El Rol de la Organización Revolucionaria


La Organización Revolucionaria y el Trabajo de Masas

La organización revolucionaria busca contribuir al desarrollo teórico y práctico de la lucha revolucionaria. La organización revolucionaria participa en, y busca ampliar y generalizar el potencial revolucionario de la clase trabajadora. Se esfuerza por conservar la memoria histórica de sus experiencias de éxito y fracaso con el fin de fortalecer los movimientos de masas por su liberación. Sus militantes participan en movimientos de masas como iguales en la lucha. La organización revolucionaria debe ser una herramienta para los miembros más activos y combativos de la clase trabajadora. Jamás busca dominar, imponerse, manipular, mandar o controlar los movimientos de masas, reconociendo la necesidad del pluralismo revolucionario y el hecho de que dichos movimientos, y no la organización revolucionaria misma, son los sujetos revolucionarios de una transformación social.

La organización revolucionaria trabaja dentro de los movimientos de masas con el fin de contribuir a su poder, siempre obrando para el desarrollo de una conciencia, una capacidad y una solidaridad de clase autónomas. Al participar en las luchas de masas construye la capacidad de la organización revolucionaria y la de los movimientos de masas para llevar a cabo una acción directa y cambiar las relaciones de poder. Le permite a ambos experimentar el poder colectivo mediante la lucha. La organización revolucionaria propone soluciones colectivas para los problemas cotidianos, ya sea confrontando directamente a nuestros opresores o construyendo instituciones alternativas contra el Capitalismo y el Estado.

La organización revolucionaria hace esto con el fin de construir la base social de una visión de transformación social con perspectiva anti-autoritaria, una base social que esté arraigada en las luchas de la clase trabajadora y los pueblos oprimidos. La organización revolucionaria opera dentro de las luchas de masas para combatir el aislamiento, compartir recursos, extender las redes de apoyo mutuo y vincular las distintas luchas. Opera dentro de movimientos de base y organizaciones de masas. Se esfuerza por contrarrestar las tendencias autoritarias, burocráticas y reformistas al promover formas de organización horizontales, directamente democráticas y revolucionarias dentro de los movimientos de masas.

La organización revolucionaria, en su actividad en los movimientos, crea relaciones positivas con otros activistas y organizaciones afines. Evita la condena pública de los grupos afines que usan tácticas diferentes a las suyas. De este modo puede desarrollar una periferia activa de simpatizantes y aliados que están de acuerdo con aspectos de su trabajo y de sus ideas.


La Organización Revolucionaria y la Actividad Política

 

Desarrollo Interno y Educación

La organización revolucionaria desarrolla a sus militantes mediante la educación y la formación teórica así como en habilidades organizativas. Se esfuerza por empoderar a sus militantes para que creen y fortalezcan movimientos. La organización revolucionaria es una escuela para aprender y enseñar las herramientas de cambio social de la forma más amplia posible.

La organización revolucionaria crea un espacio para cultivar y desarrollar nuevos revolucionarios y revolucionarias conscientes. Es un espacio para el diálogo y la discusión para construir continuamente un análisis compartido y el desarrollo de sus militantes, simpatizantes y compañeras en las luchas. Allí sus militantes pueden aprender unas de otras con diferentes experiencias.

La organización revolucionaria lleva a cabo esta actividad con el fin de construir la confianza en sí misma, el conocimiento, las habilidades y las oportunidades que permitan poner en práctica estos métodos en los movimientos sociales. Para la organización revolucionaria, la construcción de habilidades es un objetivo permanente. La organización revolucionaria es una organización de iguales, no un grupo con líderes y seguidores, por lo que está siempre esforzándose por desarrollar las capacidades de sus militantes para la lucha.

Educación Popular y Propaganda

La organización revolucionaria produce propaganda educativa y anti-autoritaria. Lo hace a través de la creación de medios que comunican las visiones y perspectivas políticas de la organización. Promueve sus visiones por impreso así como en medios digitales, mediante eventos y acciones públicas. La organización revolucionaria procura construir una presencia visible para sus ideas, métodos y tácticas con el fin de difundir una cultura revolucionaria.

La cultura revolucionaria que la organización se esfuerza por promover es una de combatividad, creatividad, solidaridad, apoyo mutuo, anti-racismo, internacionalismo, anti-patriarcado, anti-capitalismo y anti-estatismo, todo bajo un prisma popular. Hace esto mediante el desarrollo de materiales de agitación y educación que comunican estas ideas. Estos materiales han de ser creados de tal forma que sean del interés de diversas secciones de la población con distintas habilidades y capacidades. Los materiales debiesen comunicar ideas complejas de formas que sean claras y presentadas con claridad, con un énfasis en afiches, videos, arte, grafiti, charlas, todas ellas vinculadas con documentos, publicaciones y libros más extensos. La organización revolucionaria también lleva a cabo esta actividad educativa organizando actividades sociales y culturales que reflejan ampliamente los conceptos y la práctica de la organización revolucionaria y sus militantes.


Principios Organizativos de la Organización Revolucionaria

Coherencia Estratégica y Teórica

La organización revolucionaria se basa en la coherencia estratégica y teórica, en una perspectiva y orientación política compartida y claramente definida. Tiene una visión común para guiar la actividad conjunta y la cooperación entre sus militantes. Siempre busca clarificar nuestro rol. Procura ofrecer un foro y promover una cultura de discusión, análisis y debate con el fin de teorizar y sintetizar ideas sobre cómo enfrentar el Capitalismo, el Estado y todas las otras opresiones.

La organización revolucionaria observa el momento histórico actual para desarrollar su pensamiento, llevando a cabo una reflexión sobre su participación en las luchas sociales actuales. De este modo, la teoría y la estrategia están imbuidas directamente de la práctica en las luchas. La organización desarrolla fines comunes y coordina los esfuerzos de los militantes para alcanzarlos. Desarrolla enfoques tácticos para alcanzar fines estratégicos, manteniendo al mismo tiempo la flexibilidad táctica que facilite la adaptación de estos fines a sus circunstancias locales y regionales. La organización revolucionaria revisa colectivamente sus éxitos y fracasos e intenta aprender de ellos. Lo más importante es que le preocupan las necesidades y tareas organizativas reales del día a día. La estrategia y la teoría revolucionarias son tomadas de la experiencia de trabajo directo en los movimientos de masas.

Una Cultura Organizacional de Responsabilidad y Democracia Directa

Los principios organizacionales de la organización revolucionaria sirven para fortalecer su eficiencia y su efectividad en el desarrollo de nuestras ideas y estrategias dentro de los movimientos de masas. La organización revolucionaria es una herramienta de nuestros militantes y simpatizantes dentro de los movimientos de masas. Para lograr esto, la organización revolucionaria debe tener una cultura de responsabilidad y democracia directa. Internamente, la organización logra esto usando un sistema de democracia directa. En vez de utilizar la representación, la organización funciona mediante la delegación. Los delegados y encargados son mandatados e inmediatamente revocables por los militantes.

La organización revolucionaria es también un hogar político para las y los revolucionarios. Un lugar para que sus militantes se sientan seguros y respaldados. La organización revolucionaria se esfuerza por alcanzar una cultura organizacional interna basada en el respeto, la conducta con principios y la responsabilidad de unos ante otros, para combatir todas las formas de opresión y dominación. La organización hace esto mediante un activo cuestionamiento de todas las formas de opresión en nosotros mismos, en nuestras relaciones y en nuestras organizaciones. El deber de mantener una cultura organizacional de responsabilidad es de todas y todos los militantes. La militancia en su conjunto es responsable de y deben responder ante las acciones de todos los y las militantes. Para lograr esto, la militancia define pautas claras para resolver pro-activamente los problemas antes de que surjan.