Yo en cambio creo que la revuelta, la rebelión, es un recurso enorme para una humanidad que pide justicia. Mi problema es evitar que sea transformada en guerra por el imperio, porque ahí es dónde se derrota a la humanidad, porque ése es el territorio de los criminales que nos gobiernan. Pero violar las leyes injustas, las zonas rojas de la injusticia, es un problema que está siempre al orden del día. Y hoy más que nunca. Hacerlo a través del conflicto y del consenso, de la desobediencia social difusa, también.

Luca Casarini