Errekaleor, por ahora, y espero que eso haya sonado a amenaza, ya que habría que avanzar en la línea no solo de liberación de edificios sino de pueblos enteros, es el único barrio de todo nuestro país que pertenece a la Euskal Herria independiente.
Ni el estado español ni las autoridades autonómicas y municipales dependientes de éste tienen jurisdicción. Es la legitimidad popular alcanzada a través de la ocupación y el modelo colectivista y asambleario de funcionamiento del barrio basado en la ayuda mutua lo que rige. Debido a ello, este barrio de Gasteiz se ha convertido en uno de los iconos para todos y todas aquellas que acertadamente piensan que para ser felices no nos hace falta el capitalismo ni sus instituciones. Eso al mismo tiempo convierte a Errekaleor en objetivo a derribar para aquellos que mediante el capitalismo y sus instituciones hacen negocio de la vida ajena. Se autodenominen Iberdrola, PNV o ertzaintza. Aunque su verdadero nombre sea el mismo, independientemente de su papel: Burguesía vasca.
Esta mañana, esa burguesía ha decidido que era un buen día para invadir policialmente, llenar de uniformados armados un barrio pacífico y soberano, dar unas cuantas ostias, impedir a los medios de comunicación populares realizar su trabajo, reventar caras y arrastrar como perros a los vecinos y vecinas, detener a algún joven e intentar quitar la luz de todo un barrio libre. Será que los hijos e hijas de esa burguesía necesitan energía para encender las playstations y por eso echan mano de los hijos e hijas de la clase obrera que viven en Errekaleor. [Leer más]