Autonomías es un espacio para la defensa intransigente de la libertad y de la igualdad.
Por libertad no se entiende una simple libertad “contra” aquello que pueda limitarla, una mera sombra de libertad, sino la libertad de crear y recrear relaciones con otros, no una libertad que nos permite descubrirnos a nosotros mismos, sino una libertad que expresa, a través de y con otros, una singularidad creativa.
Nuestras relaciones son numerosas: políticas, morales, sexuales, sociales, económicas … (palabras que en sí tienen que ser criticadas, que no se refieren a realidades exclusivas o estáticas). La libertad se encuentra en la capacidad concreta de inventar y rehacer estas relaciones.
Esta creatividad solo es posible con otros, a no ser que reine la dominación; por consiguiente la exigencia de igualdad. La libertad y la igualdad caminan o caen juntas, y ambas constituyen y se posibilitan en las relaciones entre nosotros. El objetivo de Autonomías es explorar, imaginar y así contribuir a la creación de relaciones que profundicen nuestra libertad e igualdad.
Nuestras Autonomías son plurales, porque creemos que las relaciones a las que dan origen y que las sustentan son múltiples, alterables y no reducibles a un solo tipo o forma.
La opresión es nuestro enemigo, y no es homogéneo. No es exclusivamente clasista, racista, sexista; no atraviesa la sociedad, si alguna vez lo hizo, separando e identificando de forma clara a opresores y oprimidos; posiblemente más que nunca, la opresión nos divide contra nosotros mismos y contra los demás. La Revolución, por consiguiente, no depende de un sujeto privilegiado; puede emerger, estallar en cualquier punto-momento del tejido disciplinar biopolítico; tiene que explotar cualquier fisura, fragilidad, a cualquier escala, en el edificio del Imperio contemporáneo. Disidencia, sedición, rebelión, desobediencia, sabotaje, rechazo … todo está permitido.
La libertad exige una variación continua de constante devenir.
Aunque la inspiración de quienes crearon Autonomías es el anarquismo, la página está abierta a todos los que comparten con nosotros nuestros deseos, independientemente de su posicionamiento.
El presente está desprovisto de futuro. Solo puede ofrecernos la dictadura de mercancías y la razón ciega y utilitaria que la acompaña. Su promesa es destrucción insensata. Nuestra respuesta es la creación.