Establecer hábitos de sueño saludables: 18 a 24 meses

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Patrones de sueño habituales a esta edad

A esta edad, tu niño debería dormir de 11 a 12 horas por la noche y una siesta de hora y media a 3 horas cada día. Algunos niños siguen durmiendo dos siestas más cortas durante el día, hasta que cumplen 2 años. Si tu hijo es uno de ellos, déjale que lo haga.

Cómo establecer hábitos de sueño saludables

Lo mejor que puedes hacer para asegurarte de que los hábitos de sueño de tu hijo van por buen camino es lo siguiente:

  • Ayúdale a romper malos hábitos de sueño para que pueda dormirse por su cuenta. Tu hijo debería ser capaz de dormirse sólo por la noche sin que lo acunes, lo amamantes ni le ayudes a dormirse. Si se acostumbra a depender de estas ayudas externas, no podrá volver a dormirse solo durante la noche si se despierta.

Piénsalo así, explican los expertos en sueño Jodi Mindell y Richard Ferber: te duermes con la cabeza sobre una almohada y cuando te despiertas en mitad de la noche, la almohada no está ahí.

Seguramente te preocuparía la ausencia de la almohada y la buscarías, despertándote del todo. Igualmente, si tu hijo se duerme cada noche escuchando un CD en particular, se preguntará qué pasó cuando se despierte y no escuche la música, y es posible que no pueda volver a dormirse solo. Para ayudarte a evitar esto, procura acostarlo cuando tiene sueño pero aún no está dormido, y así se dormirá por su cuenta.

  • Ofrécele opciones aceptables a la hora de dormir. Estos días, tu niño pequeño empieza a poner a prueba los límites de su recién estrenada independencia, y quiere ejercer control sobre el mundo que lo rodea.

Para evitar luchas de poder a la hora de dormir, permítele elegir en la medida de lo posible lo que puede hacer durante su rutina nocturna, como qué cuento quiere escuchar antes de dormir, o qué pijama quiere ponerse.

El truco está en ofrecerle solo dos o tres alternativas y asegurarte de que ambas te parecen bien a ti. Por ejemplo, no le preguntes "¿Quieres acostarte ahora?” porque te podría decir que no, lo cual no es aceptable. En lugar de eso, prueba a decirle: “¿Quieres ir a la cama ahora o dentro de cinco minutos?” Así aún puede tomar la decisión, pero tú ganas de cualquier manera.

Posibles dificultades

Dos de las dificultades del sueño más comunes para niños pequeños de todas las edades son dormirse y despertar de forma frecuente por la noche.

Este grupo de edad tiene también sus propias dificultades: en algún momento entre los 18 y los 24 meses de edad, algunos niños comienzan a salirse de la cuna, lo cual puede ponerlos en peligro (caerse de la cuna puede ser muy doloroso).

Desafortunadamente, el hecho de que tu niño sea capaz de salirse de la cuna no significa que esté preparado para una cama grande. Procura mantenerlo a salvo y en su sitio con las siguientes sugerencias de Sleeping Through the Night (Durmiendo toda la noche), por la experta en sueño Jodi Mindell:

  • Baja el colchón: Si mueves el colchón de la cuna a su nivel más bajo, es posible que puedas impedir físicamente que tu hijo se salga, aunque probablemente deje de funcionar cuando crezca.
  • Vacía la cuna: Es posible que tu hijo esté usando los juguetes de la cuna para agarrar impulso. Si los sacas de la cuna, seguramente se quedará en ella más tiempo.
  • No le hagas mucho caso cuando salga de la cuna: Si tu hijo se sale de la cuna y reaccionas dándole mucha atención o dejando que se meta en la cama contigo, seguirá haciéndolo. En lugar de eso, permanece calmada y neutral, dile con firmeza que no salga de la cuna, y vuélvelo a acostar. Enseguida se dará cuenta de que no merece la pena salir.
  • Vigílalo: Corta de raíz sus escapadas, quedándote de pie donde puedas verlo en la cuna pero él no pueda verte a ti. Si intenta salirse, dile inmediatamente que no lo haga. Después de haber hecho esto unas cuantas veces, seguramente aprenderá a quedarse quieto.
  • Mantén un entorno seguro: Si no puedes evitar que tu hijo salga de la cuna, al menos puedes asegurarte de que está seguro. Pon almohadas y otras protecciones en el piso, alrededor de su cuna y cerca de sus arcones para guardar juguetes, muebles y otros objetos que pudieran causar un fuerte golpe. Si no hay manera de evitar que salga de la cuna, siempre puedes bajar los rieles de la cuna y dejarle cerca un peldaño. Así al menos no tendrás que preocuparte de que se pueda caer y hacerse daño.
Revisado en febrero 2015

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