Sí, la literatura ha inspirado toda clase de películas. Y el cine ha servido para que mucha gente se acerque a los libros adaptados. Muchas veces ha sido y es la celestina inmejorable para reafirmar el romance con la lectura y, sobre todo, para seducir a nuevos lectores. En días de tantos premios cinematográficos (Globos de Oro, Oscar, Bafta, Goya), voy a recordar lo mejor de esa fructífera alianza.
Bimba dejaba su impronta de color, elegancia y seducción en todo lo que hacía. Bimba te gritaba en la cara que la belleza no es eso que nos quieren contar. Ahí estaba ella para demostrarlo, con esa apariencia masculina envolviendo la más absoluta fragilidad y finura, como las chicas francesas de los años 20. Y como ellas, también luchaba y vivía como si el mundo se estuviera acabando.
La La Land es cine para adentrarnos en la magia, para olvidar las rutinas, para elevarnos. Y salir así, casi flotando, del cine. Con ganas de ponernos a cantar y a bailar, de agarrarnos a una farola y saltar por el borde de las fuentes, y decir que sí, que, entre pasos de baile y canciones con ecos del mejor jazz, todo es posible.
Cuando todos estamos enfrascados en si un vestido es dorado o azul, en si un objeto es real o si todo es una ilusión óptica, olvidamos que hay muchos aspectos sociales que están invisibilizados, sin que parezca preocuparnos. Y si no, miren dentro de este post el tráiler de la película Cowboys & Aliens, que invisibiliza a una actriz como Olivia Wilde.
Esta nueva propuesta cinematográfica del director de la sugerente Whiplash me ha parecido más cercana a un anuncio alargado de champán que a un clásico del musical norteamericano. De hecho, pienso que no estaría mal reciclarlo la próxima Navidad como anuncio de esa lotería que siempre nos recuerda la suerte que tenemos con estar sanos y salvos.
Porque ¿no era el cine eso mismo, magia? ¿No se trataba de soñar, de volar con las historias, de hacernos creer en otros mundos, en que siempre hay una posibilidad, en que el amor de tu vida está en el siguiente bar, en la próxima esquina? Eso nos vendieron que era el cine. Y eso es lo que tiene este peliculón.
Carrie Fisher, la princesa virtuosa, la guerrera autoritaria de mirada fija y edad incalculable por su aplomo y madurez, imantaba cada escena con un difícil equilibrio entre la sensualidad y la maestría, blandiendo la espada para lonchear a un extraterrestre que haría que le temblasen las canillas al propio Obi-Wan, "su única esperanza".
Cuando parecía que nos habíamos sobrepuesto a la partida de David Bowie, que habíamos superado la marcha de Leonard Cohen y de Prince, e incluso nos habíamos resignado a perder a George Michael el día de Navidad, nos encontramos con un fin de año particularmente amargo con la muerte de Carrie Fisher y de su madre, la mítica actriz de Cantando bajo la lluvia Debbie Reynolds.
Tenía 95 años. Su humildad y humanidad iban por delante de cualquier otra cosa. Pero el transcurrir del tiempo y la propia naturaleza han hecho que este asturiano, tan reconocido en la profesión cinematográfica, haya dejado de existir. Pero este empeño desgarrador de la vida no podrá arrancar a su familia y amigos su recuerdo disfrutando de sus películas.
Murray no posee ni dandismo ni artificio, solo autenticidad. Te lo puedes encontrar cantando en un karaoke o a voz en grito en un concierto de Adele, borracho en un desastroso bar de Nueva York o colándose en la fiesta de tu mejor amigo, al igual que en el mejor hotel de Milán o en un yate en mitad de lago Como junto a la pareja Clooney.
De entre los muchos placeres de mi infancia consciente, pasar las navidades en familia era para mí el trascendental. Las fiestas eran unas vacaciones emocionantes y aparentemente eternas. Dulces navideños y tardes interminables con películas en VHS desfilaban para soldar la cinefilia que hoy define mi carácter y también mi profesión.
Si El despertar de la Fuerza pecaba de sobreexplotar la nostalgia de los fans, ésta aborda aspectos que siempre les han intrigado: ¿por qué la Estrella de la Muerte tiene un punto débil tan obvio? ¿A qué se dedica Darth Vader cuando no persigue a Luke? ¿Cómo es la Alianza cuando no la lidera Leia? La respuesta a la última pregunta es la más interesante de la película.
Bar Bahar. Entre dos mundos (Israel, 2016), ópera prima de la directora palestino-israelí Maysaloun Hamoud es un film de una potencia inaudita, ejemplar, complejo.
Bar Bahar. Entre dos mundos (Israel, 2016), òpera prima de la directora palestinoisraeliana Maysaloun Hamoud és un film d'una potència inaudita, exemplar, complex.
He visto la película La llegada (Arrival, 2016) pero necesitaré verla más veces. Es cine inteligente, ese tipo de género que requiere de segundas lecturas. El mérito habremos de atribuirlo a un buen texto de origen, un estupendo guión adaptado y una excelente dirección e interpretación. Cine que vale lo que cuesta la entrada, cosa que no se puede decir todas las veces.
Todo el trabajo de Mendoza, y esto es algo que reitero con relativa asiduidad, es de una narración tan límpida y visual que me recuerda, de modo totalmente impremeditado, a escenas cinematográficas. Y es así tan a menudo que, sin apenas quererlo, recuerdo cada uno de sus libros como fragmentos de películas, como jirones con escenografía, diálogo, encuadre e iluminación. No puedo evitarlo.