Aspectos imprescindibles para la correcta supervisión de un centro de transformación
La evolución de la tecnología y la regulación de las redes de distribución han supuesto un cambio en la concepción de la operativa en diferentes etapas del suministro de energía. Este es el caso de los centros de transformación (CT), donde la sinergia entre distribuidoras de energía, instaladores y fabricantes ha supuesto un punto de inflexión en cuanto a calidad de suministro, reducción de incidencias, y, por tanto, mejora del servicio de cara al consumidor final.
Son muchos los aspectos que han cambiado a lo largo de los últimos años en el campo del suministro de energía a particulares. Esta evolución ha provocado que los CT tengan que adaptar su infraestructura y gestión acorde a las nuevas necesidades y modelos energéticos.
De la supervisión al diagnóstico avanzado
Hoy en día, es posible hacer una supervisión a nivel general del CT. Pero, además, se puede realizar un diagnóstico avanzado de cada una de las líneas y fases de los diferentes cuadros generales de baja tensión que forman parte de una misma estación transformadora. Contar con herramientas de precisión a la hora de analizar la red de distribución posibilita no solo conocer cuándo se produce un transitorio de calidad de suministro, sino que también permite tener un registro completo de lo que sucede en los ciclos antes y después. Así, se pueden conocer en detalle la causa y la duración del evento.
Adicionalmente a la propia supervisión de líneas y fases, existen soluciones que velan por la seguridad de los instaladores en sus actuaciones en el entorno de los CT. Para tener la certeza de que el entorno es seguro, las soluciones de supervisión avanzada cuentan con medidas de corrientes de fugas a tierra, así como con mediciones de la tensión en tierra de protección o herrajes. Este es un requisito imprescindible para evaluar la salud de las tomas de tierra de una instalación y, consecuentemente, de las personas que deben trabajar en el contexto del CT.
El concepto SABT, en el que Circutor es un referente tecnológico, permite mejorar la gestión de las redes dedistribución tanto para pequeñas y medianas distribuidoras como para las principales compañías eléctricas.
El hecho de contar con más variables y frecuencia de información requiere de una mayor prestación, que es asumida por los productos existentes en el mercado. Estos recogen, procesan y agrupan estos datos en diferentes informes, lo que ha obligado también a la mejora de los sistemas de telegestión. Para simplificar el acceso a la información, los diferentes dispositivos generan unos informes estándar, que permiten al usuario (distribuidor, instalador o fabricante) obtener la información que necesita para las diferentes consultas que desee realizar. Un aspecto relevante es que los equipos de supervisión trabajan también con tareas programadas, de modo que periódicamente se generan los informes que requiera el usuario de manera recurrente.
Gracias a este volumen de información, es posible detectar comportamientos anómalos antes de que acaben provocando una interrupción de suministro. Este es el caso de la monitorización de la temperatura o de los balances energéticos para detectar desequilibrios en la red de distribución o necesidades de dimensionamiento. Asimismo, las funcionalidades de registro de eventos nos pueden informar de sucesos tan relevantes como la rotura de un fusible. Una situación de la que hasta hace unos años se tenía conocimiento una vez que se recibían diferentes llamadas de los abonados de una zona.
Tomando como base la información descrita, el usuario puede analizar en detalle el funcionamiento de cada uno de sus centros de transformación, ya sea monitorizando en tiempo real (mediante web o integración en SCADA) o analizando el histórico (envío de informes a servidor FTP o a través de un sistema de telegestión).
Por ejemplo, información como la curva de corrientes cada segundo (por fase y línea) es de un gran valor añadido a la hora de identificar fraudes, ya que, cruzando esta información con los contadores, se pueden estudiar en detalle las diferentes zonas donde se ven consumos significativamente elevados respecto al tipo y número de consumidores. Un factor relevante a tener en cuenta, especialmente en las zonas donde la cobertura es débil, es el hecho de disponer de una solución tecnológica probada en redes lentas. Es decir, cuyos intercambios de información, ya sea síncronas o asíncronas, requieran de un mínimo volumen de datos, asegurando la respuesta a cada petición.
El sistema SABT gestiona y centraliza toda la información recibida por las T-SABT a través de la remota de supervisión avanzada en baja tensión R-SABT. El servicio WEB integrado ofrece a los usuarios, información relevante para poder gestionar de forma adecuada cada centro de transformación.
Monitorización centro de transformación
Características como la flexibilidad de montaje (para poder instalar estas soluciones en cualquier tipología de CT) o su impacto en el modelo retributivo de la distribuidora han contribuido tanto a la prueba de concepto de esta tecnología como al impulso de despliegue gradual o masivo de la supervisión avanzada de baja tensión.
Conocer más sobre las ayudas a la Supervisión Avanzada (RD 1125/2021) →
Finalmente, es posible diagnosticar si en las redes de baja tensión se cumplen las exigencias normativas en cuanto a niveles de tensión (EN 50160), calidad de suministro (IEC 61000-4-30) y funcionamiento de las tomas de tierra; aportando toda la información que necesita cada uno de los participantes en el ciclo de la distribución de energía eléctrica para su interacción en el sistema.
Soluciones compactas para su fácil instalación
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Soluciones compactas de fácil instalación sin interrupción de suministro
Armarios CMBT-SABT
En conclusión, disponemos de soluciones que aportan un gran cantidad de información para garantizar el cumplimiento de los estándares de calidad y seguridad en las redes de distribución de la energía.