La huelga general contra las reformas pasa por romper con la burocracia y el remolque de las centrales.
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Saturday August 26, 2017 06:33 by CAB - Coordenação Anarquista Brasileira (CAB)
Opinión anarquista de la CAB. Julio de 2017.
La huelga general contra las reformas pasa por romper con la burocracia y el remolque de las centrales.
En la última semana, el Congreso aprobó la Reforma Laboral y el pueblo sufrió un duro ataque a sus derechos, conquistados a través de mucha lucha y organización popular. El conflicto está anunciado y los dueños del poder quieren que sus agendas y las del FMI avancen a toda costa.
Contribuyendo a desviar los focos de golpes como la aprobaciónde la “MP da Grilagem”y los ataques a losderechos laborales, otro hecho toma la escena cuando Sergio Moro anuncia la condena de Lula, en primera instancia, a 9 años y medio de prisión.Y, incluso ante retrocesos sociales cada vez mayores, en una coyuntura tan grave, las centrales sindicales inmediatamente convocaron actos en apoyo a Lula, preocupándose únicamente con las agendas electorales y abandonando - factor ya demostrado en la última paralización del 30 de junio - las pautas contra las reformas y la Huelga General.
Del lado de los de abajo, el pueblo sigue sufriendo y son sistemáticos los ataques a los movimientos sociales. Vemos el agravamiento de la violencia en el campo, con más de 40 asesinatos de campesinos, sin tierra, indígenas y quilombolas en Pará, Bahía y otros estados en permanente conflicto. En las ciudades, el pueblo negro y los moradores de favelas y periferias son exterminados diariamente por las policías y las políticas de "combate a las drogas" del Estado. Con la privatización y la ganancia de sus socios empresariales, los gobernantes siguen con sus proyectos de destrucción de la educación y de los servicios públicos de salud. Diariamente, el pueblo es víctima de la violencia, del pésimo y caro servicio de transporte público, del cierre de restaurantes populares y de la falta de pago de los salarios de servidores de la activa y jubilados, como ocurre en Río de Janeiro. El desempleo, los alquileres, los aumentos de la canasta básica, el gas, el agua, la energía, el costo de vida cada vez más alto, complementan este escenario de sufrimiento de los de abajo.
En el lado de los de arriba, el capital apunta hacia el agravamiento, hacia el conflicto cada vez mayor contra el pueblo, aplicando las agendas del FMI de modo cada vez más feroz, no sólo en Brasil, sino a nivel mundial - la destrucción de los derechos laborales y la reforma de los jubilados, la apertura del país por la sed de ganancias de inversores del capital internacional, la degradación social, la privatización de los sectores esenciales de la población como salud, educación, transporte, agua y demás recursos naturales, la escalada de violencia y Criminalización contra el pueblo y los movimientos sociales. El proyecto del capital es hacer avanzar esas y otras medidas en diversos países, haciendo que el pueblo sea aún más explotado y oprimido, con el objetivo de retroceder las históricas conquistas de la clase obrera.
Los de arriba también tienen sus "peleas de condominio"! Y los reajustes de poder siguen con el objetivo central de profundizar la agenda neoliberal. Ya están previendo una posible caída de Temer, asumiendo Rodrigo Maia, y para la convocatoria de elecciones indirectas por el Congreso. Tal juego puede tener relación con las frecuentes negociaciones que Temer ha hecho con la base aliada para conseguir avanzar las reformas, generando modificaciones y enmiendas que desagradan a los sectores del capital y del empresariado nacional e internacional. Estos sectores pasan entonces a presionar, con apoyo de la Globo (interesada en crear una cortina de humo para su propia implicación con casos de corrupción) y de los medios burgueses, en el sentido de derribar a Temer para que otro asuma y aplique el recetario del FMI sin ningún tipo de cambios que comprometen, al mínimo que sea, sus intereses. Además, se ha delineado un proyecto de poder que, para consolidarse, busca la máxima explotación de la clase obrera y barrer del escenario político no sólo el PT como, también, los sectores de la izquierda y otros sectores de la vieja derecha oligárquica nacional y sus respectivos Intereses - que ya no son tan útiles para el avance de esta agenda como los actuales políticos.
En este sentido, CUT y CTB siguen con sus prácticas de remolque y haciendo correa de transmisión de las pautas partidistas del PT, con las "Directas Ya" (elecciones), con una clara movilización con vistas a la campaña para elegir a Lula en 2018. Esa práctica de sindicalismo burocratizado cumple un papel bien claro en la historia brasileña: frenar la lucha social y hacer que las decisiones que conciernen a todos y todas los de abajo sean tomadas entre políticos, empresarios y burócratas sindicales. Así, las centrales siguen defendiendo el plano nada popular del PT, partido que, junto al PMDB, fue por 13 años servicial del capital financiero, del agronegocio, de los grandes empresarios, siendo pateado fuera del barco de la burguesía, pero insistiendo en actuar como su línea auxiliar. Esta última vio que necesitaba alguien más eficiente que el PT para avanzar sus agendas y las del FMI con más agilidad y profundidad
No satisfecho en hacer un gobierno que destinaba migas a los pobres y casi la mitad del PIB para pagar a los usureros y banqueros, ahora, el PT quiere volver a aplicar nuevamente su política de "conciliación de clases". Y no vamos a olvidar la puñalada con la Ley Antiterrorismo, aprobada por Dilma, y que seguramente será usada para criminalizar las acciones de los movimientos sociales y grupos de izquierda organizados. De este modo, en sintonía con los poderosos y buscando no contrariar las determinaciones del FMI, el propio Lula ya declaró que no cambiará nada en las reformas de la jubilacion y laborista de Temer "si no hay correlación de fuerzas" dentro de la máquina estatal. Una vez más, la historia de la conciliación de clases del PT de 2002 vuelve como farsa en 2017, con condiciones aún más retrocedidas y, claro, con los movimientos y sujetos sociales burocratizados y desmovilizados con casi una década y media de gobierno petista creando una culura "acuerdos por encima".
Contra el remolque, organizar la lucha en las calles y en los territórios
Ante este escenario de ataques a los derechos sociales y a la clase trabajadora, sindicatos y movimientos sociales no pueden quedar a remolque de las agendas electorales del PT que la CUT y la CTB defienden. Es necesario romper con la burocracia de las centrales y con el petismo y no permitir que los temas de agenda en contra los ajustes y reformas sean colocadas en segundo plano.
Son fundamentales la masificación y la movilización de las protestas y de las llamadas de Huelga General; y es urgente que se construya una Huelga General real y combativa, más allá de varias paralizaciones con actos show y “verborragias” (discursos políticos radicales) en el micrófono. Organizar la participación en los actos en espacios colectivos desde las bases, debatiendo, haciendo agito y movilizando en los barrios, en las favelas, en los lugares de trabajo y de estudio, en el campo y en la ciudad. Debemos calificar nuestra participación en los actos, realizando acciones que presionen de hecho a los poderosos y aglutinen a la población y la rebeldía de la juventud. Para esto, son necesarias tácticas como ocupaciones, piquetes, cerramiento de vías y marchas con objetivos claros, en vez de “showmicios”(comícios en forma de espetacúlo) y caminatas sin destino que van desde la nada a ninguna parte, usadas por las centrales sólo para hacer propaganda electoral para 2018 o simular resistencia.
Debemos organizarnos y movilizar también en el cotidiano, en el trabajo de base en los territorios; en la construcción y fortalecimiento de espacios de democracia directa, con el protagonismo de los sujetos en el día a día de las luchas, participando directamente en los debates, elaboración y en los caminos de los movimientos sociales y organizaciones de base; Promoviendo espacios de resistencia y debate sobre las cuestiones sociales y los desafíos que se presentan, buscando soluciones colectivas y las realizaciones de todas las formas de acciones que involucren y ayuden en la construcción del poder popular. Esto es lo que crea un nuevo sujeto colectivo de lucha y no la esperanza en acuerdos con los de arriba y su lógica burocratica.
La coyuntura y la ofensiva del capital y poderosos plantean desafíos a la izquierda y son necesarias estrategias de enfrentamiento a la explotación y opresión, así como contra lo peor del fisiologismo y de la burocratización del PT y de las centrales sindicales que sólo hacen retroceder cada vez más la movilización Popular, actuando en la cooptación y contención de los movimientos sociales. La situación impone la necesidad de resistencia y la organización en la defensa de estrategias y propuestas con base en las demandas populares, y no para hacer acuerdos y conciliaciones de clase, aplicando toda la energía en las elecciones. Planes que no busquen primero la negociación con los de arriba, sino que ante todo los presionen con los anhelos y voluntades de la clase obrera, de las negras y negros, mujeres, LGBTTs, indígenas, quilombolas, campesinos, sin tierra y demás sujetos sociales
¡Democracia directa ya! ¡Barrar las reformas en las calles y construir el poder popular!
Coordinacion Anarquista Brasileña – CAB