Picaduras de insectos

A mi niño le picó un insecto. ¿Debería preocuparme?

Es común que a los niños les piquen los insectos y por lo general, la reacción es leve. Los mosquitos, las moscas que pican, las garrapatas y algunas arañas generalmente solo provocan picazón o un mínimo ardor y una ligera hinchazón.

Pero las picaduras de las abejas, avispas, avispones, chaquetas amarillas y hormigas coloradas pueden ser dolorosas. La reacción de tu pequeño dependerá de lo sensible que sea al insecto en cuestión.

¿Qué sucede si mi niño es alérgico a un insecto?

En casos poco frecuentes, un niño puede manifestar una reacción alérgica severa a una picadura, que incluso podría ser fatal. Los insectos que comúnmente causan reacciones graves son las chaquetas amarillas, las abejas melíferas, las avispas papeleras, los avispones y las hormigas coloradas.

Los síntomas de una reacción alérgica suelen manifestarse en los primeros 20 minutos después de haber sido picado. Si tu pequeño presenta alguno de los siguientes síntomas, después de una picadura de insecto, llama al servicio de emergencias de tu localidad:

• Dificultad al respirar o silbidos al respirar (sibilancia).
• Tos.
• Palidez.
• Baja frecuencia cardiaca.
• Vómitos, náusea, diarrea o dolor abdominal.
• Urticaria o sarpullido en otras zonas de su cuerpo.
• Somnolencia o confusión, lo que podría ser un indicio de shock.
• Taquicardia.
• Hinchazón en la cara, lengua, labios o garganta.
• Mareos o desmayos.
• Confusión mental.

Ten en cuenta que si una abeja o avispa le pica a tu niño en la boca, la hinchazón resultante podría ser peligrosa, aunque tu hijo no sea alérgico. En ese caso, tendrías que llevarlo inmediatamente al médico o a urgencias.

Mientras esperas ayuda médica, recuesta a tu niño intentando que la parte del cuerpo donde recibió la picadura quede por debajo del nivel del corazón, de ser posible. Afloja cualquier prenda que le apriete, recuéstalo de lado para prevenir un ahogamiento en caso que vomite, y cúbrelo con una cobija o manta. Trata de que permanezca tranquilo.

Si tu niño queda inconsciente, aplica las técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) hasta que llegue la ambulancia o el servicio médico. (Si tu niño es menor de un año, aplica RCP para bebés).

El equipo médico del servicio de emergencias le puede ofrecer a tu niño una inyección de epinefrina, en caso de una reacción alérgica severa. Esto, por lo general, detiene la reacción antes de que al niño se le cierre la garganta o pierda el conocimiento.

Si sospechas o descubres que tu niño es alérgico a un insecto, habla con su médico. Este te puede referir a un alergólogo para que lo confirme. Entre el alergólogo y tú podrán diseñar un plan, en el cual se guiarán en dado caso que se manifieste otra reacción. Y tendrás que asegurarte de que quienes estén a cargo del cuidado de tu niño (niñera, familiares o el personal de la guardería), entiendan bien ese plan y sepan bien cómo proceder si tu niño en algún momento manifiesta una reacción alérgica.

El médico quizás te recomendará que lleves contigo un autoinyector de epinefrina (como por ejemplo EpiPen o Twinject), que te recetará y enseñará a usar en caso de que ocurra una reacción. Estos dispositivos se parecen a los marcadores mágicos (rotuladores), y administran de forma automática la dosis justa de epinefrina para detener la reacción alérgica.

Es recomendable además, que tu niño lleve puesto un brazalete de alerta médica, de modo que si le pica algún insecto, las personas que lo cuidan sepan que están frente a una emergencia médica.

¿Cómo debo tratar una picadura de insecto si mi niño no manifiesta ninguna reacción alérgica?

Si tiene clavado una especie de aguijón (espina) sácalo presionándolo hacia afuera con la ayuda de tu uña o, incluso de una tarjeta de crédito (limpia bien tanto tu uña como la tarjeta primero). Si tratas de quitarlo con los dedos o una pinza, podrías vaciar más veneno en el cuerpo de tu hijo.

Lava muy bien la zona con agua y jabón. Puedes ayudar a que le disminuya la hinchazón o le calme la picazón aplicándole una compresa fría, loción de calamina o una mezcla espesa de bicarbonato de sodio y agua. (Si la picadura está cerca de los ojos o genitales de tu hijo, no uses calamina ni mezclas de bicarbonato de sodio).

Si tu niño está muy incómodo, pregúntale al médico si puedes darle un antihistamínico para calmar la picazón. Quizás también te recomiende que le des una dosis adecuada de paracetamol (acetaminofén) o ibuprofeno (si es mayor de 6 meses).

Nunca le des a tu niño aspirina porque podría ocasionarle una enfermedad rara pero potencialmente fatal denominada síndrome de Reye.

¿Puede la picadura de un insecto producir una infección?

La picadura de un insecto puede llegar a infectarse después de unos días, especialmente si tu pequeño se rasca esa zona. (Procura que tu hijo tenga las uñas cortas en los meses del verano, para que no se pueda rascar).

Si la picadura se infecta, tendrás que llevar a tu niño al médico y quizás le receten antibióticos. Llama al doctor si notas alguno de los siguientes síntomas de infección:

• Aumenta la hinchazón o el dolor en la zona afectada.
• Crece el área cálida o enrojecida alrededor de la picadura.
• Aparecen líneas rojas que suben por el brazo o la pierna afectada.
• Secreción blanquecina o amarillenta en la zona de la picadura.
• La picadura se vuelve una herida abierta.
• Tu niño tiene fiebre.

Si una garrapata pica a tu niño, permanece alerta a los signos de la enfermedad de Lyme o borreliosis. Observa con mucho cuidado, si le sale algún sarpullido circular o anillo alrededor de la picadura. Lleva a tu hijo al médico inmediatamente si llegas a ver este típico signo de la enfermedad, el cual podría aparecer de tres a 30 días después de la picadura.

También ten en cuenta que los mosquitos pueden transmitir el virus del Nilo Occidental. Los síntomas de este virus son por lo general leves, y son similares a los de la gripe. Pero un pequeño porcentaje de los que contraen el virus de Nilo tendrán reacciones más severas, y algunos no presentarán ningún síntoma. Cualquier síntoma de este virus generalmente se presenta entre 3 a 15 días después del momento de la picadura.

Planeo viajar al exterior. ¿Debería preocuparme por los insectos?

En algunos países, los mosquitos, las moscas, las pulgas y otros insectos son portadores de enfermedades graves tales como el paludismo (malaria) y la fiebre amarilla.

Unos tres meses antes del viaje, aproximadamente, pregúntale al médico si tu pequeño necesita alguna vacuna o algún medicamento prescrito, para prevenir que contraiga esas enfermedades en caso de que le pique algún insecto durante el viaje.

Si vas a viajar a lugares donde hay brotes de alguna enfermedad transmitida por mosquitos (como el zika, el dengue y el chikungunya), infórmate acerca de los efectos que estos virus podrían tener en la salud de tu hijo.

También puedes visitar las páginas web del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) y buscar información sobre los brotes mundiales de estas enfermedades, bien como cualquier advertencia o recomendación sobre vacunas para prevenirlas.

¿Cómo puedo evitar que a mi niño le pique un insecto?

La mayoría de los repelentes de insectos que se comercializan como seguros para usar en bebés y niños pequeños, son efectivos. Es decir, cumplen su función de mantener alejados a los mosquitos. Pero revisa bien el producto para que te asegures que es seguro de usar en niños. Ten en cuenta que no se recomienda el uso de repelentes en bebés menores de 2 meses de edad, y los productos que contienen aceite de eucalipto de limón (p-Menthane-3,8-diol) no se pueden usar en niños menores de 3 años.

Pídele al médico de tu hijo que te recomiende un buen repelente que puedas aplicarle a tu niño y que funcione contra los insectos que deseas evitar. También puedes adoptar las siguientes medidas:

• Cuando salgas, viste a tu hijo con ropa de colores claros que cubra su piel lo más que se pueda si planeas que esté afuera. Evita los colores brillantes y los estampados con flores. Si vas a estar en una zona boscosa, ponle pantalones largos y súbele los calcetines por encima del bajo de los mismos.
• No dejes que tu niño ande afuera con los pies descalzos.
• No uses jabones ni lociones con perfume, ya que atraen a algunos insectos.
• Evita los lugares que frecuentan los insectos como el agua estancada, las malezas, los jardines con flores, los alimentos al descubierto y los botes de basura que no están tapados, por ejemplo.
• Cubre los alimentos y los utensilios cuando comas al aire libre.
• Enseña a tu niño a que no intente aplastar o atrapar insectos voladores. Muéstrale cómo alejarse de ellos.
• Repara los mosquiteros de las puertas y ventanas de tu casa que estén rotos.
• Usa una red para mosquitos para poner encima de la silla del niño, el corralito, la mochila portabebé o la carriola (cochecito de paseo) cuando lo lleves al aire libre durante las estaciones en las que abundan los insectos.
• Trata de que tus mascotas no tengan pulgas.
• Elimina colmenas de abejas y nidos de insectos alrededor de tu casa.
• Vacía regularmente cualquier bote o recipiente que pueda contener agua alrededor de tu casa, como el agua de las mascotas y pájaros, las canaletas, los cubos, las macetas, etc.