Como entrenador vegano y activista por el derecho de los animales no
voy a apoyar ni fomentar nunca algo que provenga de la explotación y
sufrimiento de los animales. Sin embargo, y dejando el aspecto moral de
lado, sí voy a hablar de las consecuencias en la salud de tales
‘’productos’’.
LÁCTEOS
Existe un mito que afirma que la leche animal contiene mucho calcio, y
la convierte en el símbolo principal de la ingesta de este. ¿Necesitas
calcio? toma leche, ¿Tienes débiles los huesos? toma leche, ¿estás en
edad de crecimiento? toma leche… pero lo cierto es que todo esto es
MENTIRA. Una gran y grosera mentira que innumerables científicos y
estudios han hecho salir a la luz.
Lo cierto es que la leche, no sólo no aporta calcio, sino que además
provoca una disminución de este en nuestro cuerpo. La leche de vaca
contiene cantidades extremadamente elevadas de fósforo, lo cual inhibe
la absorción del calcio. Es decir, la propia leche que nos venden para
nuestros huesos, ¡¡nos destruye los huesos!!
Debemos tener presente en todo momento que la leche animal es una
leche MATERNA, diseñada para el bebé de la vaca o de la cabra. Bien,
esta leche materna tiene las propiedades adaptadas a la especie de la
que se origina, y no es compatible con animales de otra especie. En
pocas palabras, somos el único animal del planeta que sigue bebiendo
leche materna después de la edad de lactancia, y además, ¡¡de otra
especie!!
‘’Hechos y realidades’’
Los países consumidores de lácteos tienen el mayor índice de
osteoporosis y enfermedades óseas del mundo, a diferencia de los países
como China, en los que la osteoporosis prácticamente ni existe, debido a
que no se consumía leche animal hasta hace muy poco.
La caseína (proteína de la leche) está relacionada con la aparición y
aumento de incidencia del asma en EEUU. También es sabido que cuando se
reduce la ingesta de lácteos se reducen alergias y problemas como el
asma, congestión nasal, irritación de la piel, infecciones de pecho,
irritabilidad y fatiga.
IMPORTANTE: El consumo de leche de vaca está
asociado a anemia por deficiencia de HIERRO (indispensable en altas
cantidades para deportistas), alergias, diarrea, sinusitis, erupciones
de la piel, acné, gripes y catarros, enfermedades cardíacas, cólicos,
hemorragia gastrointestinal, artritis, diabetes, infecciones de oídos,
osteoporosis, asma, enfermedades auto-inmunes, posiblemente cáncer en el pulmón, esclerosis múltiple y linfoma no-Hodgkin.
Además, hay otra cosa que la mayoría de consumidores de lácteos no sabe.
La leche de vaca contiene pus y sangre procedente de la mastitis, una
infección que se produce en los pechos de la madre vaca debido a la
extracción continua de la leche. A esta pus le cambian el nombre por
‘’recuento de células somáticas’’ para que la gente no lo sepa.
Aquí dejo un vídeo de Discovery salud que habla del tema:
Peligros de la leche y sus derivados
Por otro lado recomiendo leer el libro
''The China Study'', pionero en sacar a la luz la realidad sobre los lácteos.
También es interesante la información que se brinda sobre este tema en el libro
''Alimentación vegana'', de Ruediger Dahlke
ÉTICA
Tanto la leche animal como los huevos, además de ser perjudiciales
para la salud, llevan consigo una oscura y tenebrosa realidad, que es la
producción de esta.
Estos ‘’productos’’ vienen de unos animales, a los que no se les da
la posibilidad de ser libres, nunca lo serán, ni verán la luz del sol.
Las granjas de explotación son lugares en los que encierran a los
animales en jaulas o entre rejas y los tienen ahí explotados hasta que
no sirven para nada y los envían al matadero, donde morirán de las
formas más injustas y crueles.
Mucha gente cree que las vacas tienen leche por naturaleza, pero esto es rotundamente falso.
Las
vacas, como cualquier otra hembra mamífera,
tienen que tener un hijo para producir leche, que no es otra cosa que la
leche materna de ese bebé.
A las hembras se les embaraza artificialmente y al poco de nacer el
hijo, lo asesinan para hacer carne de ternera (por eso es tan
‘’tierna’’, porque es la carne de un bebé al que los músculos todavía no
se le han desarrollado), y a la madre le extraerán leche una y otra vez
hasta que se le termine y haya que repetir el ciclo o hasta que no
sirva y la manden al matadero.
Las vacas podrían vivir hasta 20 años en libertad, y mueren a los 5 debido a sus condiciones de ‘’vida’’ y explotación.
En deportistas:
Las proteínas animales, lejos de la idea general, son poco
beneficiosas para los deportistas. Son difíciles de digerir, conllevan
consigo grasas saturadas, colesterol y sufrimiento, además de que los
lácteos y la carne producen mucha acidificación en nuestro organismo que
nos lleva a una grave pérdida de calcio, e incluso en el caso de la
leche, la caseína ni siquiera es practicamente asimilable, a diferencia
de lo que las grandes industrias nos intentan hacer creer.
Conclusión
Sabemos que podemos vivir y estar completamente sanos y en forma sin
consumir alimentos de origen animal, y sabemos el sufrimiento que
conlleva para los animales. Así pues, si podemos ser veganos sin ningún
problema, ¿qué motivo nos obliga a no serlo?
El paladar ya no es un buen argumento, ya que existen todo tipo de
alternativas vegetales para practicamente todos los alimentos animales,
de textura y gusto muy parecido.
Está en nuestras manos su vida, elige el veganismo.
Jorge García, tu entrenador vegano.