Tu hijo de 21 meses

Cambios en tu niño

Problemas con el sueño

Es muy inquietante despertar en medio de la noche con un grito de terror de tu niñito. Aunque los niños pequeños no tienen pesadillas con la misma frecuencia que los preescolares y los niños mayores, si tu hijo se despierta por una pesadilla, es muy probable que quede completamente despierto y le cueste mucho volver a dormirse.

Consuélalo con un abrazo porque puede que esté muy agitado y asustado, y ayúdalo a calmarse, entregándole su cobija o muñequito de peluche favorito.

Al verlo tan asustado, seguramente tendrás ganas de traértelo a tu cama. Si no te importa que duerma contigo, está muy bien, pero si prefieres que duerma en su propia cama, acostarlo contigo podría fomentar una costumbre que luego te será difícil cambiar.

Con un poquito de cariño, la mayoría de los niños se vuelven a dormir en su propia cama y a la mañana siguiente ya han olvidado su pesadilla.

Los terrores nocturnos son diferentes a las pesadillas. Durante un terror nocturno, tu niño podría mantener abiertos los ojos y hasta moverse de un lado a otro, golpeándose, gritando y llorando.

Los terrores nocturnos son comunes, pero muy alarmantes si tu niñito los tiene. Generalmente, no logras despertar ni calmar con facilidad al niño, lo cual te hace sentir impotente. Y aunque tu niño parezca estar despierto, no lo está.

Pero no te preocupes porque los terrores nocturnos no son perjudiciales. Si notas que tu niño mejora si tratas de acariciarlo o consolarlo, ofrécele tu cariño. Pero no fuerces el contacto físico ni trates de sujetarlo o dominarlo. Permanece a su lado, mantén la calma, y asegúrate de que no se haga daño. Verás como pronto vuelve a adormecerse.

Gustos muy particulares

A los niños les gustan las cosas exactamente como ellos quieren. Además de las rabietas y la curiosidad por explorar, otra marca registrada de esta edad es la obstinación. Respeta sus preferencias, y permítele tomar ciertas decisiones como qué sabor de yogur quiere o qué camisa ponerse. Al mismo tiempo, deja bien claro que en ciertos casos — sobre todo cuando se trate de comportamientos que lo pongan en peligro — eres tú quien decide.

Consejos de papás y mamás: cambio de horario

"Cuando cambiamos el reloj, el sol empezó a salir a las 6 a.m. Para ayudar a nuestro hijo a dormir hasta más tarde y ajustarse al nuevo horario, tapé las ventanas de su habitación con una cobija y empecé a acostarlo más tarde para sus siestas". — Danielle

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