La autoridad detectó a varios grupos de traficantes del Cártel de Sinaloa, que usan y pagan servicios de transporte, resguardo y distribución de droga a otros miembros de la agrupación mafiosa. Compartimentan las acciones criminales para hacer más eficiente el trasiego y reducir los impactos negativos en las capturas. La bodega era, literalmente, una central de abastos de droga
La bodega localizada por elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP) y del Ejército Mexicano, asegurada por la Procuraduría General de la República (PGR), donde fueron confiscados 631 kilos de cocaína, era prácticamente una central de abastos de droga.
Empaquetados con precisión, los bloques de droga estaban etiquetados para ser entregados por cantidades exactas, a 19 células del narcotráfico, para su venta. Asumen los investigadores que esos grupos pertenecen al Cártel de Sinaloa.
Con el nombre, el apodo, una imagen específica o un número, la cocaína ya estaba lista y separada para ser entregada al comprador. El local funcionaba para el narcotráfico, como el centro de distribución de cocaína. Una muestra del crimen organizado que se ha asentado en la región, con otro sistema de trabajo en el ilícito negocio.
“Son espacios rentados”, informaron a ZETA vecinos de la bodega cateada el miércoles 10 de agosto en el Parque Industrial Pacífico de Tijuana. De quienes ocupaban el espacio asegurado por la PGR destacaron: “Decían que eran una comercializadora”. Y lo era, solo que ilícita y de droga.
La fachada del inmueble ubicado en el número 23850 de la calle Ojos Negros, mide alrededor de siete metros, tiene dos puertas y dos cortinas que dan acceso a tráiler, autos y personas; adentro, de fondo otros ocho metros aproximadamente, al frente un pequeño patio de 2×7 metros.
En cuanto a los tráileres asegurados y relacionados con la comercializadora cateada, uno, identificado con el letrero y logo de un oso polar y el nombre de la empresa Red Cold, estaba estacionado en la acera de enfrente de la propiedad. El segundo tractocamión con el logo de la empresa LRO y placas de California, Estados Unidos, estaba estacionado de espaldas a una de las cortinas de la bodega, como si lo fueran a introducir, una parte del camión quedaba en el patio y la calle.
En el inmueble y en los tráileres había artículos de limpieza, básicamente paquetes y envases de enjuague para ropa Ensueño, y agua de sabores marca Bonafont. Las autoridades presumen que los 631 kilos de cocaína incautados en el operativo que dio origen a este cateo, llegó a Tijuana oculta en cargamentos de estos y otros productos de abarrotes.
“De acuerdo a lo mencionado por los detenidos, esa bodega funcionaba como una especie de mercado de abastos donde los proveedores locales reciben mercancía y la distribuyen de acuerdo a sus necesidades, utilizando los servicios de otros grupos para que se las transporten y reducir los riesgos a los miembros de su grupos, que en estas condiciones igual y no se trata de células numerosas”, expusieron desde el Grupo Coordinación.
Los paquetes asegurados por la autoridad a los detenidos en el lugar, evidenciaron por lo menos 19 destinatarios o dueños de diferentes cantidades de droga, cada una estaba bien etiquetada e identificada.
Los distintivos colocados en paquetes perfectamente embalados con la conocida película plástica usada para compactar y proteger el producto -que la autoridad presume viajó en cajas de los productos transportados por la comercializadora- , incluyeron los siguientes apodos:
* C/Gato
* CN Yito
* CN Gary
* Lolo
* Alacrán
* Chatín
* Paja
* HH
* 250X
* K13.
“Estos paquetes solo tenían el apodo escrito con plumón”, explicó uno de los investigadores. Pero la mayoría estaban identificados con distintos engomados impresos como el logo de ESPN en naranja con un fondo amarillo y el dibujo de un hombre corriendo; o en un cuadro naranja la siglas PGP, las P en negro y la G en gris; uno más con la palabra Hot sobre un fondo blanco; otro engomado con la caricatura de Mr. Increíble y la leyenda “pow”; otro era en un fondo blanco y el dibujo en negro del perfil de un león.
También localizaron varios con engomado en fondo naranja de la imagen de varios camellos en el desierto; otro distintivo fue un cuadro con fondo rojo, un engomado con la figura del futbolista Messi, su nombre y el número 10; encontraron varios con engomado de fondo blanco y en color café una “Batiseñal” y encima el número mil en amarillo.
Asimismo, aseguraron más paquetes con los dibujos de un águila en vuelo con una campana al frente; algunos con un fondo rojo y el perfil de una pantera; también paquetes dirigidos a quien usa como distintivo una imagen de la caricatura Bob Esponja en motocicleta.
Algunos de estos apodos fueron identificados por la autoridad, a cuyos grupos delictivos les están dando seguimiento ministerial.
El aseguramiento de 631 kilos de cocaína
La Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), en coordinación con la PEP, decomisaron más de media tonelada de cocaína, e identificaron el modus operandi de grupos criminales afiliados al Cártel de Sinaloa.
19 células delictivas que operan de forma empresarial, pagan a grupos criminales compartimentados del mismo cártel por diversos servicios; a un equipo que traslade la droga de Sinaloa a Tijuana; otro que la recoja en un punto la resguarde en bodegas y la traslade hasta un segunda dirección, donde otro grupo la recibe y la cruza por diversas vías a Estados Unidos. Cada uno de esos servicios es pagado por separado por los dueños de la droga.
El primer fin de semana de agosto, los investigadores recibieron información incompleta. El dato fue que miembros del crimen organizado guardaban y distribuían droga en una fábrica ubicada en la delegación San Antonio de los Buenos, datos adicionales les permitieron ubicar la zona en el Parque Industrial Pacífico II.
Pusieron una guardia para detectar elementos que les permitieran corroborar la presunta actividad criminal en el inmueble ubicado en el número 23850 de la calle Ojos Negros. Se desconoce cuánto tiempo les llevó esta parte del operativo, pero según boletines informativos de la SEDENA, el lunes 8 de agosto:
“La Comandancia de la II Región Militar (Mexicali, B.C.) y la 2/a. Zona Militar (Tijuana, B.C.), informan que esta fecha, durante una operación de la Secretaria de la Defensa Nacional, personal militar Jurisdiccionado a este mando territorial se hizo acompañar de personal de la Policía Estatal Preventiva de esta Entidad Federativa, para cumplir con la regulación legal, habiendo detenido en flagrancia a cuatro personas que se encontraban descargando paquetes de un vehículo a otro, en la Av. de Todos los Santos, Colonia Industrial Pacifico 1, Delegación San Antonio de los Buenos, Tijuana, B.C., logrando asegurar lo siguiente:
“631 paquetes con embalaje conteniendo al parecer cocaína con un peso aproximado de 631 kilogramos; 17 recipientes de plástico conteniendo al parecer cristal con un peso aproximado de 8.5 kilogramos; 2 vehículos; y un inmueble resguardado”.
Todo se puso a disposición de la PGR, la cual solicitó la orden de cateo, ejecutada por elementos de la Agencia de Inteligencia Criminal (AIC) alrededor de las 4:00 pm del 10 de agosto.
La captura
El lunes 8 de agosto, mientras SEDENA y PEP desarrollaban el operativo de vigilancia, a la zona llegaron dos vehículos. De ambos descendieron dos hombres y empezaron a descargar paquetes: José Ernesto Ojeda Aguirre (47 años) y José Luis Ojeda Aguirre (48 años), originarios de Culiacán, Sinaloa, arribaron a bordo de auto Honda Ridgeline con placas fronterizas ZJA-907-J. En el parte informativo las autoridades indicaron que al ser intervenidos los encontraron en posesión de 541 paquetes de cocaína.
En el mismo operativo y en el mismo lugar, fueron asegurados José Alberto Ávalos Patricio (43 años), nativo de Tuxpan, Nayarit; y Rubén Alejandro Ahumado Mássu (30 años), de Culiacán, Sinaloa. Llegaron a bordo de un Ford Focus placas nacionales ALD-44-44, de ellos el parte informativo indica que estaban en posesión de 90 paquetes de cocaína y 17 recipientes plásticos, de los identificados como tuppers de la droga llamada cristal.
La autoridad informó que el enervante tenía un peso aproximado de 631 kilos, y que en el mercado se podrían convertir en 3 millones 155 mil dosis.
“Al parecer la droga pertenece al Cártel de Sinaloa que lidera el narcotraficante Ismael ‘El Mayo’ Zambada, por lo cual las investigaciones tras el resultado contra la delincuencia continuarán”, expusieron en el comunicado de prensa.
Central de abastos de droga
Los detenidos hablaron poco. De los datos obtenidos, la autoridad pudo saber que la droga provenía de Sinaloa, no supieron si fue trasladada por mar, aire o tierra, tampoco por cuál Estado la metían. Informaron que los detenidos no estaban metidos en el trasiego interestatal, eso le correspondía a otro grupo al que le pagaban aparte.
Indicaron que los cuatro sujetos asegurados únicamente estaban encargados de recogerla y resguardarla en la bodega por el tiempo que los dueños de la droga consideraran necesarios, y esperar la llamada mediante la cual les informarán a qué punto entregarla:
1) Fuera, al dueño del enervante para su distribución en Tijuana o;
2) En algunos puntos identificados en las inmediaciones de la franja fronteriza con Estados Unidos para que sea cruzada por otro grupo, por diversos pasos establecidos y conocidos por los criminales, como zonas seguras.
De sus relaciones con el cártel sinaloense los detenidos mencionaron poco, sin embargo, investigadores detallaron que el seguimiento de las áreas de inteligencia coordinadas con fuerzas federales, permitió corroborar sus contactos telefónicos y de relaciones personales, los ubicaron contactados por operadores que el Grupo Coordinación tiene identificados en el organigrama delictivo como delincuentes al servicio de Ismael “El Mayo” Zambada en Tijuana y Sinaloa.
Más allá de la determinación del juez respecto a los detenidos, el Grupo Coordinación continúa dando seguimiento a los datos obtenidos en esta captura, enfocados en los dueños de la droga y en los puntos de cruce a Estados Unidos.
Rechazan implicación
Presentados ante el Ministerio Público y autoridades jurisdiccionales, los detenidos afirmaron dedicarse exclusivamente a la comercialización de productos legales, abarrotes y artículos de limpieza que también fueron encontrados en las bodegas, autos y tractocamiones bajo su supervisión.
De igual manera, aseguraron desconocer que la droga estaba en su bodega o sus autos, porque venía camuflaje como si fueran otro tipo de artículos lícitos.
También uno del CAF
Por su lado, la PEP anunció el 10 de agosto, la captura de Héctor Manuel Gil García (18 años), la noche anterior en Avenida Parral y Cumpas del fraccionamiento Chapultepec.
Acorde con el parte policíaco, fue intervenido por los uniformados porque vieron que llevaba fajada una pistola calibre 9 milímetros, un cargador y dos cartuchos, artículos que fueron asegurados, al igual que 4 mil dólares en efectivo que el detenido llevaba consigo.
En entrevista con sus captores, Gil refirió que él nunca ha matado ni secuestrado a nadie, que su labor es exclusivamente recoger el dinero producto de la venta de droga en diversos puntos de la ciudad y entregarla a Pablo Edwin Huerta Nuño “El Flaquito”, quien tenía relación directa con Carlos Garmiño González o Édgar Navarro Águila “El Karateca”, capturado en febrero de 2016 y presentado como brazo operativo del Cártel Arellano Félix y la mano derecha de “El Piloto”, representante directo de la familia dedicada al narcotráfico de droga en Baja California desde la década de los ochenta.
“Por la presunta comisión de delitos contra la salud, posesión de armas de fuego y cartuchos, el detenido -Gil García- fue puesto a disposición del Ministerio Público del Fuero Federal, donde se procederá conforme a Derecho”, difundió la Policía Estatal Preventiva.
Mientras lo procesaban en las instalaciones de la corporación, los agentes estatales recibieron la visita de un policía ministerial -del que no proporcionaron identidad-, quien intentaba recuperar el dinero y un vehículo asegurados en el operativo de captura de Gil. Pero no tuvo éxito.
La señora Ofelia Vargas, madre de Raúl Alejandro López Vargas, quien se presentó en las oficinas de ZETA para asegurar que la imagen publicada en la Edición 2209 y proporcionada a este semanario por el Consejo Estatal de Seguridad de Baja California, donde se le presenta como parte de un grupo delictivo, no corresponde al nombre del criminal identificado por la autoridad.
“Es la foto de mi hijo, no es su nombre”, dijo.
La mujer mostró a través de un teléfono celular imágenes de una comida familiar realizada en un restaurante dijo, en meses pasados, de las cuales “un sobrino publicó una en Facebook” y corresponde precisamente a la foto en poder del Grupo Coordinación facilitada a este semanario. Vargas aseguró que su hijo “…no es delincuente y nunca ha sido detenido”.
En el organigrama contenido en el expediente manejado por las corporaciones policiacas de Baja California, la foto de su hijo Raúl Alejandro López Vargas, está colocada sobre el nombre de Raúl Alejandro Mendoza Vargas, quien fue detenido en junio de 2014 por un secuestro.
En los primeros 11 días del año, 17 personas han sido ejecutadas en Tijuana, lo anterior suma un total de 507 asesinatos en lo que va del 2016.
El último hecho delictivo ocurrió la madrugada de este jueves, cuando una mujer fue ultimada por arma de fuego cuando se localizaba en calle González Ortega y 5 de mayo, en el Callejón Coahuila, en la Zona Norte. En los mismos hechos resultó lesionado un hombre identificado como Carlos Jorge Rodríguez Meza, de 28 años de edad.
La noche del martes 9 de agosto, dos hombres fueron ultimados en distintos actos.
El primer reporte indicaba que sobre la calle Arroyo Alamar se localizaba el cuerpo sin vida de un hombre de entre 35 y 50 años de edad. La víctima, con diversas heridas en todo el cuerpo. Posteriormente en la calle Rinconada del Fresno, en el camino vecinal del fraccionamiento Del Valle, en la Delegación Sánchez Taboada, un hombre, de entre 20 y 25 años de edad, fue asesinado con arma de fuego en frente y cabeza. A un costado del cuerpo fue encontrada una cartulina color blanco, así como dos huellas de calzado.
Entre la noche del domingo y las primeras horas del lunes de 8 de agosto, dos hombres fueron ejecutados.
El primer reporte ocurrió en la calle Manuel Capetillo esquina con Ensenada, en la colonia Alfonso Garzón, un hombre recibió impactos de bala a la altura de la cabeza y costado de pecho. Como media filiación, la víctima es de complexión delgada, tez morena, 1.65 metros de altura, cabello corto, bigote. Vestía pantalón de mezclilla azul, suéter color claro y calzado deportivo. Datos obtenidos por ZETA, refieren que agentes periciales localizaron 5 casquillos 9 mm. También se aseguró un vehículo Honda Trucks Ridgeline, color gris, año 2008, con placas de circulación ZJB-858, registrada a nombre de Juan Manuel Gadeño Arreola, la cual tenía manchas de sangre, así como un impacto en el marco de la puerta del lado del conductor.
Las primeras horas del lunes se informó a la central de emergencias que en la privada Valle del Risco entre Paseos de los Encinos, de la colonia Parajes del Valle, un hombre identificado como Juan Ignacio Anguiano Coca, de aproximadamente 41 años de edad, fue asesinado. Datos refieren que la víctima tenía una lesión contusa en la cabeza.
En la Zona Este de Tijuana, tres cadáveres fueron localizados durante el sábado 6 de agosto. Se trata una mujer y dos hombres, todos con indicios de asesinato violento.
El primer homicidio ocurrió en el fraccionamiento Centauro, estaba el cuerpo calcinado de un hombre en la caja trasera de un Chevrolet tipo pick up quemado. Al lado derecho del vehículo había terracería, en la que se encontraron dos huellas de calzado. Alambre galvanizado amarraba el cuello y ambas manos del cadáver; las extremidades a la espalda. Posteriormente un cuerpo sin vida de sexo masculino fue localizado en la calle de las Rosas de la colonia Anexa Loma Dorada; orificio de bala en el lado izquierdo del cuerpo, a la altura del tórax. El hombre con una edad entre 30 y 35 años.
Antes una mujer llamó al 066 para decir que vio un vehículo Golf color azul con placas americanas, de dos puertas. A seis metros de los pies del cadáver, encontraron un casquillo percutido con “1987 WCC” inscrito, el calibre no fue determinado.
Por último, autoridades hallaron el cadáver de la joven Coni Marisol Mata Chávez de 24 años de edad, en el estacionamiento de la Privada Fiji del Fraccionamiento Villas del Sol, la hoy occisa era oriunda de la capital del país. Cuando la encontraron, portaba una camiseta negra de manga corta, chamarra beige, falda negra y zapatos de piel del mismo color. El cadáver se hallaba boca abajo, dos lesiones en la frente y una en la nuca, posiblemente por arma de fuego. En la escena del crimen se localizaron dos envoltorios, uno color negro que contenía otros dos color blanco –al costado derecho del cuerpo–, y uno transparente con cinco pequeños color naranja bajo el sostén de la mujer.
En la cajuela de un vehículo abandonado en el Ejido Francisco Villa, en Tijuana, fue localizado el cadáver de un hombre la mañana del viernes 5 de agosto. Los primeros reportes apuntan que alrededor de las 07:40 horas a la línea de emergencias se informó que sobre la calle 12 esquina con la avenida Lázaro Cárdenas se encontraba un vehículo modelo Acura, sedán, color blanco, aproximadamente año 1995, del cual desprendía olores fétidos. Al arribo de agentes municipales se percataron que había manchas de sangre en la parte exterior y a la altura de la cajuela de la unidad, por lo que solicitaron la presencia de agentes periciales, siendo éstos los que confirmaron que se trataba de una persona sin vida en estado de descomposición. Hasta el momento se desconoce la identidad de la persona.