EDITORIAL
Vivimos en un mundo que nos bombardea constantemente, de todos los modos posibles, para domesticarnos y hacernos rentables a los proyectos del poder. Un mundo en donde nuestros valores y anhelos (solidaridad, apoyo mutuo, autogestión, libertad), se han convertido en palabras tomadas por el enemigo, vaciadas de contenido, recicladas y vomitadas al mercado. El cinismo con que intentan convencernos, es de lo más burdo, pero aun así hay demasiados, demasiados, que compran gustosos sus cadenas, y las lucen con amplia sonrisa y ojos muertos. Siempre insistimos en tratar de visualizar grados de responsabilidad, en todo, en el sostenimiento del capitalismo, de la policía, de la destrucción de la tierra y el asesinato de animales…no es lo mismo un policía que el que lo llama…pero hay uno que no podría existir sin el otro. Por otra parte… ¿Quién es más violento, el que pega o el que se deja pegar? Para nosotros la respuesta está clara. Sigue leyendo