Debido a un escrito emitido oficialmente por el Juzgado de lo Penal núm. 1 de Guadalajara el pasado 29 de abril, los repobladores de Fraguas conocieron que provisionalmente se paraliza el derribo del pueblo. Se trata de un cambio de criterio judicial que se ha conseguido por el esfuerzo humano y la batalla jurídica de la que llevan años defendiéndose sus pobladores y que paraliza con carácter provisional la ejecución de la sentencia de demolición del pueblo.
Un proyecto de ocho años de vida por la recuperación del espacio rural
Para quien no conozca la trayectoria de este proyecto comunitario de Fraguas, esta iniciativa de okupación rural echaba a andar en el año 2013 en una pequeña pedanía abandonada en la Sierra Norte de la provincia de Guadalajara. Este pueblo, que data del siglo XII, fue desalojado forzadamente durante la dictadura franquista en 1968 para el monocultivo de pino y su posterior venta a la industria maderera. Un grupo de jóvenes decidieron la pasada década reconstruir algunas viviendas que quedaron medio en pie, después de que militares españoles utilizaran la zona como campo de prácticas de tiro y explosivos en los años 90. Su proyecto es real y han conseguido sus objetivos iniciales, ya que consiguieron la reconstrucción de varias casas del pueblo, pero también han experimentando un gran nivel de autosuficiencia colectiva en la convivencia y la autogestión de recursos naturales. Cuentan con una huerta y un invernadero construido con sus propias manos, un pequeño gallinero al aire libre, abejas en un par de decenas de colmenas, y como autoabastecimiento energético cuentan con una treintena de paneles solares fotovoltaicos. [Leer más]