Cuando tu cuello uterino comienza a afinarse y dilatarse en preparación para el parto, expulsas el tapón mucoso.
Puede que lo expulses poco a poco, en forma de un flujo vaginal intenso que dura varios días y parece clara de huevo. El flujo puede ser amarillento, o estar teñido de sangre y ser de color marrón, rosa o rojo. O quizás lo expulses todo de una vez, en un solo coágulo gelatinoso, que puede tener hilos de sangre.
Las relaciones sexuales o un tacto vaginal a finales del embarazo también pueden afectar el tapón mucoso y provocar un flujo sanguinolento, incluso si el parto no va a empezar en los próximos días.
El tapón mucoso generalmente no es muy grande, así que si lo pierdes cuando estás orinando, quizás no te des cuenta. Pero también puedes darte cuenta de que lo has expulsado al secarte después de orinar o porque aparece en tu ropa interior.
Perder el tapón mucoso no quiere decir que tu parto va a empezar en seguida. Si este es tu primer bebé, tu parto podría no empezar hasta varios días después de perder el tapón mucoso. Pero si ya has tenido otros bebés antes, expulsar el tapón mucoso podría indicar que el parto va a empezar en las próximas horas.
Otros síntomas de que el parto se acerca incluyen:
- El bebé se encaja en la pelvis.
- Empiezan las contracciones regulares (cada cinco minutos aproximadamente).
Si expulsas el tapón mucoso antes de las 37 semanas de embarazo, es importante que llames a tu médico para descartar una amenaza de parto prematuro. Hay que mencionar que, si el tapón mucoso se pierde mucho tiempo antes del parto y el embarazo continúa con normalidad, el tapón tiene la capacidad de regenerarse en un par de días, y eso ayuda a seguir protegiendo al bebé de infecciones.
Es importante diferenciar entre el tapón mucoso y el líquido amniótico. El líquido amniótico es verdaderamente líquido, tiene un ligero olor a cloro, y se parece a la orina. Si sospechas que se te ha roto la fuente y está saliendo el líquido amniótico, llama inmediatamente a tu médico, porque no querrá esperar mucho antes de inducir el parto, si es que no empieza naturalmente.
También debes distinguir entre la expulsión del tapón mucoso y una hemorragia. Aunque a veces el tapón mucoso está teñido de sangre, es gelatinoso y no muy abundante. Pero si la secreción sanguinolenta continúa, llama inmediatamente a tu médico para que compruebe si todo va bien, porque aun si una hemorragia no es dolorosa podría indicar que hay algún problema con la placenta.
¿Y cómo es el tapón mucoso? Algunas mamás de la comunidad de BabyCenter han compartido generosamente fotos de su tapón mucoso para ayudar a otras embarazadas primerizas. Podrás ver imágenes del tapón mucoso en esta galería de fotos.
Referencias
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Gross MM, Hecker H, Matterne A, et al. 2006. Does the way that women experience the onset of labour influence the duration of labour? BJOG 2006 113:289–294