Mientras que los nacionalistas blancos en Charlottesville y Boston han provocado grandes y a veces violentas manifestaciones, lo que podría ser la mayor reunión de abolicionistas en la historia de la nación ha tenido lugar en Washington, D.C. el pasado 19 de agosto.
"The Millions For Prisoners Human Rights March" (Millones por los Derechos Humanos de los presos) ha sido la primera marcha en oposición a la esclavitud carcelaria que persiste bajo la 13a Enmienda de la Constitución de Estados Unidos; esa coartada legal permite que se explote a las personas presas haciéndolas trabajar gratis y bajo disciplina carcelaria. La marcha fue planeada bastante antes de la huelga de presos del pasado año, #PrisonStrike. Muchos organizadores encarcelados la identificaron como el siguiente paso una vez las acciones de la huelga se fuesen apagando. Pese a recibir poca o ninguna cobertura, el evento fue tan convincente como histórico. Fue una muestra de la creciente fuerza y solidaridad en contra de la esclavitud legalizada. También contó con aciertos, fracasos y el paso del tiempo, según los ponentes iban subiendo al escenario para reflexionar sobre la historia de la esclavitud, la Constitución y el complejo industrial de las prisiones. [Seguir Leyendo]