Resfriado en niños pequeños

Niño limpiándose la nariz
Veer

¿Por qué se resfría tanto mi niño?

Una de las razones por las que los niños se resfrían mucho es porque sus sistemas inmunitarios no están totalmente desarrollados, lo que los hace más vulnerables a las enfermedades. Además, existen más de 200 virus diferentes que producen el resfriado común. Tu hijito tendría que sufrir todos esos resfriados para ser inmune a ellos.

A medida que tu pequeño crezca, es probable que explore, toque y se lleve a la boca todo tipo de cosas, de manera que será muy fácil que pasen a sus manos los virus que causan resfriados. Si se lleva los dedos a la boca o a la nariz, o se frota los ojos, el virus le afectará.

Tu niño se puede enfermar con más frecuencia durante los meses de otoño e invierno porque el aire frío y la calefacción de los ambientes cerrados secan sus membranas nasales, lo que facilita el ingreso de estos virus. Además, cuando hace frío pasa más horas adentro, donde los virus se pueden propagar con más facilidad de una persona a la otra.

La mayoría de los niños tienen, en promedio, entre seis y 10 resfriados al año. En las familias con niños que van a la guardería o a la escuela, el número de resfriados puede alcanzar los 12 al año. (El promedio de resfriados en una persona adulta es de dos a cuatro por año).

¿Cómo sé si tiene un resfriado y no una gripe, alguna otra enfermedad, o incluso alergias?

No es fácil darse cuenta. Si tu niño tiene un resfriado, podría gotearle la nariz con una mucosidad transparente, que puede hacerse más gruesa y volverse gris, amarilla o verde en una semana aproximadamente. Y podría tener tos o un poco de fiebre. (Es probable que la congestión y la tos se presenten antes que la fiebre).

Si por otro lado, si tu niño desarrolla una alta temperatura o tiene también vómitos y diarrea es probable que padezca de otra enfermedad viral. Si tiene fiebre, obsérvalo cuando le baje. Si juega y come normalmente (o casi normalmente, ya que podría tener un poco menos de hambre y sentirse un poco más débil), entonces seguramente se trata de un resfriado. En cambio, si le baja la temperatura y aún se siente enfermo, puede que tenga algo más grave que un resfriado.

Si le pican y le lloran los ojos y la nariz también le pica y gotea, estos son los síntomas típicos de la alergia, como también lo son los ataques reiterados de estornudos y la comezón en la piel durante semanas o meses. Además, la mucosidad que sale de la nariz continuará siendo transparente, en lugar de hacerse espesa y volverse amarilla o verde como ocurre con los niños que sufren de resfriados. Las alergias no harán que le suba la fiebre, y por lo general aparecen en la primavera, el verano y a principios de otoño.

Lee 13 mitos sobre el resfriado y la gripe.

¿Cómo debería tratar el resfriado de mi niño?

Si bien ningún medicamento logra que un virus se vaya más rápido, puedes ayudar a que tu niño se sienta mejor e impedir que la infección empeore haciendo que descanse lo suficiente y beba líquidos en abundancia. Dado que la mayoría de los niños no aprenden a sonarse la nariz hasta alrededor de los 4 años, a continuación te aconsejamos algunos métodos para aliviar la congestión nasal de tu hijo:

Usa gotas salinas y succiona. Si tu niño patalea porque no quiere este tratamiento, no merece la pena que lo obligues a hacerlo. Pero si está dispuesto, inclina hacia atrás su cabeza e introduce en los orificios nasales gotas salinas de venta sin receta médica (agua con sal) para aflojar la mucosidad. Unos minutos después, extrae el líquido y la mucosidad con un aspirador nasal (pera de goma).

Ponle un poco de vaselina en la parte exterior de los orificios nasales para disminuir la irritación. No uses aerosoles nasales salvo que el médico esté de acuerdo. Puede que momentáneamente den resultado, pero el uso continuado también puede empeorar la congestión.

Humedece el aire. Usa un humidificador o vaporizador de aire frío para humedecer el aire en su habitación. O llévalo al baño, abre el agua caliente, cierra la puerta, y permanece sentada con él por unos 15 minutos en ese ambiente lleno de vapor. Un baño tibio puede dar el mismo resultado.

Eleva la cabeza de tu niño. Puedes intentar elevar el lado de la cabecera de la cama de tu niño unos centímetros. Una opción es poner una toalla debajo del colchón. Sin embargo, si tu niño es aún pequeñito (menor de 2 años), nunca uses almohadas dentro de la cama para mantenerlo reclinado porque podrían causar asfixia. Y no coloques nada debajo de las patas de la cuna porque podría quedar en una posición inestable.

¿Puedo darle a mi niño medicamentos para el resfrío sin receta médica?

La mayoría de los expertos dicen que no. La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP por sus siglas en inglés) recomienda a los pediatras que avisen a sus pacientes que los medicamentos para el resfriado sin receta no son efectivos en niños menores de 6 años y a veces pueden tener efectos secundarios peligrosos. Es importante que consultes con el doctor de tu pequeño y le preguntes qué te recomienda.

Ten presente que el medicamento para la tos y el resfriado no acortará el curso de la enfermedad ni tampoco servirá para prevenir otras complicaciones como por ejemplo, infecciones de oído o en los senos nasales.

Si tu hijo tiene fiebre y está incómodo, pregúntale al médico si puedes darle acetaminofén infantil (paracetamol) o ibuprofeno. Ten en cuenta las siguientes medidas de precaución:

  • Asegúrate siempre de darle la cantidad recomendada de acuerdo a su peso y estatura.
  • Evita darle otros remedies de venta sin receta médica que contienen acetaminofén o ibuprofeno, ya que le estarás duplicando la dosis.

Nunca le des aspirina porque lo vuelven más propenso al síndrome de Reye, una enfermedad rara pero potencialmente mortal.

¿Qué tratamientos naturales o alternativos pueden ser de ayuda para aliviar los síntomas del resfrío en mi niño?

Agregar unas pocas gotas de esencia de mentol, eucalipto o pino a un vaporizador o a un baño puede ayudar a que tu niño se sienta menos congestionado (la mayoría de las tiendas naturistas venden esas gotas). Una cucharada de miel o una solución diluida y tibia de té de manzanilla puede asimismo ser relajante.

Para más información, lee nuestro artículo donde te ofrecemos una lista de remedios naturales muy sencillos para tu niño, que ayudan a aliviar los síntomas del resfriado y la gripe.

Ten cuidado: nunca uses en tu niño la hierba china Ma Huang, también conocida como efedra o efedrina, que tiene efecto descongestionante. Su potencia puede variar ampliamente, y la Administración de Fármacos y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) la vincula con reacciones adversas en los adultos, como hipertensión arterial, arritmia, convulsiones, infarto y derrame cerebral.

¿Cuándo debería llamar al médico?

Debes llamar al médico si tu niño tiene una temperatura de más de 103 grados F (39,5 grados C). También llámalo si observas alguno de los siguientes síntomas:

  • Una fiebre que dure más de dos días.
  • Su tos empeora, respira muy rápido (más de 40 respiraciones por minuto) o con dificultad o bien, con un sonido sibilante. Estos síntomas podrían indicar la presencia de neumonía o virus sincitial respiratorio, una enfermedad respiratoria relativamente común pero potencialmente grave.
  • Se jala la oreja y se la refriega. También puede ser que llore de una manera poco común cuando lo pones a dormir. Esto podría indicar una infección de oído.
  • Sus ojitos se pegan o están llorosos. Esto podría ser una señal de conjuntivitis.
  • Excesiva irritabilidad o somnolencia poco usual, o cambios en sus hábitos alimenticios o de sueño.
  • Tu niño empeora en lugar de comenzar a mejorar después de cinco a siete días, o los síntomas del resfriado duran más de 14 días.

¿Hay algo que pueda hacer para reducir el número de resfríos que sufre mi niño?

Aunque no puedes prevenir todos los resfriados de tu bebé, puedes reducir a un mínimo su exposición y aumentar sus defensas. Aquí tienes unos consejos:

Procura que esté bien hidratado. Ofrécele agua a lo largo del día.

Una sana alimentación. Ofrécele una selección de alimentos nutritivos.

Descanso y ejercicio. Asegúrate que se mantenga activo y que descanse todos los días.

Evita en la medida de lo posible que tu hijo esté en contacto con niños o adultos que estén enfermos. Ten en cuenta que los niños que van a la guardería o escuela sufren de más resfriados que los que están en casa, por la sencilla razón que están en contacto con más niños y por lo tanto están expuestos a más gérmenes.

Lavarse las manos es crucial. Asegúrate de lavarte seguido las manos, especialmente después de cambiar pañales y antes de preparar comida. Si otra persona o personas cuidan a tu niño, pídeles también que se laven las manos a menudo. Enséñela at u niño a lavarse cada vez que vaya al baño, en caso de que ya vaya solito, así como antes de comer.

Mantenlo alejado de personas enfermas. Evita en la medida de lo posible el contacto con niños o adultos que estén enfermos. Si alguna persona está enferma y desea visitarte, pídele amablemente posponer la cita hasta que haya pasado la etapa de contagio. Ten en cuenta que los niños que van a la guardería sufren de más resfriados que los que están en casa, por la sencilla razón que están en contacto con más niños y por lo tanto están expuestos a más gérmenes.

Mantenlo alejado del humo. El humo de segunda mano hace que los niños sean más propensos a problemas respiratorios. Así que mantenlo alejado de los fumadores y de las zonas donde se ha estado fumando. Los niños que viven con fumadores tienen mayor cantidad de resfriados y les duran más tiempo que a aquellos que no son expuestos al humo.

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