English | Español | August 15, 2018 | Issue #67 | ||
Ex informante de ICE, encarcelado en Missouri, afirma que está siendo incriminado"Lalo" es un hombre que sabe demasiadoPor Bill Conroy
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A partir de ahí, las cosas pasaron rápido para Ramírez Peyró, también conocido como Lalo. Después de parar en el hotel La Quinta para pasar la tarde en Joplin, Missouri, fue detenido con cargos de secuestro y ahora espera juicio en una cárcel del condado. Afirma que los cargos, formuladas en su contra por Schroer, son “ridículos”. Pero esta no es la primera vez que Lalo ha chocado con la ley.
A principios de los años 2000, el ex policía mexicano estuvo involucrado con una serie de asesinatos brutales en Ciudad Juárez, México, cuando trabajaba como informante pagado por el gobierno de los EEUU, el cual había autorizado su continuo trabajo como narcotraficante, incluso después de saber de su primer asesinato -el cual fue grabado clandestinamente por Lalo. Para mediados de enero de 2004, unas 12 personas habían sido torturadas y asesinadas, y luego enterradas en el patio trasero de una casa de clase media en Juárez, desde entonces conocida como La Casa de la Muerte.
El alcance total de la complicidad del gobierno de los EEUU en esos asesinatos, a través del informante Lalo y la agencia para la cual trabajaba, ICE, continúa siendo un misterio oculto en un encubrimiento, de acuerdo con diversos agentes federales familiarizados con el caso. Entre ellos está Sandalio González, el supervisor de la DEA que alertó sobre la masacre después de un agente de la DEA y su familia fueran los objetivos de una ejecución ordenada por los jefes de la Casa de la Muerte -una célula de la organización narcotraficante de Vicente Carrillo Fuentes controlada por el jefe de Lalo, Humberto Santillán Tabares.
Finalmente Lalo fue recogido por ICE, después de que la organización de Juárez hiciera un intento fallido por terminar con su vida en El Paso, y fue mantenido en unidades de aislamiento por seis años en cárceles de Texas, Minnesota y Nueva York. Durante ese tiempo, ICE presionó por deportarlo a México, donde hubiera enfrentado una muerte segura, pero finalmente no pudo hacerlo. Desde 2010, Lalo ha vivido bajo el radar de Nueva York hasta diciembre pasado, cuando fue detenido en Joplin. Una vez más, se enfrenta a la cárcel, incluso una potencial deportación -con un escenario mucho más disponible para sus enemigos en la organización narcotraficante de Juárez, quien él dice tiene un contrato de 500 mil dólares por su vida.
Lalo tiene una demanda legal pendiente en Nueva York en contra de los funcionarios actuales y pasados de ICE y el Departamento de Justicia, afirmando que conspiraron para mantenerlo en prisión seis años para encubrir su participación en los asesinatos de la Casa de la Muerte. También afirma que su situación actual en Missouri es una continuación del esfuerzo por silenciarlo y para hacer que la demanda desaparezca. Los fiscales y funcionarios del condado de Newton, donde Lalo está encarcelado, afirman que no han sido presionados por los federales para presentar cargos en contra de Lalo, pero si afirma que su caso involucra mucho más “intriga” de la que han tratado en el pasado.
En cuanto a Lalo, está seguro de algo -es un hombre marcado:
“Absolutamente voy a ser asesinado por el Cártel de Juárez o por el gobierno mexicano, que es básicamente lo mismo.”
Para leer la historia completa, revisa el artículo de Bill Conroy en el St. Louis Riverfront Times.