Ansiedad por la separación

¿Todos los niños sienten ansiedad por separación?

Sí, en cierto grado. La fase de la ansiedad por separación es una etapa normal en el desarrollo emocional que empieza cuando los bebés comienzan a entender que los objetos y las personas existen incluso cuando ellos no están presentes. Este concepto se conoce como permanencia del objeto.

En determinadas etapas, la mayoría de los bebés o niños pequeños muestran verdadera ansiedad y desconsuelo ante la posibilidad de estar separados de su mamá o de su papá. Si piensas en la ansiedad por separación en términos evolutivos, tiene sentido: es natural que un bebé indefenso se sienta angustiado al estar separado de la persona que lo cuida y lo protege.

En cierto modo, las actitudes respecto a los bebés y las separaciones son culturales. Los países occidentales tienden enfatizar la autonomía desde una edad muy temprana, pero en muchas otras culturas los bebés casi nunca se separan de su madre en su primer año de vida.

En todo caso, esta etapa normal del desarrollo es frustrante tanto para los bebés como para los padres. Afortunadamente, esta ansiedad pasará y hay maneras de hacerla menos difícil. Mientras tanto, disfruta con la seguridad de que, para tu hijo, tú eres lo más importante del mundo.

¿Cuándo sucede, por lo general?

Los bebés pueden mostrar señales de ansiedad por separación a un edad tan temprana como los 6 o 7 meses, pero para la mayoría esta fase tiene su auge entre los 12 y los 18 meses, y disminuye alrededor de los 2 años de edad.

Por lo general, la ansiedad por separación ocurre cuando tú o tu pareja dejan a su hijo para irse a trabajar o a hacer algún mandado.

Los bebés también pueden sentir ansiedad por separación en la noche, acostaditos en su cuna, con mamá y papá en la habitación contigua. La ansiedad suele disminuir cuando el bebé tiene cerca de 24 meses de edad.

¿Cómo puedo ayudar a mi niño a superarla?

Hay varias medidas que puedes tomar para ayudar a tu bebé durante la fase de separación por ansiedad:

Deja a tu pequeño con personas que él conozca. Si tienes que dejar a tu bebé, por ejemplo para volver a tu trabajo, trata de dejarlo con personas a quienes conozca bien, como su papá, abuela o tía. Aun así tu bebé podría protestar, pero es probable que se adapte más fácilmente a tu ausencia si está rodeado de caras bien conocidas.

Permítele que se acostumbre a nuevas personas. Si necesitas dejar a tu hijo con alguien a quien no conoce, dale la oportunidad de conocer a la persona que lo va a cuidar cuando aún estés ahí (ver abajo para más detalles)

Transfórmalo en una rutina. Crea un ritual sencillo para despedirte de tu bebé y síguelo el pie de la letra cada vez que te separes de él. Las rutinas predecibles ayudan a tu hijo a desarrollar confianza en ti y en su propia capacidad de superar la separación.

¿Cómo preparar a mi bebé para las separaciones?

Como con cualquier transición, dale a tu bebé la oportunidad de acostumbrarse gradualmente a la idea. Ya sea que lo vayas a dejar en casa con un familiar o con una niñera, prueba las siguientes sugerencias:

Practica en casa. A tu bebé le será más fácil sobrellevar tu ausencia si es él quien se separa de ti, y no al contrario. Permítele que gatee hacia otra habitación solito (siempre y cuando la habitación sea segura para que esté ahí un breve rato sin tu supervisión), y espera un par de minutos antes de ir detrás de él.

También puedes decirle a tu bebé que vas a salir de la habitación, dónde vas, y recordarle que regresarás. Así tu bebé aprenderá que no le pasará nada si te ausentas por unos minutos, y que siempre regresarás.

Deja que se sienta cómodo. Pídele a la niñera que visite a tu hijo y juegue con él varias veces antes de dejarlos solos la primera vez. Cuando de veras vayas a salir por primera vez, pídele a la niñera que llegue 30 minutos antes de que tengas que irte para que ella y el bebé lleven un buen rato jugando antes de que te vayas.

Haz lo mismo cuando lo dejes en la casa de una amiga o pariente. Llega siempre con tiempo suficiente de que tu bebé se familiarice y se sienta a gusto con la persona que lo va a cuidar .

Despídete siempre de él. Besa y abraza a tu bebé cuando te vayas y dile a dónde vas y cuándo vas a regresar, pero no prolongues tus despedidas. Resiste el impulso de salir a hurtadillas por la puerta trasera. Tu bebé se sentirá peor si cree que de pronto desapareciste.

Haz la despedida corta. Tu bebé percibe muy bien lo que sientes, así que muestra tu afinidad y entusiasmo por la persona que has escogido para cuidarlo.

Procura no demostrar nervios ni tristeza si tu bebé empieza a llorar, por lo menos no lo hagas delante de él. Los lo superarán. La persona que lo va a cuidar probablemente te dirá más tarde que tu bebé dejó de llorar pocos minutos después de que cerraras la puerta detrás tuyo.

Una vez que te salgas, vete. Regresar varias veces a tu casa o a la guardería para calmar a tu bebé hará que la despedida sea más difícil para ti, para tu hijo y para la persona que lo va a cuidar.

Haz una prueba primero. Limita la primera noche (o tarde) fuera a no más de una hora. Al irse familiarizando tu bebé y tú con la niñera o el ambiente de la guardería, podrás prolongar tus salidas.

¿Qué hago si mi hijo solo quiere estar pegado a mí?

La ansiedad por separación también es difícil para los padres, sobre todo si el bebé llora desesperadamente cuando se alejan de él o si parece preferir a uno de los padres. Quizás te sientas culpable por dejarlo con otra persona o te preocupes si estás lejos. Si tu bebé requiere constantemente tu atención, podrías terminar agotada o incluso resentida.

Es normal que te sientas así. Solo recuerda que la ansiedad por separación es una fase normal que no durará para siempre. Tu hijo está aprendiendo a confiar en ti y está desarrollando habilidades importantes que fomentarán su independencia más adelante. Aunque tal vez te sientas sobrecargada, ten presente que la ansiedad por separación es una señal de apego saludable.

¿Cómo debemos manejar la ansiedad por separación durante la noche?

El miedo de tu bebé de estar separado de ti en la noche es muy real para él, así que haz lo más que puedas para mantener el tiempo que pasan juntos antes de la hora de acostarlo lo más cariñoso, tranquilo (y divertido) posible. Además:

• Pasa tiempo adicional acurrucada con tu bebé antes de que se duerma, leyendo, abrazándolo y cantándole bajito.
• Si tu bebé llora por ti después de que lo acuestes, está bien que vayas a verlo, tanto para tranquilizarlo como para asegurarte de que está bien. Pero trata de hacerle visitas "breves y aburridas" y aprenderá a volver a dormirse sin mucha ayuda tuya. A la larga podrá quedarse dormido solo.

¿Qué hago si nada parece funcionar?

Los bebés tienen diferentes personalidades, así que algunos experimentan más ataques de ansiedad por separación que otros. Si no puedes calmar a tu bebé usando medidas sencillas, es hora de reevaluar la situación.

Observa de nuevo a tu niñera o guardería. La persona o el centro podrían no ser los adecuados para tu bebé si él continúa sintiéndose angustiado y llorando cuando te vas.

Deja a tu bebé con un familiar o con alguien a quien conozca bien durante periodos de 15 minutos. Después incrementa el tiempo de separación hasta llegar a una hora. Entonces tu bebé aprenderá que cuando te vas regresarás, sin tener el estrés adicional de estar con alguien a quien no conoce.

Reevalúa tu patrón de despedida. ¿Te sales a escondidas cuando tu bebé no está mirando? ¿Te pones nerviosa o tensa? ¿Caminas lentamente hacia atrás al salir, diciéndole adiós con la mano y llorando hasta que tu bebé está fuera del alcance de tu vista?

Prueba una despedida más casual. Un simple "Regreso muy pronto, corazón" seguido de un abrazo rápido y un beso puede lograr maravillas en un nene angustiado. Tus acciones le muestran a tu bebé que no es algo terrible que te vayas, y que volverás pronto.