Bajo el título de “Canciones epigramáticas”, Amadeo Vives compuso en 1915 una docena de canciones para piano inspiradas en la tradición musical y literaria española de los siglos XVI y XVIII con un formato similar al del lied alemán. Siete de ellas fueron estrenadas por la maquietista, actriz y cupletista Amalia de Isaura en el Teatro Español el 27 de octubre aquel año acompañada por el pianista Francisco Fúster. La obra fue presentada en su totalidad en la misma sala y por los mismos intérpretes el siguiente 11 de noviembre, permaneciendo en cartel durante más de un mes. 1 – No vayas, Gil, al Sotillo. (Luis de Góngora) 2 – La molinera. (Canción de Francisco de Trillo y Figueroa) 3 – El galán y la casada. (Canción de Francisco de Trillo y Figueroa) 4 – ¡Válgame Dios, que los ánsares vuelan! (Trova de Francisco de Trillo y Figueroa) 5 – Vida del muchacho. (Romanza de Luis de Góngora) 6 – Madre, la mi madre. (Copla de “El celoso extremeño” de Miguel de Cervantes) 7 – Ella, yo y un genovés. (Francisco de Quevedo) 8 – Que soy niña y tengo miedo (Romance anónimo del siglo XVI) 9 – El retrato de Isabela. (Copla anónima del siglo XVII) 10 – Preciosa dice la buenaventura (Canción de “La gitanilla” de Miguel de Cervantes) 11 – El amor y los ojos. (Seguidillas populares) 12 – La presumida. (Bolero de Sinesio Delgado) La gran mezzo-soprano Conchita Supervía (Barcelona, 1895 - Londres, 1936) registró para Odeón el 22 de octubre de 1928 la última de estas piezas. El disco incluyó en su otra cara el Tríptico de Ramón de Campoamor y Joaquín Turina, compuesto el año anterior y que había sido estrenado por la cantante.

• published: 10 Mar 2019
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