El presidente chino, Xi Jinping, es el principal censor del mundo y predador de la libertad de prensa, así como el artífice de una política que busca el control hegemónico de la información y la instauración de un orden mediático mundial bajo una fuerte influencia de China. En 2015 y 2016 numerosos periodistas-ciudadanos, blogueros y activistas defensores de los derechos humanos, también extranjeros, fueron detenidos por las autoridades y obligados a confesar. En violación al "derecho fundamental a un proceso justo", estas confesiones fueron transmitidas enseguida por el canal de información del Estado, CCTV, y difundidas por la agencia de prensa Chine Nouvelle. Actualmente, más de 100 periodistas y blogueros se encuentran encarcelados en el país, entre ellos la famosa Gao Yu, los reporteros Lu Yuyu, Li Tingyu y Huang Qi (fundador del sitio web informativo 64Tianwang), que recibieron el premio RSF por la libertad de prensa.