Día 9 en casa, sin ella…
25.08.2015
(Una nueva estrella brilla para siempre…)

I.-
Me siento solo.
Nada llena esta soledad, ni las lágrimas que se me escurren por las mejillas, ni la ansiedad que oprime mi pecho y me impide respirar bien. 
Es una angustia que no percibo como mía nada más, es también de ella.
La siento como si estuviera aquí, sentada junto a mí, negándose a marcharse de esta vida, así como era ella, rebelde hasta con la propia muerte. 
La siento, la percibo con miedo  e incertidumbre.
No quiere estar sola.
No quiere estar sin nosotros, sin José y sin mí.
Esa soledad la agobiaba enormemente.
Solía decirme que no podía soportar estar sin  nosotros mucho tiempo,  y en los días en que ella no podía salir de casa por efectos de la quimioterapia,  me sentía angustiado por no poder estar todo el día con ella.
Me sentía afligido y apuraba mi rutina de trabajo al  máximo, para regresar a casa lo antes posible y estar a su lado.
Deberían de ver su cara, su carita hermosa,  cuando regresaba y me veía aparecer por el marco de la escalera, en la entrada de nuestra recámara. Brillaba como si fuera un sol.
 Se alegraba y en su voz podía percibirse la emoción de quien se siente feliz.
Le hablaba con voz de bebé, como si ella fuera mi mama y yo viniera regresando de la escuela, y se reía, se enternecía  y lo disfrutábamos mucho. Siempre le traía alguna sorpresa, una cartita de amor, un chocolate, un dulce, una flor…
Me la escondía en la bolsa de mi pantalón y cuando me acercaba a saludarla y me inclinaba sobre su sillón reposet a darle un beso, ella metía su manita en mi bolsa y buscaba su sorpresa como  una niña pequeña cuando llega su papá.   Luego pasábamos la tarde comiendo, platicando y viendo programas de Discovery en la tele, que le gustaban mucho.  Cuando estaba bien, bajábamos y nos poníamos a regar sus plantas, comíamos galletas y  escuchábamos música.
Le gustaban  Bob Marley, Fernando Delgadillo, Eric Clapton, Serrat, Silvio, Joaquín Sabina, la música clásica, la de Putumayo, y un disco que tenemos,  de unos jaraneros,  Eugenia León y  Edith Tamayo, una cantante sinaloense que radica en Dinamarca e interpreta  sones mexicanos.
A veces  se levantaba muy temprano, abría todas las ventanas de la sala y el comedor  y ponía la música un volumen muy alto, mientras subía a la terraza a echar la ropa en la lavadora.
Yo pensaba que escalaba el volumen para poder escuchar su música estando arriba y un día me confesó que no lo hacía por eso, que le subía al volumen para que no se metieran las ardillas por las ventanas e hicieran algún desastre,  pues al estar la música  fuerte, pensaban que ella estaba ahí.
Le gustaba conversar con sus plantas y no paraba de limpiar por aquí y por allá.
¿Quién entró al baño y se acabó el papel?- gritaba
¡Está toda embarrada la cocina! – gruñía -  ¡hay masa de hotcake hasta en el techo!...
¡Miguel! – gritaba
 ¡Ven a limpiar esto inmediatamente!
Y yo corría, trapo en mano, a cumplir sus órdenes.
¡José Antonio! –  se escuchaba su voz
¡Otra ve comiste en tu recámara!
¡Dejaste el plato y la cáscara  de plátano desde ayer! – refunfuñaba...
 Y aquél corría por las escaleras rumbo a su cuarto a llevarse el plato a la cocina y tirar la basura…
Me regañaba por no dejar las llaves en su lugar, por no poner la bomba del agua, por dejar la luz de la escalera encendida, por comer en la sala y dejar mis chanclas junto a la cama y mis zapatos en el estudio. 
A José,  por no tender su cama, por comer usando la computadora, por no apagar el calentador y no poner a cargar su celular, por dejar la ropa sucia fuera de lugar y por avisar a las diez de la noche que necesitaba comprar cosas de la papelería para el siguiente día…
Pero eso sí, siempre estaba al pendiente de nosotros, nos envolvía con un lienzo de amor hermoso y suave y nos brindaba toda su atención y su cariño. Nunca nos faltaba ropa limpia, o jabón, pasta dental, papel de baño, flores, plantas y hermosos detalles decorativos por todo lados, comida, fruta, golosinas, cereal, miel, papel de baño, toallas, agua caliente  para bañarnos, pan de dulce  y leche para cenar y de postre un cálido beso, y un -te amo-  para cada uno, que pronunciaba con su vocecita cansada por toda la jornada, pero siempre tierna,  como el  amor que sentía por ambos.

II.-
Hoy en particular, más que ayer y todos los demás días, la extraño.
 No puedo dormir. Cierro los ojos y la veo  con su carita de ángel frente a mí y comienzo a dormirme y desaparece, entonces despierto sobresaltado porque no quiero que se  vaya, no quiero dejar de verla y de nuevo cierro  mis ojos y la vuelvo a ver y el sueño comienza a vencerme y ella a desaparecer y despierto de golpe…  
Hace frío, es de madrugada y salgo a la terraza.
El cielo está despejado y brillan algunas estrellas,  de pronto me siento como aquél caballito que de niño tenía. Estaba hecho de roble y sus alas de madera estaban apolilladas. Me gustaba ver su silueta a contra luz, sobre el  lienzo brillante  de la ventana. Se veía imponente. Siempre imagine que por las noches,  se convertía en un hermoso Pegaso plateado y que volaba hasta los más remotos confines  del universo y al agitar sus alas dejaba un rastro de polvo luminoso sobre el negro telón del cielo nocturno,  que se confundía con las millones de estrellas que cintilaban en la impenetrable oscuridad y le daban cierto sentido a ese lóbrego mundo, que no sería absolutamente nada, sin la luz intermitente de aquellos  mágicos luceros que palpitan,  como prístinos corazones,  en la inmensidad del cosmos. 
Entonces recordé  que alguien me dijo hace mucho tiempo, que existe una antigua leyenda que cuenta que,  al ser creados cada uno de nosotros  y estar listos para nacer, un ángel siembra una pequeña semilla de luz en nuestros corazones,  que cada día de nuestras vidas, crece y  se va volviendo más y más luminosa, hasta que llega el día en que ha crecido lo suficiente y  debemos dejar esta existencia terrenal para trascender a una nueva etapa;  entonces esa semilla se libera y se eleva hacia el cosmos inconmensurable, convirtiéndose en una hermosa estrella, que brilla para siempre… 
Levanto la vista hacia el cielo y entre miles, una estrella que cintila intensamente  llama mi atención,  estoy seguro de que es ella, de que es esa la pequeña semilla de luz que vivió y creció en su corazón todos estos años, y que ahora brilla allá arriba para siempre, y que cuando quiera, cualquier noche, cualquier día, podré salir  y levantar la vista y verla…  Quisiera que José estuviese conmigo en estos momentos y  pudiera verla. 
Mis ojos se nublan por las lágrimas y una sensación como de un calorcillo, casi clandestino, se apodera de mi pecho y se mete en mi corazón. Siento como la angustia se va, se disipa como el calorcillo que llegó de pronto y regresa el frío matinal y ya no me siento solo,  volteo hacia el cielo y veo todas las estrellas, y de pronto entiendo que allí están ella y todos los que se fueron antes, y les envío mi amor y les pido que nunca dejen de brillar.  Luego me pregunto  cuando mi semilla de luz, habrá crecido lo suficiente, para poder elevarse al cielo y  relumbrar junto a ella.

Entre la bruma del ensueño, surge un poema que cabalga  al ritmo de la sonata que interpreta un grillo…

Esta noche
soy como un caballo
hecho de roble
que relincha
al son de los grillos
cabalgando el sendero
del cielo estrellado
viendo crecer el moho
entre mis cascos
de madera…

Soy como la crin
de zacatillo
amarilla mazorca
agito mi cola
como mechudo de trigo
entre miles de espigas
ambarinas
solares
agitadas por el viento
de la noche
suave
como los sueños que duermo
y que me desvelan
mansa y dulcemente como tú....


Clown
Un comentario acerca de los sin tierra

Por: Rodrigo Alemany

Comienza el acto más difícil, la culminación de una carrera circense: deberá jugar con esferas encendidas, sobre una silla sostenida por un elefante, que estará a su vez sobre un cochecito multicolor y éste sobre un zanco de frágil madera. Piezas dispuestas al borde del abismo, en el tenebroso sendero del límite. Deberá, en síntesis, arrancar corazones expectantes, mezclar alegría y llanto.

Redoble de tambores, luz central coronando su espectáculo, silencio sepulcral. Hábilmente hace girar las estrellas de fuego sobre un frágil e inhóspito equilibrio. En realidad, la escena ha sido repetida muchas veces, alcanzando esa perfección que transforma anhelo en apatía. Orgulloso de sí, aumenta el impulso de sus brazos. Hace girar en invisibles órbitas la creación más perfecta de su oficio. Las esferas construyen una rueda enorme que gira en dirección contraria a los relojes. La infinitud del espacio se condensa en esa protosustancia. Pareciera que principio y fin desaparecen, creados e increados por aquel centro incandescente.

Pequeños temblores dibujan sus piernas absurdamente vestidas. Fragmentos de tela, rojos, morados, fluorescentes, cubren quizá un cuerpo demasiado viejo para ser visible. Su tronco está cubierto por un abrigo de terciopelo negro, con cientos de campanillas prendidas a la espalda. Su cara pintada sólo deja entrever la común e indescifrable lágrima. Es un payaso perfecto por el rostro que dibuja la memoria.

Tensa el cuerpo para concluir magistralmente y esperar la ovación invisible. Mágicamente, hace caer una esfera en el pie, apagada. Luego otra en el centro de su cara. Inalterable, forma una balanza inclinada con su cuerpo, como pétreo espantapájaros. Del proscenio sale corriendo una liebre perseguida por un perro, a ratos lejana de las fauces de su perseguidor, a veces cercana. Corren y saltan por encima de objetos abandonados, banquillos desvencijados, jaulas abiertas, triciclos, columpios con herrumbre y humedad de muchos años. Apunto de caer en las tibias garras, la liebre salta y se esconde bajo la silla. El elefante asustado intenta moverse, la base multicolor no soporta su peso, la madera del zanco se convierte en astillas.

¿Cómo pueden existir catástrofes al borde del abismo? Se pregunta nuestro personaje, con esa interioridad que para algunos es filosofía y para un payaso vanas palabras. Se levanta frágilmente, adolorido y sacude su disfraz. Observa la inmensa figura construida en el pasado. Sólidos en equilibrio burlando cualquier ley natural. Aquella balanza humana sobre piezas hoy destruidas. Luego avanza hacia el público que permanece en silencio. Sobre sillas pulcramente alineadas, reconoce al objeto de su oficio: innumerables esculturas con trazos secos y duros. Bocas pequeñas y tiesas, ceños fruncidos, cuellos cortos e irregulares. Imperturbable, camina hacia la entrada del circo. Delicadamente sacude su abrigo y percibe el sonoro destello de las campanillas. Sonríe.

La densa noche abre su cuerpo oscuro al ojo del caminante. Fuera del circo se extiende un desierto sin límites. Decide avanzar hacia el centro. Recuerda; la única certeza posible: no imitar el curso de los astros.





Voto 2012





“Defendamos juntos nuestros voto” 


Es verdaderamente lamentable que pase esto, pero previsible y una crónica de un fraude anunciado. Hay que leer bien lo que está pasando. Sale primero Quadri a aceptar una derrota que carga como cruz desde que su campaña nació (nunca aspiró al triunfo electoral si no a mantener el registro del PANAL) se vanagloria de su cuarto lugar, que en realidad fue quinto, porque le ganó el partido del “voto nulo” (que vergüenza) y le exige a AMLO reconocer la suya propia, luego sale Chepina, "muy consternada" a aceptar que "las tendencias" no le favorecen y "democráticamente" acepta a ojos cerrados un resultado que ni el IFE ha dado todavía, dando por hecho que hoy acaba todo. Y ¿qué pasa entonces con sus dizque principios democráticos? ¿O es muy democrático abandonar a tus seguidores y vender a tus votantes al mejor postor?, porque eso es lo que ha hecho Vázquez Mota al actuar tan frívolamente, ha vendido por un alto precio a Peña Nieto y sus secuaces,  a sus votantes y a su derecho a que sus votos sean defendidos como debe ser. El pago: Peña no se meterá con Calderón ni sus intereses, (quizá le dará solo algunos manazos  para taparle el ojo al macho, para hacer como que si y como que no, pero no le llamará a cuentas, pese a su pésimo gobierno y sus corruptelas) En eso quedarán los votos obtenidos por Vázquez Mota, serán utilizados para legitimizar la vuelta del PRI al poder y validar el fraudulento triunfo de Peña Nieto. Creo que esta no fue la voluntad expresada por millones de votantes panistas en las urnas pues si hubiesen querido que retornara el PRI y que ganara Peña, habrían votado por ese partido y su candidato y no por Josefina Vázquez Mota y el PAN.   Así las cosas, los que votaron de manera “normal” por Vázquez Mota y el PAN y los que por diversos motivos imputables al IFE, como en los casos de la insuficiencia de boletas en casillas especiales y de las casillas “normales” que alegando no tener ya boletas, cerraron antes de las 18:00 hrs., siendo que según el IFE a “todas” las casillas “normales” se les entregaron el número de boletas necesarias para garantizar que todos los votantes empadronados que les tocara votar en esas casillas lo pudieran hacer, lo cual al parecer no fue así,   debieran exigir como ciudadanos que son,  que se les respete y se le dé el sentido que en realidad le quisieron dar a sus votos y no el que con todo este marranero le darán quienes buscan hacer valer sus propios intereses por encima de los de millones de mexicanos que ayer nos expresamos en las urnas con toda claridad y que no fue a  favor de Peña Nieto.
¿Qué pasará con la marea de irregularidades que se han estado denunciando? ¿Acaso cuando compran votos, roban urnas o las embarazan, hacen ratoncitos locos y carruseles y demás trapicherías electoreras, no afectan el voto panista? 

Los delincuentes electorales del PRI, de Telerisa y Te vé Azteca, no solo roban votos de AMLO y a la coalición que representa, también los roban al PAN y su candidata no hace ni hará nada por defender a esos ciudadanos que fueron atracados en esta elección. Muy al  contrario, ella y sus cómplices (equipo de campaña), han calculado ya el valor que tienen políticamente los cerca de 12 millones de votos que seguramente obtendrá y estarán en estos momentos ofreciéndolos al mejor postor, vendiéndolos a quien mejores prebendas les ofrezca. Que asco dan esos políticos. 
En cambio AMLO, sale y dice, pese a que le están torciendo una mano entre todos, instituciones, partidos y mediocracia para que acepte sus porquerías, que él se va esperar y va tomar una decisión libre de sus presiones y basada en los resultados no solo del conteo del IFE, si no de las irregularidades que se presenten y que seguramente serán suficientes y tan graves, como para impugnar una diferencia que no será mayor a 3 millones de votos en favor de Peña y que en cualquier democracia verdadera, como por ejemplo la francesa o la alemana, llevaría a una segunda vuelta electoral para dar verdadera certeza y equilibrio a la elección.  Él,  consistente con sus ideas y principios, esperará al resultado del cómputo del miércoles 4 de junio y a que se presenten las impugnaciones correspondientes ante el TRIFE y una vez que se cuente con toda esa información seguramente procederá de la única manera en un hombre honesto lo podría hacer; llamará a quienes votaron por él y a la ciudadanía en general a organizar para defender los sufragios y no permitir que  nadie se robe de nuevo una elección.
  
Para poder defender el voto, no basta con marchar y resistir, hay que contar con la información y las pruebas que nos brinden la posibilidad  de  acceder a los recursos legales para que la defensa del voto sea efectiva y no nos pase otra vez como en el 2006, que por no tener bien fundamentadas las pruebas del fraude entre otras cosas, nos robaron impunemente la elección. Yo creo que la espera es necesaria, positiva y que tener el mayor número de pruebas disponibles y la mayor información posible sobro lo sucedido y de cómo se hizo el fraude, nos fortalecerá y hará que nuestros argumentos tengan un peso mayor y por ende mayores posibilidades de ser el fiel de esta balanza, cambiando el resultado a nuestro favor.  Esto no quiere decir que bajemos la guardia, que no hagamos nada hasta que AMLO no lo indique. No, de ninguna manera, nuestros votos no deben un ser un cheque en blanco ni para AMLO, ni para nadie. Debemos exigirle a Obrador que actué en consecuencia del fraude que estamos viviendo, pero no sin razón, sin rumbo y sin plan. Debemos marchar y resistir y ser creativos en tanto se resuelven los conteos y  las impugnaciones y cuando ese momento llegue, no esperar a que sea AMLO quien nos convoque  de nuevo al Zócalo a una asamblea popular, si no ser nosotros quienes lo convoquemos ahora a él para que nos escuche y sepa lo queremos y lo que esperamos; que como líder haga, por la defensa del voto.   No podemos dejarles a AMLO y a los partidos de la coalición,  el paquete de decidir que hay que hacer, nosotros debemos decidir y luego decirles  a ellos como  y que es lo que queremos hacer para defender nuestros votos y no permitirles, sobre todo a los partidos políticos, que usen nuestros sufragios para negociar por prebendas que solo  beneficien sus intereses particulares. 

Esperemos pues y entre tanto fortalezcamos al idea de unidad y la filosofía de sumar a quienes como nosotros, ciudadanos y mexicanos al fin y al cabo, no votamos por la misma opción política este 1º. de julio,  pero coincidimos en que la que elegimos  no eran ni el PRI, ni Peña Nieto.

Defendamos juntos nuestro voto y compartamos juntos un mejor futuro. 
  

















Reflexiones de Fidel Castro:
El asesinato de Osama Bin Laden
(Tomado de Juventud Rebelde, jueves, 5 de mayo de 2011)

Los que se ocupan de estos temas conocen que, el 11 de septiembre de
2001, nuestro pueblo se solidarizó con el de Estados Unidos y brindó
la modesta cooperación que en el campo de la salud podíamos ofrecer a
las víctimas del brutal atentado a las Torres Gemelas de Nueva York.
Ofrecimos también de inmediato las pistas aéreas de nuestro país para
los aviones norteamericanos que no tuvieran dónde aterrizar, dado el
caos reinante en las primeras horas después de aquel golpe.

Es conocida la posición histórica de la Revolución Cubana que se opuso
siempre a las acciones que pusieran en peligro la vida de civiles.
Partidarios decididos de la lucha armada contra la tiranía batistiana;
éramos, en cambio, opuestos por principios a todo acto terrorista que
condujera a la muerte de personas inocentes. Tal conducta, mantenida a
lo largo de más de medio siglo, nos otorga el derecho a expresar un
punto de vista sobre el delicado tema.

En acto público masivo efectuado en la Ciudad Deportiva expresé aquel
día la convicción de q
ue el terrorismo internacional jamás se
resolvería mediante la violencia y la guerra.

Fue por cierto, durante años, amigo de Estados Unidos que lo entrenó
militarmente, y adversario de la URSS y del socialismo, pero cualquiera que
fuesen los actos atribuidos a Bin Laden, el asesinatode un ser humano desarmado
y rodeado de familiares constituye un hecho aborrecible. Aparentemente eso es lo que
hizo el gobierno de la nación más poderosa que existió nunca.

El discurso elaborado con esmero por Obama para anunciar la muerte de
Bin Laden afirma: “…sa
bemos que las peores imágenes son aquellas que
fueron invisibles para el mundo. El asiento vacío en la mesa. Los niños que se vieron
forzados a crecer sin su madre o su padre. Los padres que nunca volverán a sentir el
abrazo de un hijo. Cerca de 3000 ciudadanos se marcharon lejos de nosotros, dejando
un enorme agujero en nuestros corazones.”

Ese párrafo encierra una dramática verdad, pero no puede impedir que las personas honestas
recuerden las guerras injustas desatadas por Estados Unidos en Iraq y Afganistán, a los
cientos de miles de niños que se vieron forzados a crecer sin su madre o su padre y a los padres
que nunca volverían a sentir el abrazo de un hijo.
Millones de ciudadanos se marcharon lejos de sus pueblos en Iraq, Afganistán, Vietnam, Laos, Cambodia,
Cuba y otros muchos países del mundo.

De la mente de cientos de millones de personas no se han borrado tampoco las horribles
imágenes de seres humanos que en Guantánamo, territorio ocupado de Cuba, desfilan silenciosamente
sometidos durante meses e incluso años a insufribles y enloquecedoras torturas; son
personas secuestradas
y transportadas a cárceles secretas con la complicidad hipócrita de sociedades supuestamente civilizadas.

Obama no tiene forma de ocultar que Osama fue ejecutado en presencia de sus hijos y esposas,
ahora en poder de las autoridades de Pakistán, un país musulmán de casi 200 millones de habitantes,
cuyas leyes han sido violadas, su dignidad nacional ofendida, y sus tradiciones religiosas ultrajadas.

¿Cómo impedirá ahora que las mujeres y los hijos de la persona ejecutada sin Ley ni juicio expliquen
lo ocurrido, y las imágenes sean transmitidas al mundo?El 28 de enero de 2002, el periodista de la CBS
Dan Rather, difundió por esa emisora de televisión que el 10 de septiembre de 2001, un día antes de los
atentados al World Trade Center y al Pentágono, Osama Bin Laden fue sometido a una diálisis del riñón en un hospital militar de Pakistán. No estaba en condiciones de ocultarse y protegerse en profundas cavernas.
Asesinarlo y enviarlo a las profundidades del mar demuestra temor e inseguridad, lo convierten e
n un personaje mucho más peligroso.
La propia opinión pública de Estados Unidos, después de la euforia inicial, terminará criticando los métodos que, lejos de proteger a los ciudadanos, terminan multiplicando los sentimientos de odio y venganza contra ellos.










Fidel Castro Ruz

Mayo 4 de 2011

APLAUSOS ALREDEDOR DE LA TUMBA

Por: Sara Osatski-Lazer





El espectáculo concluye; cae el telón. El protagonista principal de la obra no puede agradecer al público de pie: se queda al paño dentro de una de las fosas.

Esta vez, fuera de lo acostumbrado por él, JulianoMer-Jamís no respondió a los aplausos cerrados al momento culminante de la larga ceremonia de despedida, que se condujo en hebreo, árabe e inglés.

Alrededor de la tumba estuvieron los miembros de la familia del lado de su padre, árabes cristianosde edad madura y de rostros apesadumbrados; primos judíos de parte de su madre, artistas israelíes de primera línea, junto a adolescentes y jóvenes palestinos -varones y mujeres- del campo de refugiados de Yenín. Algunas decenas de miembros del kibutz que no lo conocieron, al lado de sus amigos del alma, palestinos y judíos de Haifa y de Galilea.


Y aún después de los aplausos y de que la ceremonia fuera declarada terminada, la misma continuó: [la cantante palestino-israelí]AmalMurkus cantó sobre la tumba una larga elegía con su voz cristalina. Algunos miembros del partido comunista –del pasado y del presente- se acercaron y cantaron una canción de su viejo repertorio. Un viejo judío con gorra sacó una armónica de su bolsillo y comenzó a soplar la melodía de “quién,quién es el hombre aquel que anhela vida”[1], y algunos de los niños del Teatro de la Libertad[2] que se designaron para despedirse de su reverenciado maestro cantaron a garganta ronca una canción que no tiene principio ni fin. Su hija de once años –Milai, quien recibió su nombre por aquella aldea vietnamita cuyos habitantes fueron masacrados, tomó nuevamente el micrófono y le juró a su padre que lo amará por siempre. Los acompañantes continuaron agrupándose entre los árboles y lápidas del cementerio; sentándose sobre los bancos de madera, admirando la belleza de las flores de primavera, sin querer retirarse.

Juliano Mer-Jamís fue un gran actor sobre el escenario de la infinita tragedia mediterránea, y era parte de ese mismo escenario. Su muerte fue provocada por balas asesinas palestinas en momentos en que sostenía en sus brazos a su hijo bebé, como si hubiera estado escrita por el autor de una antigua tragedia griega.

Quien se definía a sí mismo como cien por ciento judío y cien por ciento árabe, vivió todos sus días entre y dentro de esos dos mundos en conflicto, y luchó contra ambos. Transitó asombrosamente entre las dos culturas y los dos lenguajes y vivió su vida en el trayecto Tel Aviv-Haifa-Yenín. Qué simbólico que al final sea sepultado a mitad de ese camino, en RamotMenashé, al lado de su madre. Sobre la tumba de Arnahay depositada una piedra solitaria, y en la lápida su nombre de pila está grabado en hebreo y en árabe. Una gran planta de nopal se extiende sobre ella[3].

Una de las personas que pronunció uno de los homenajes comparó a Juliano con el Che Guevara: “ambos partieron de la vida desde dentro de la lucha por la libertad y la liberación del hombre”. Otra dijo que Juliano era “la sal de la tierra[4]por ambos lados (padre y madre); hombre verdaderamente libre”. El maestro de ceremonias del sepelio señaló que de hecho nosotros festejábamos acá su rica y completa vida; una vida que ojalá todos nosotros pudiéramos vivenciar, siquiera en parte.[el activista y actor palestino] ZakariyahZubeidi, a través de la ayuda de un teléfono celular, contó a los presentes cuánto amó a Juliano y a su madre Arna, y le pidió a Juliano transmitir un mensaje de paz a los niños del campamento de refugiados de Yenín que se encuentran “allá arriba”. “¿porqué me dejaste solo?”, preguntó. Y le prometió que ellos seguirían su camino.

Ninguno de los presentes mencionó el asesinato ni se preguntó quiénes son los asesinos. Todos esquivaron con cuidado el tema y ninguno pidió venganza. Recordaron los valores que Juliano sostenía y promulgaba: liberación, libertad de pensamiento y acción, resistencia a través del arte, y el desesperado intento de crear un horizonte y un futuro a las personas que viven en el lugar más sórdido, pobre y desamparado: el campo de refugiados palestinos.

Confluencia inusual y única de acompañantes y portavoces, de lágrimas y aplausos, de música y flores y teatro; de banderas palestinas enarboladas dentro de los campos de crisantemos de un kibutz israelí, de representantes del liberalismo artístico de Tel Aviv y ciudadanos árabes del norte de Israel, de jóvenes palestinos y palestinas de Yenín, de una mujer de Finlandia que carga en su vientre los mellizos de Juliano.

Esta confluencia silenciosa y asombrada fue posible, al parecer, solamente gracias a la personalidad especial y única del difunto.

Este fin de semana los diarios se llenaron de detalles de la vida imposible de quien -en otro lugar y en otro tiempo- hubiera señalado precisamente la verdadera y única posibilidad de “fraternidad de los pueblos” y “coexistencia” entre rivales: matrimonios que cruzan fronteras y que engendran niños desprovistos de ellas.

Pero el lugar no está maduro y el tiempo nunca es el adecuado. La muerte parece ser la solución banal de esta obra de teatro absurda en la que vivimos.

Sara Osatski-Lazer

Kibutz RamotMenashé

Israel

Publicado en: http://www.kibbutz.org.il/itonut/2011/dafyarok/110414_juliano_mer.htm

Traducción del hebreo: el negro Gómez

Coyoacán, México

14 de abril del 2011


NOTAS DEL TRADUCTOR:

[1] Canción hebrea basada en textos religiosos judíos, popularizada hoy en Israel por cantantes laicos.

[2] Teatro de resistencia militante contra la ocupación israelí en el campo de refugiados palestinos de Yenín, fundado por Arna Mer, madre de Juliano. Este último continuó su obra como director a la muerte de su madre. Ver documental “Los niños de Arna”, creada y dirigida por Juliano Mer-Jamís.NOTAS

[3] La planta del nopal o penca común, cuyo dulce fruto espinoso es la tuna(tzavar en hebreo y sabr en árabe) simboliza en la Israel sionista al judío nativo de la tierra.

[4] Expresión con origen en los evangelios cristianos (Mateo 5:13), de uso secular como metáfora para expresar que una persona tiene carácter socialmente vital.

XVII ENCUENTRODE EDITORES INDEPENDIENTES EDITA MEXICO 2010


Del 19 al 21 de noviembre pasado se llevó a cabo el XVII Encuentro de Editores EDITA-México con sede en el Instituto del Derecho de Asilo Museo Casa de León Trotsky, A.C. , en Coyoacán.

Los organizadores, Uberto Stabile, fundador y director de EDITA (Encuentro Internacional de Editores Independientes), Merari Fierro de ENdORA Ediciones y Coordinadora de EDITA México 2010 y Alejandro Zenker de RIEPA (Red Internacional de Editores y Proyectos Alternativos) decidieron traer a México por primera vez este evento que solo se había llevado con anterioridad en España, por iniciativa de su creador, el escritor Uberto Stabile.

Después de más de un año de pláticas y negociaciones, se hizo posible la realización de este encuentro, gracias a las gestiones del poeta y escritor, Miguel Mouriño y al invaluable apoyo de la Casa Museo León Trotsky y de su director, el profesor José Antonio González de León.

El encuentro consistió en una serie de ponencias dictadas por más de 60 participantes, hubo performances, feria de libros y tertulias poéticas y rompió con todas las expectativas, convocando a más de 50 editores independientes, como Nortestación, Agencia de Letras, Atemporia Editorial, Los Ajos, Taller de la Caballeriza, Colectivo Irreverante, Fac. Estudios Superiores Cuautitlan, La Pintadera Taller de Producción, Nuestro Grito Cartonero, El Aguaje, La Rueda Cartonera Editorial, Santa María Juana Ediciones, Biblioconstrucciones, Dante, Colibrí Editorial, El Aduanero, El Billar de Lucrecia Ediciones, El Ermitaño, En sentido figurado, ENdORA Ediciones, Floricanto Editorial, Fusión14.com, Gaceta Cariátide, Gaceta Literal, La Cabra Ediciones, La Tercera Luna, Mangos de Hacha, Mechico Comic´s, Periódico de Poesía UNAM, Resistencia Editorial, Verso Destierro, Editorial View Ediciones, La Cartonera, Revista Clarimonda, Homoscriptum, Punto G, Esta revista se llama Blasfemia, Los Santos Días de la Poesía, Revista Reflejos, ADEAL A.C., Alterarte Grietas, Pasquin Literario, Aristas Martínez, Aullido Libros, Diógenes Internacional, La Galleta del Norte, Mester de Vandalia, Voces del Extremo y logrando una afluencia cercana a los 560 visitantes durante los tres días en que se llevó a cabo.

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A Pedro Hernández Rangel…

Mi canto es de los andamios
para alcanzar las estrellas..
Víctor Jara – Manifiesto



Músico, lector insaciable, museógrafo, curador, artista, maestro, hombre sensible, honesto, leal, dedicado, anarquista, rebelde, antagónico, bohemio, risueño, amable, antropólogo de profesión, amigo por convicción.
Así fue Pedro Hernández, todo un personaje, digno de una buena historia, como la que me tocó vivir los últimos tres años en que transitamos juntos por esta existencia.

De Pedro aprendí muchas cosas.

El amor por el trabajo, una humildad sin pretensiones, no esa con la que se busca redimir, sino aquella que poseen los seres cuya evolución les permite transitar por la vida sin la necesidad de un reconocimiento que los reafirme en lo que saben que son.
Esa humildad que permite a los hombres disfrutar de las cosas simples de la vida, sin las complicaciones de aquellos cuya complejidad los ciega y les impide darse cuenta de lo maravilloso que es el mundo que nos rodea.

Fue un buen hombre, sencillo, a veces retraído, de pocas palabras, pero de grandes acciones. Solidario como pocos, en las ideas, en las convicciones, en la amistad.
Supo lidiar con la vida, pese a la dureza que ha caracterizado a los tiempos en que toco transitar a nuestra generación.

Supo reconocerse a sí mismo en los otros, se miro siempre en nuestros propios rostros, fue uno de nosotros no solo por condición, sino por convicción.

Hizo suya mi ternura y se gano mi corazón.

Lo extrañaré, sin duda, desde 2010, hasta el dos mil siempre…

Cd. de México
Octubre, 2010