"Free Jazz: A Collective Improvisation
is an album by jazz saxophonist and composer Ornette Coleman, recorded
in 1960. The original release embodied a painting by Jackson Pollock, on
the front of the cover, and its title gave the name for the whole
movement. It involves two separate quartets, one to each stereo channel;
the rhythm sections play simultaneously, and though there is a
succession of solos as is usual in jazz, they are peppered with freeform
commentaries by the other horns that often turn into full-scale
collective improvisation. The pre-composed material is a series of
brief, dissonant fanfares for the horns which serve as interludes
between solos. Not least among the album's achievements was that it was
the first LP-length improvisation, nearly forty minutes in length, which
was unheard of at the time.
The album was identified by Chris Kelsey in his Allmusic essay "Free
Jazz: A Subjective History" as one of the 20 Essential Free Jazz
Albums. It served as the blueprint for later large-ensemble free jazz
recordings such as John Coltrane's Ascension and Peter Brötzmann's
Machine Gun."
@Flac
"Johnny estaba en gran forma en esos días, y yo había ido al ensayo
nada más que para escucharlo a él y también a Miles Davis. Todos tenían
ganas de tocar, estaban contentos, andaban bien vestidos (de esto me
acuerdo quizá por contraste, por lo mal vestido y lo sucio que anda
ahora Johnny), tocaban con gusto, sin ninguna impaciencia, y el técnico
de sonido hacia señales de contento detrás de su ventanilla, como un
babuino satisfecho. Y justamente en ese momento, cuando Johnny estaba
como perdido en su alegría, de golpe dejó de tocar y soltándole un
puñetazo a no sé quién dijo: "Esto lo estoy tocando mañana", y los
muchachos se quedaron cortados, apenas dos o tres siguieron unos
compases, como un tren que tarda en frenar, y Johnny se golpeaba la
frente y repetía: "Esto ya lo toqué mañana, es horrible, Miles, esto ya
lo toqué mañana", y no lo podían hacer salir de eso, y a partir de
entonces todo anduvo mal, Johnny tocaba sin ganas y deseando irse (a
drogarse otra vez, dijo el técnico de sonido muerto de rabia), y cuando
lo vi salir, tambaleándose y con la cara cenicienta, me pregunté si eso
iba a durar todavía mucho tiempo."
(El perseguidor, de Julio Cortázar [Fragmento])