¿Qué puedo hacer para que cepillarle los dientes sea fácil?

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Al principio, puede que sea difícil, pero nada que un poco de práctica no pueda solucionar. A medida de que a tu hijo le salgan más dientes y coma más alimentos (incluidos los dulces) que puedan quedársele entre los dientes, un cepillado regular es cada vez más importante.

Diferentes niños responden a diferentes tácticas, así que es posible que necesites experimentar. Considera los siguientes consejos:

A los niños pequeños les encanta copiar casi todo lo que sus padres hacen, así que vale la pena asegurarse de que una de esas cosas sea cepillarse los dientes. Comienza por comprar cepillos de dientes del mismo color para él y para ti. Luego, siéntate con tu hijo en el piso del baño para que pueda ver lo que estás haciendo con el cepillo de dientes y trate de imitarlo.

Usa un vaso para enjuagarte y un tazón o la bañera para escupir. Cada vez que tu niño ponga el cepillo en su boca, se ganará el derecho a escupir (¡la parte favorita de un niño durante este proceso!).

Una vez que tu hijo esté dispuesto a meterse el cepillo de dientes en la boca, pasa al siguiente paso: déjalo que te meta tu cepillo de dientes en la tuya y te "cepille" los dientes mientras tú haces un trabajo minucioso en la suya. (No compartas cepillos de dientes, porque las bacterias que causan caries pueden transmitirse de tu boca a la suya.)

Si este truco no funciona, no lo presiones. Como ya te habrás dado cuenta, no puedes forzar el cepillo de dientes en la boca de tu hijo sin hacerle daño, o al menos sin asustarlo.

Otros trucos útiles: Deja a tu niño subirse a un taburete (contigo detrás de él por seguridad) de tal manera que pueda verse en el espejo del baño. Mientras mira el reflejo de los dos, señala y cuenta sus dientes y los tuyos.

Después, toca cada diente con el cepillo de dientes "para darle su parte de la pasta de dientes". Usa la pasta de dientes para niños que más le gusta al tuyo (esto puede tener más que ver con los dibujitos que están en el tubo que con la pasta en sí). Ten cuidado de usar solamente una cantidad minúscula y guárdala en un lugar donde él no pueda alcanzarla.

También puede ayudarte si nombras cada diente a medida de que lo cepillas, de tal modo que quede convencido de que ningún diente debe dejarse de lado. Esto halagará su sentido de la justicia y ayudará a mantener su boca abierta cuando el aburrimiento acecha.

No asumas que el cepillado de dientes va a ser fácil y no esperes la perfección. Pocos niños cooperan regularmente con esta actividad. Es más, incluso si tu hijo se entusiasma con el cuidado dental y se cepilla sus dientes con gusto, le falta la destreza manual necesaria para hacer un trabajo minucioso.

Iguala sus intentos de lavarse los dientes con una limpieza a fondo de los tuyos.
Foto de Erika Cebreros
Erika Cebreros fue redactora y editora en BabyCenter en Español por 5 años. Se especializa en investigación en temas de salud infantil.

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