Ni el propio Bertín, por mucho que se esfuerce, conseguiría hacer un programa más rancio y cuñadil que el de su amigo Pablo Motos. Chicas que bailan desnudas y cocinan para los invitados, mamás que huelen cacas, actrices enterradas vivas en ataúdes, mujeres obligadas a sufrir y llorar para subir la audiencia y entrevistas cargadas de preguntas sexistas y comentarios soeces a todas las invitadas. Así es el El Hormiguero, un museo de los horrores de carne y hueso con emisión diaria.
Al parecer, los servicios de información y de espionaje rusos están vertiendo información falsa para desestabilizar zonas geográficas concretas y así extender su influencia. ¿Quizá estemos viviendo una guerra encubierta entre Rusia y el resto de países? ¿Putin ha ayudado a Trump a llegar a la presidencia de los Estados Unidos?
Que un personaje como Terelu hable del suicidio y que lo haga en un programa como 'Sálvame', que ven unos dos millones de personas cada tarde, es importante. Es clave. Que sus compañeros (para quienes se necesitan tapones y, a veces, una tila) la escuchen en silencio, preguntando con cuidado y respeto, es sorprendente, es importante
Los galardones, con un marcado acento británico, han coronado a The Crown como la mejor serie. Es la primera vez que una ficción de Netflix gana en la prestigiosa categoría de mejor drama. La perdedora de la noche ha sido HBO, que no ha obtenido ningún premio para su gran apuesta, Westworld.
Un año más la polémica con Cristina Pedroche y su vestido de Nochevieja. Analizando las redes sociales, las radios y televisiones, no alcanzo a entender si el problema es el vestido o no. De ser ese el problema deberían también rebelarse contra las nadadoras olímpicas o las actrices por contribuir, enseñando carne, a acabar con no sé qué canon moral feminista o religioso.
Como viene siendo habitual en año nuevo, hoy es día de resaca y de hablar de los centímetros de tela del vestido de Pedroche. Los directivos de...
¿Dónde quedaron las buenas intenciones y el rotulito de "Este programa finalizará antes de las 12"? ¿De verdad se necesitan tres horas largas de programa y no irse a la cama hasta las dos? ¿No es la pública la televisión de todos? ¿No hay nadie que se queje de esto en el Congreso? Más cuando se nos llena la boca con la conciliación y con salir a las seis de la tarde.
Pobre Jorge Cremades. A los hombres os están violando y no se habla de ello. Es más, ¡os violan más que a las mujeres! ¿Cómo no nos hemos dado cuenta antes? Ha tenido que venir él, Jorge Cremades, a recordárnoslo. En una entrevista en El Español, la joven ¿estrella? de Internet se ha lucido pero bien.
El reciente caso del engaño, mentiras y fraude a la sociedad española efectuado por el padre de una niña afectada de una enfermedad rara es una oportunidad para reflexionar sobre el tipo de solidaridad que practican los españoles. Sea por la influencia de la caridad cristiana o por otras razones, el caso es que en temas de solidaridad, en España triunfan los maratones televisivos.
Me habían alertado de que Informe Semanal, esa noche, emitiría un reportaje llamado Presunción de inocencia, que es un nombre súper cinematográfico. Vi los 10 minutos y 40 segundos que duró y me dije, aquí hay una historia. Así que me colé en la cocina de la tele y me ha salido esto. Pura ficción, ¿eh?. Con localizaciones y todo...
Quienes queremos hacer política, sea en el formato que sea, tenemos la responsabilidad de dar la batalla por el sentido común, y tengo claro que ese sentido común tiene que ser feminista o no me representará. Pero para eso, nos guste más o menos, tendremos que ser feministas donde esté el sentido común imperante, donde podamos arrastrarlo, tirar de él y construir uno nuevo a partir del que existe. Una política feminista tiene que ser ambiciosa, pero tiene también que ser verosímil. Y no podremos estirar el sentido común si no partimos de él, si no hacemos feminismo desde donde la gente está y desde donde la gente piensa y siente el mundo.
Todavía muchos fans de El Internado siguen recordándola en Internet y los foros siguen activos. Formé parte del equipo de guionistas de la serie hasta el final, y es algo de lo que me siento orgulloso. Viéndolo con perspectiva y haciendo memoria, recuerdo cuatro cosas que quizá no han trascendido y los fans agradecerán que llegue a su conocimiento. Otras me las guardo, de momento, porque creo que deben quedar en la privacidad.
Chicho me ha enseñado a ser guionista, directa o indirectamente, porque todo lo que le trasmitió a mi padre sobre televisión y cine, él, en cierta manera, me lo ha traspasado a mí. Cuántas veces en reuniones creativas le he oído empezar una frase con "Chicho siempre decía que...".
"Yo de pequeña iba para científica, disfrutaba haciendo experimentos. Mi padre en aquel entonces, en los 90, me regaló un microscopio con monitor. Para mí fue "El Regalo": todo lo pasaba bajo su objetivo ¡Me encantaba! y me sigue apasionando", confiesa Alba Flores (Madrid 1986) con una sonrisa destellante.
Si no vuelve a cambiar el sistema de votación, como ocurrió en el pasado, difícilmente habrá otra serie que pueda hacer frente a Juego de Tronos en su categoría durante los próximos años. El hecho de que, además del premio al mejor drama, haya ganado también el de mejor dirección y el de mejor guión por el episodio Battle of the Bastards (el primero merecido, el segundo cuestionable) es un indicativo de que la serie tiene a los votantes de los Emmy en el bolsillo.
Resumen de seis días del único festival de televisión que hay en España: el de Vitoria. El Festival. Un hallazgo. La tele es un lugar en el que cabe un reality de Ana García Obregón (Algo pasa con Ana), donde la vemos, por ejemplo, en los prolegómenos de su posado estival, y un programa de entrevistas sosegadas a sabios del mundo de la mano de Iñaki Gabilondo (Cuando ya no esté).