Podemos ha entrado de lleno en el barrizal de la política con minúsculas y, a dos semanas de su congreso, avanza inexorablemente hacia la ruptura. Pase lo que pase ya en Vistalegre, nada volverá a ser lo mismo. Pablo Iglesias dará un paso atrás si pierde ante Iñigo Errejón y éste ha dicho que hará lo propio si pierde ante Iglesias. Uno de los dos saldrá malherido.
La razón por la cual esta prohibición de visados es particularmente descorazonadora para mí es porque conozco a algunos de estos estudiantes internacionales y sé que son como yo y como otros estudiantes norteamericanos. Muchos de ellos tienen los mismos intereses, las mismas aspiraciones y ya han sido aceptados en universidades norteamericanas por méritos propios. Quieran participar en investigación académica como yo, o quieren mejorar la calidad de sus vidas, de sus familias, de sus amigos o del mundo.
¿Es posible extraer algún tipo de lección de los éxitos que está cosechando en el Sevilla el entrenador argentino Jorge Sampaoli para trasladarlo a otros ámbitos? ¿Son extrapolables las pautas metodológicas de gestión y dirección de equipos como los de Sampaoli, orientados al alto rendimiento deportivo, a una organización política?
No responda. Les corresponde a ellos esa respuesta. Está claro que ustedes se han desvivido para hacer que sus hijos sean felices. Nosotros, sus profesores, en la escuela y dentro de nuestras posibilidades, también lo hemos intentado, pero ¿lo hemos conseguido?
El Gobierno se constituyó el pasado 4 de noviembre y no parece que tenga prisa por presentar el proyecto de presupuestos para 2017. De momento, el ministro Montoro ha declarado en el Senado que pretende lograr un pacto con los partidos de la oposición para evitar la prórroga presupuestaria, algo que solo beneficiaría al sacrosanto concepto de déficit público.
El libro Smart cities, una visión para el ciudadano explica de forma sencilla, mas allá de tecnicismos innecesarios, este momento tan emocionante que estamos viviendo. Para que los ciudadanos, los consumidores, podamos conocer los beneficios de esta revolución digital y social. De nada sirve ser feliz si no lo sabes.
No hay plan más sensato en tiempo de tribulación que salir a manifestarnos y leer a Grace Paley. Tanto ella como su obra son la mejor encarnación de una América del norte eminentemente cosmopolita y culta, compuesta por gentes de todo el mundo. Son un fragmento de esta línea roja, obrera, feminista, antisegregacionista, pacifista, activista que recorre también de arriba abajo los EEUU.
En el Instituto de Ingeniería del Conocimiento nos hemos preguntado cómo ha sido el consumo eléctrico en España en 2016, especialmente, en Navidad, y con técnicas de big data en Energía hemos averiguado, entre otros, que el 6 de septiembre de 2016 fue el día de ese año con el mayor consumo eléctrico.
Tras estos días de obligadas sonrisas y de buenos deseos, lo siento, quiero hacer una reivindicación de la tristeza. En esta época de obsesión enfermiza por la salud, de culto patético por la juventud, de exigencia deprimente de alegría, necesito hacer una reivindicación de la tristeza.
Cuando compras naranjas en la frutería del barrio, haces política. Cuando arreglas tu coche en un taller que utiliza mujeres sexualizadas en su publicidad, haces política. Cuando compras alimentos de temporada, haces política. Cuando compras una chaqueta de Zara, haces política. La decisión de comprar es lo más parecido a apoyar a un partido político. Acudimos a las urnas una vez cada 4 años y compramos unos 10 productos/servicios al día: esto significa que podemos decidir cambiar las cosas unas 3.650 veces al año.
El relato de Sánchez para los próximos meses está bien claro: se trata de un viaje épico sin grandes padrinos políticos ni mediáticos, un road trip, un momento casi místico de autoconocimiento socialista, agrupación por agrupación, en brazos de la clase obrera que nunca ha ido a una recepción oficial y se ha desgastado las manos en la fábrica, el campo o fregando escaleras. Hay mucha militancia así en el PSOE, y haber dejado gobernar al PP nunca lo van a perdonar.
Alguien me dijo hace un tiempo que Nueva York tiene una fecha de caducidad de siete años. No sé si Nueva York, o el extranjero en general, pero parece que hay algo de cierto en eso de que en un momento dado la tierra tira.
Manuel de la Osa ya era un famoso cocinero antes de trasladarse a Madrid, ciudad a la que acaba de llegar. Su restaurante Las Rejas, en Las Pedroñeras, era lugar de peregrinación de gastrónomos y de compradores de ajo. Ahora celebramos su mayor accesibilidad, la buena cocina y la belleza del local, mi primer gran hallazgo de este año.
Cuestiones con Ernesto Che Gevara, de José Pablo Feinmann, que suma ya cuatro temporadas en el Teatro PlotPoint de Madrid, propone el encuentro ficticio entre el Che Guevara y una historiadora venida del futuro, que es nuestro presente, la noche anterior a que el guerrillero muriese.
A falta de debates orgánicos o de liderazgo, en el PP discuten sobre lo que son y sus vuelos: si humanistas cristianos o sólo humanistas; si la definición va en el preámbulo o en el articulado y si la gaviota no es una gaviota, sino un charrán, "aunque algunos dirigentes se hayan movido estos años entre la basura"
Muchas veces definidos como "universidades sin estudiantes", los think tank han servido en los últimos años para promover el análisis de la realidad y la elaboración de propuestas para afrontarla desde lo público y lo privado en prácticamente todos los campos: la globalización, las relaciones internacionales, la democracia o la crisis económica.
Un buen día, mientras te peleas con la pata que sobra para poder ponerle el anorak al perrito de aguas, te preguntas para qué te pasaste horas tratando de comprender el mecanismo de multiplicación a contracorriente en la producción de orina o para qué te dejaste los cuartos en todos los cursos que organizaba el Colegio de Veterinarios.
Todo el mundo sabe que sólo debes añadir calorías nuevas si has quemado las anteriores y que si añades y no quemas... engordas. Con la información sucede exactamente lo mismo. Si añades información nueva sin antes asimilar la anterior, se te hace una bola en la mente y en lugar de aprender, desaprendes.
Trasladar a las ciudades un supuesto "efecto Alzhéimer" solo se puede hacer con sensibilidad; desde el respeto a la enfermedad y a las metáforas, porque las analogías urbanas no lo admiten todo. La ciudad tiene un cierto metabolismo urbano que produce un impacto sobre la biosfera y la huella ecológica de nuestras ciudades.