Desde la acera de enfrente

Regalo de fin de año

miércoles, 27 de diciembre de 2017 · 00:07

La liberación de Fujimori; la próxima posesión de  Piñera, espectro contemporáneo de Pinochet en Chile; la consolidación del macrismo con más ajuste estructural contra los y las pobres en Argentina, y el pacto de Evo Morales con la derecha cruceña, concediendo la restitución protegida del terratenientismo en el oriente y la consolidación de la agricultura transgénica, se presentan como panorama de malos augurios para la justicia, para el amor y la amistad.


 Quiero pedir permiso para romper la obligación de escribir sobre estos temas trágicos para entregar en estas líneas nuestro regalo de fin de año para las mujeres bolivianas:


 Hemos atendido de forma gratuita, sin burocracias, sin racismos, sin clasismo a 2.210 mujeres por casos de violencia machista. Hemos logrado resolver el 60% de estos casos gracias a una metodología feminista que restituye la dignidad de las mujeres, la credibilidad en sus voces, gracias a la comprensión de la mujer que sufre violencia, no como una víctima carente de autoestima, sino como una mujer que sabe que quiere romper con la violencia y que tiene ganas, fuerza, y lucidez para construir su autonomía. 


 Hemos atendido 1.500 casos de irresponsabilidad paterna en los que hemos constatado la idea de los padres en Bolivia de que la paternidad es sólo cuestión de aporte económico pero no afectivo, ni de crianza. Entre los padres irrresponsables hay banqueros, plomeros, ingenieros o albañiles; ni la profesión, ni el ingreso económico los distingue. 


 De entre todos los padres irresponsables, hicimos zapatear al ministro de Producción y Economía Plural, Eugenio Rojas, quien debía la asistencia familiar de más de dos años por su pequeño hijo.

Denunciamos a la juez que se parcializó con él en El Alto y logramos arrinconarlo en la vergüenza. No sólo ha pagado los dos años de deuda, sino que ha tenido que incrementar la asistencia familiar y hoy visita con regularidad a su hijito, gracias a la fuerza con que Radio Deseo hizo público el caso.


 Hemos mandado a tres feminicidas a la cárcel por 30 años. Entre esos tres casos esta el de la compañera trans en Santa Cruz, el único caso de feminicidio a una trans que ha hallado justicia gracias a la representación del caso por parte de la abogada feminista cunumi Arlety Tordoya, quien atendió el caso gratuitamente, aunque muchas ONG GLBTs abusivamente quieren hacer bandera de ese triunfo.


 Todo esto lo hemos conseguido con lucha, con radicalidad, sin pelos en la lengua y con mucho ingenio. Hay muchas instituciones que hablan sobre violencia contra las mujeres desde la comodidad de escritorios, de grandes sueldos, sin conocer la mirada de una mujer que sufre violencia machista, sin entender por qué una mujer se ve obligada a solicitar la asistencia familiar, sin conocer las  peripecias para obtenerla de un sistema judicial laberíntico, jerárquico y negador de justicia.


 Sabemos que muchos de los 2.210 casos resueltos representan, sin duda alguna, vidas salvadas de un desenlace trágico. Este es nuestro regalo, podemos decir que hicimos nuestro trabajo. Podemos decirle al Ministro de Gobierno que su Policía no lucha contra la violencia machista, sino que la fomenta con una atención mediocre y machista.


 Podemos decirle al Ministro de Justicia  que su registro de casos de violencia machista sirve para sentar la impunidad, porque aunque hay una larga lista de masistas alcaldes, dirigentes y otros que cometen violencia machista contra las mujeres, no figuran en las listas del Ministerio de Justicia.


 Podemos decirle al alcalde Revilla que los servicios municipales contra la violencia, incluida la casa de acogida, es un maquillaje sin presupuesto, sin compromiso, sin profesionalidad y que Maricruz Rivera usa ese tema al amparo del gobierno municipal como trampolín, y plataforma de autopromoción.


 Podemos mirar de frente a las ONG de mujeres y reírnos de su crónica inutilidad y complacencia con el poder.


 Podemos decirles a las mujeres que retornaremos el 2018 con más fuerza, con más garra, con más ganas con nuevas ideas y con mucha alegría para seguir transformando la sociedad desde esta trinchera feminista. La justicia reproduce justicia, la impunidad reproduce impunidad. 


María Galindo es miembro de Mujeres Creando.

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