar a Liam y darle tiempo para que piense es bueno para su seguridad y para que todo el mundo se tranquilice. Después de que todos se calmen, habla con él acerca de lo que puede hacer para mejorar comportamiento.
Carl Pickhard
Ayúdalo a encontrar mejores formas: Liam está buscando un desahogo adecuado para su frustración y su enojo. Encuentra un momento tranquilo, calmado y sin interrupciones con él y con su padre, para establecer la regla de que el pegar no se permite.
Es importante que los padres presenten un frente unido. Liam también es lo suficientemente mayor como para comprender las posibles consecuencias. Alguien puede lastimarse o tal vez a él lo suspendan de la escuela por su comportamiento. Además sus amigos podrían alejarse de él, si tiene una mala reputación.
Ayúdalo a encontrar maneras de expresar sus sentimientos. Por ejemplo, podría pegarle a una almohada o a un saco de boxeo. O simplemente puede decir lo que siente (“Estoy enojado porque me quitaste ese juguete”), encontrar un lugar donde pueda calmarse o alejarse de esa situación.
Ayúdalo a escoger un método, el cual pueden practicar juntos hasta que lo aprenda. A la primera señal de un problema, identifica los sentimientos de tu hijo y recuérdale lo que puede hacer para controlarlos. “Parece que realmente estás enojado. ¿Quieres salir afuera y correr para sentirte mejor?”.
Michele Borba
Mi hijo interrumpe mis llamadas telefónicas
Mi hijo de 3 años, Miller, quien es hijo único, es terriblemente impaciente cuando mi esposo o yo hablamos por teléfono. Nos habla o juega con objetos que hacen mucho ruido, para interrumpir nuestras conversaciones. No hablamos mucho por teléfono. Me refiero a llamadas cortas como cuando hacemos una cita con el médico.Lo que hemos probado:
- Le explicamos el tipo de comportamiento que esperamos de él.
- Le aviso que hablaré por teléfono y le digo cuánto me voy a tardar. Le aseguro que después de que termine, tendrá toda mi atención.
- Le doy algo para que se entretenga antes de llamar por teléfono.
- Le sugiero otras maneras para llamar nuestra atención, como por ejemplo, levantar la mano.
- Antes de hacer una llamada, revisamos las consecuencias de una interrupción.
- Lo alabo cuando no interrumpe.
Nuestra situación actual: Parece que la situación no mejora mucho.
— Sarah, Towson, Maryland
Los expertos responden
Abandona la habitación: Felicitaciones por tu repertorio de técnicas positivas de disciplina. Pero parece que a tu hijo, las palabras no lo están convenciendo.
Te recomendaría que te vayas a otra habitación para hacer tus llamadas, mientras Miller está ocupado con algo. Dile que te reunirás con él en cuanto termines. Es posible que se queje un poco al principio, pero luego se acostumbrará a estas breves separaciones.
Los hijos únicos a menudo quieren toda la atención de sus padres, pero tu hijo necesita aprender a esperar. Al hacerle esperar no le estás negando tu atención, simplemente postergándola un poco.
Carl Pickhardt
Ayúdalo a ser paciente: Vemos que estás haciendo una gran labor. No obstante, parece que estás intentando demasiadas estrategias y eso no te permite saber cuáles son las que verdaderamente funcionan. A los niños les toma alrededor de 21 días el aprender un nuevo comportamiento, y a menudo las cosas se ponen peor, antes de mejorar.
Lo que realmente tienes entre manos es un niño impaciente. Puedes ayudar a Miller a esperar, reconociendo su presencia con acciones, no palabras. Dale un abrazo o una señal con el dedo: “un minuto más”.
Los niños pequeños tienen un concepto limitado del tiempo así que intenta darle un reloj de arena o una alarma de cocina para ayudarle a comprender el concepto de que tiene que esperar. Dale algo para hacer mientras hablas por teléfono y luego alábalo todo lo que puedas cuando no te interrumpa. La consistencia es la clave.
Michele Borba
Fabrica una caja especial: Este comportamiento es muy normal en un niño de 3 años. No le expliques nada. En lugar de eso, fabrica una caja especial que sólo sacas durante conversaciones telefónicas para que Miller se entretenga por un tiempo; llénala de cosas que el pequeño te ayude a escoger.
Si esta distracción no te ayuda, lleva el teléfono al baño y cierra la puerta y deja que tu hijo lidie con sus emociones. No tienes que rescatarlo cada vez que esté disgustado.
Ayúdale a descubrir cómo tranquilizarse, diciéndole: “¿Dónde está tu caja especial?” o “¿Qué tienes qué hacer cuando estoy en el teléfono?”. Eso involucra a tu hijo en la resolución del problema.
Jane Nelsen
Mi hijo es respondón
Mi hijo de 5 años, Jackson, es muy respondón. Nos insulta y se ríe de nosotros cuando intentamos disciplinarlo. Y no sólo ocurre en la casa. Una vez le dijo a su maestra que una de sus actividades era “ridícula”.Lo que hemos probado:
- Le damos tiempo solo para pensar.
- Le quitarle las cosas.
- Le pegamos.
Nuestra situación actual: Nada realmente funciona durante mucho tiempo. No sé qué hacer con él y me da miedo lo que pueda pasar en el futuro.
— Kara, El Reno, Oklahoma
Los expertos responden
Señala su comportamiento: Cuando salga cualquier cosa irrespetuosa de su boca, díselo de inmediato: “No está bien que me insultes. Eso es inaceptable”.
Permanece calmada y neutral: tanto tu voz como tu lenguaje corporal. No te muestres exasperada ni hagas muecas y niégate a conversar con él hasta que deje de responder de malos modos.
Le puedes decir: “Decirme que soy estúpida es irrespetuoso. Podemos conversar cuando puedas comunicarte de buena manera”.
Si continúa faltándote al respeto, dile con firmeza que habrá consecuencias y no te eches atrás. Una consecuencia podría ser repetir diez veces una respuesta más adecuada en un tono respetuoso.
Dile que él es buen niño y felicítalo cada vez que se comunique de manera agradable: “Jackson, gracias por hablar de manera tan agradable y educada”.
Michele Borba
No caigas en la trampa: Todos los métodos que describes son punitivos. Eso hará que Jackson se enoje y esté resentido y que quiera vengarse con más respuestas groseras.
En lugar de eso, prueba consecuencias lógicas y no caigas en la trampa de enojarte por sus acciones.
Por ejemplo dile calmamente a Jackson: “Es tu tarea guardar tus juguetes. Puedes hacerlo ahora o pasar unos minutos en tu habitación preparándote para hacerlo. ¿Qué te gustaría hacer?".
Si te responde groseramente, evita pelear y simplemente mándalo a su habitación con un reloj de alarma y dile que sólo puede volver cuando suene la alarma. Si continúa con su mal comportamiento, repite el proceso hasta que comprenda que estás estableciendo una regla que no se puede cambiar.
Robert MacKenzie
No ordenes, mejor pregunta: Algunos niños pelean si sienten que los adultos están tratando de controlarlos, exigirles o darles órdenes. En lugar de ordenar, mejor pregunta: “¿Cuando termines de jugar, dónde pondrás los juguetes?”.
También puedes enfocarte primero en los sentimientos de Jackson, en lugar de en su falta de respeto. Le puedes decir algo así como: “Es obvio que estás enojado. Hablemos luego cuando te sientas mejor. Me gustaría escuchar el motivo de tu frustración”.
Después de que ambos se hayan calmado, pueden intentar resolver el problema juntos. “¿Se te ocurre una mejor manera de decirme cómo te sientes?”.
Echa mano del humor: “Debo haber escuchado mal. Creo que quisiste decir: ´Mamá, ¿podrías por favor recoger mis juguetes porque me da flojera hacerlo?’”
Jane Nelsen
Mi hijo no coopera en absoluto
Mi hijo Parker, quien tiene 3 años, parece tener audición selectiva. Si le digo que es hora de irnos del parque, se me escapa y continúa jugando. Cuando estoy abriendo el auto o poniendo a su hermano pequeño en su asiento del auto, sale corriendo, aunque le diga que se quede junto a mí. Le puedo decir que recoja sus juguetes, una y otra vez, y le entra por un oído y le sale por el otro. Pero si menciono la palabra “dulces” lo tengo a mi lado en segundos.Lo que hemos probado:
- Le pedimos todo de manera educada.
- Le pedimos que nos ponga atención.
- Le quitamos un “privilegio“ (le quitamos su juguete favorito por unas horas).
- Le ponemos una correa en la muñeca para que no se nos escape.
- Le damos un azote (sólo en situaciones peligrosas).
- Limpiamos y recogemos los juguetes juntos. Y cantamos la canción de la limpieza y jugamos a quién recoge primero.
Nuestra situación actual: Me siento abrumada y frustrada.
— Emily, Warriors Mark, Pennsylvania
Los expertos responden
Ponlo a cargo: Tu hijo parece ser bastante terco y los niños que son así no responden bien a las consecuencias negativas; éstas simplemente los enojan más. En lugar de eso, cuelga un tablón en el que pongas recompensas por su buen comportamiento. Así sentirá que sus buenas acciones tienen consecuencias.
Carl Pickhardt
Escoge tus batallas: Una manera sencilla de arreglar las luchas que tienes en el auto con tu hijo, es ponerlo a él en su asiento, antes de sentar a su hermanito. Es una cuestión de seguridad. Además así no tendrá opciones.
Aparte de eso, tendrás que escoger tus batallas y elegir lo que te parezca más importante. Por ejemplo, si lo que más te urge es que tu niño empiece a ayudarte a recoger sus juguetes, habla con él. En tono amable pero firme, infórmale lo que esperas de él. Ten en cuenta que tal vez no esté preparado para guardar sus juguetes en el instante en que se lo pides. Así que avísale con tiempo para que se acostumbre a la idea.
Michele Borba
Pide que coopere: No enseñes a tu hijo cuestiones de seguridad dándole un azote. Primero ponlo en su asiento del auto y luego déjalo que exprese sus sentimientos.
En cuanto a las tareas de la casa, invítalo a cooperar. A nadie le gustan las exigencias ni sentirse controlado. Dile “¿Qué necesitas hacer antes de la cena? ¿Puedes hacerlo tú mismo o necesitas mi ayuda? Tú decides”.
Jane Nelsen
Mi hija es inmune a los castigos
Tengo hijas gemelas de 3 años. Alexa es obediente e Isabella es la que rompe las reglas.No le importa que la castiguen. Si le quito su ropa de princesa que tanto le gusta, porque por ejemplo, brincó sobre el sofá, me trae su varita mágica y me dice: “Mamá, olvidaste esto”.
Si accidentalmente se le cae la comida al piso y le pido que la recoja me dice: “¡No!, ¡Hazlo tú!”. Le digo que la ayudaré pero que no le daré helado si no limpia. No lo hace, no toma helado y pronto se le olvida todo.
Lo que hemos probado:
- Le decimos que habrá consecuencias.
- Le gritamos.
Nuestra situación actual: Siento que los castigos no funcionan y me estoy volviendo loca.
— Melissa, Bethpage, New York
Los expertos responden
Enséñale a dar además de recibir: Como ya te habrás dado cuenta, al quitarle las cosas a Isabella, simplemente le estás dando más alas. Los niños necesitan aprender a formar parte de una familia, es por eso que es importante que le enseñes a Isabella que harás ciertas cosas para ella y, a cambio, ella hará ciertas cosas para ti.
En lugar de privarla del helado, dile: “Claro que sí, puedes tomar tu helado, pero antes quiero que me ayudes con esto”.
A los niños que actúan como Isabella, no es recomendable darles las cosas de manera automática. Si quiere algo, primero tiene que cooperar y ayudar en casa.
Carl Pickhardt
Conecta y luego corrige: Tienes que eliminar las etiquetas que creaste para tus gemelas o crecerán pensando que son así. Es posible que Isabella busque revancha porque no se sienta tan amada como su hermana.
Establece una conexión antes de ofrecer una corrección. La próxima vez que Isabella tire la comida al piso, dale un abrazo y dile: “¡Huy! Sé que fue un accidente. ¿Qué necesitas para limpiarlo?”.
Te sorprenderá comprobar que es mucho más eficaz pedirle amablemente que lo haga, que ordenárselo. Al ordenarle la invitas a rebelarse. Y cuando le pides algo con amabilidad, a menudo la estimulas a pensar y a cooperar.
Jane Nelsen
Dale mucho amor: Puede ser el momento de construir tu relación con Isabella. Cuando haga algo correctamente, asegúrate de señalarlo y alabarla. Es importante que sepa que la amas y la aprecias.
La mayoría de los niños quieren agradar a sus padres. Algunos se rinden porque se sienten constantemente criticados. Isabella necesita escuchar que hace cosas que te gustan y que valoras.
Linda Sonna
Los lloriqueos de mi hijo me vuelven loca
Mi hijo de 5 años, A.J., es lloroncito desde que nació. Y sus llantos empeoran antes de un hito de crecimiento importante, como aprender a leer. Pero por lo general lo hace cuando está disgustado o frustrado. Cuando llora, me agarra y me habla en un tono quejumbroso que no podemos comprender.Lo que hemos probado:
- Le pedimos que hable con voz normal.
- La mandamos a su habitación para que se calme.
- Le explicamos que no podemos comprender lo que dice.
Nuestra situación actual: Podemos conseguir que no llore pero por un breve tiempo; siempre lo vuelve a hacer. Sus lloriqueos nos vuelven locos a mi esposo y a mí.
— Stephanie, Pacifica, California
Los expertos responden
Ignóralo: Los niños lloran para llamar la atención y cuando lo hacen con frecuencia seguramente saben que este irritante comportamiento hace que sus padres cedan. ¡Así que no cedas!
Simplemente dile a tu niño que no lo escucharás cuando comience a usar su voz quejumbrosa. Al primer quejido, simplemente dile: “No me gusta escuchar lloriqueos. Dime lo que quieres en tu voz normal”. Ignora a tu hijo si continúa. El truco es no reaccionar ante su berrinche.
Michele Borba
Cuando lloriquee, dale un tiempo para pensar: En cuanto se ponga a lloriquear, dile: “Si continúas lloriqueando, tendrás que irte a tu habitación y podrás regresar cuando estés dispuesto a hablar normalmente”.
Si no te hace caso de inmediato, llévalo a su habitación. La clave es llevar a cabo las consecuencias y ser constante.
Robert MacKenzie
Escoge una señal: Parece que tienes una idea clara de lo que provoca los lloriqueos en tu hijo, como la frustración y las etapas de crecimiento importantes. El ofrecerle más cariño a tu niño durante esos momentos puede hacerlo sentirse mejor.
A la primera señal de quejidos, podrías poner a tu hijo sobre tu regazo y darle un fuerte abrazo sin mencionar nada sobre su comportamiento, hasta que los dos se sientan mejor.
Entonces, durante un momento tranquilo y feliz en el que no haya quejidos, trabajen juntos para acordar qué señal le harás a tu hijo cuando empiece a lloriquear. Podrías, por ejemplo, ponerte los dedos en las orejas y sonreír (recuerda que el humor es tu mejor aliado) para recordarle que sólo lo escucharás si habla con su voz normal. Esto funciona mejor si tu hijo escoge el tipo de señal que usarán.
Jane Nelsen
Lee más sobre cómo los padres se pueden poner de acuerdo para ser constantes y establecer reglas para disciplinar a sus hijos.
Referencias
AAP. 2015a. Components of good communication. American Academy of Pediatrics. www.healthychildren.org/English/family-life/family-dynamics/communication-discipline/pages/Components-of-Good-Communication.aspx [Consultado en octubre de 2016]AAP. 2015b. Strategies and solutions for handling a difficult child. American Academy of Pediatrics. www.healthychildren.org/English/ages-stages/gradeschool/pages/Strategies-and-Solutions-For-Handling-A-Difficult-Child.aspx [Consultado en octubre de 2016]
AAP. 2015a. The disobedient child. American Academy of Pediatrics. www.healthychildren.org/English/ages-stages/gradeschool/pages/The-Disobedient-Child.aspx [Consultado en octubre de 2016]
AAP. 2015b. How to shape and manage your young child’s behavior. American Academy of Pediatrics. www.healthychildren.org/English/family-life/family-dynamics/Pages/Positive-Parenting-How-To-Encourage-Good-Behavior.aspx [Consultado en octubre de 2016]