Cuando compras naranjas en la frutería del barrio, haces política. Cuando arreglas tu coche en un taller que utiliza mujeres sexualizadas en su publicidad, haces política. Cuando compras alimentos de temporada, haces política. Cuando compras una chaqueta de Zara, haces política. La decisión de comprar es lo más parecido a apoyar a un partido político. Acudimos a las urnas una vez cada 4 años y compramos unos 10 productos/servicios al día: esto significa que podemos decidir cambiar las cosas unas 3.650 veces al año.
El relato de Sánchez para los próximos meses está bien claro: se trata de un viaje épico sin grandes padrinos políticos ni mediáticos, un road trip, un momento casi místico de autoconocimiento socialista, agrupación por agrupación, en brazos de la clase obrera que nunca ha ido a una recepción oficial y se ha desgastado las manos en la fábrica, el campo o fregando escaleras. Hay mucha militancia así en el PSOE, y haber dejado gobernar al PP nunca lo van a perdonar.
No responda. Les corresponde a ellos esa respuesta. Está claro que ustedes se han desvivido para hacer que sus hijos sean felices. Nosotros, sus profesores, en la escuela y dentro de nuestras posibilidades, también lo hemos intentado, pero ¿lo hemos conseguido?
Alguien me dijo hace un tiempo que Nueva York tiene una fecha de caducidad de siete años. No sé si Nueva York, o el extranjero en general, pero parece que hay algo de cierto en eso de que en un momento dado la tierra tira.
Manuel de la Osa ya era un famoso cocinero antes de trasladarse a Madrid, ciudad a la que acaba de llegar. Su restaurante Las Rejas, en Las Pedroñeras, era lugar de peregrinación de gastrónomos y de compradores de ajo. Ahora celebramos su mayor accesibilidad, la buena cocina y la belleza del local, mi primer gran hallazgo de este año.
Cuestiones con Ernesto Che Gevara, de José Pablo Feinmann, que suma ya cuatro temporadas en el Teatro PlotPoint de Madrid, propone el encuentro ficticio entre el Che Guevara y una historiadora venida del futuro, que es nuestro presente, la noche anterior a que el guerrillero muriese.
A falta de debates orgánicos o de liderazgo, en el PP discuten sobre lo que son y sus vuelos: si humanistas cristianos o sólo humanistas; si la definición va en el preámbulo o en el articulado y si la gaviota no es una gaviota, sino un charrán, "aunque algunos dirigentes se hayan movido estos años entre la basura"
Muchas veces definidos como "universidades sin estudiantes", los think tank han servido en los últimos años para promover el análisis de la realidad y la elaboración de propuestas para afrontarla desde lo público y lo privado en prácticamente todos los campos: la globalización, las relaciones internacionales, la democracia o la crisis económica.
Un buen día, mientras te peleas con la pata que sobra para poder ponerle el anorak al perrito de aguas, te preguntas para qué te pasaste horas tratando de comprender el mecanismo de multiplicación a contracorriente en la producción de orina o para qué te dejaste los cuartos en todos los cursos que organizaba el Colegio de Veterinarios.
Todo el mundo sabe que sólo debes añadir calorías nuevas si has quemado las anteriores y que si añades y no quemas... engordas. Con la información sucede exactamente lo mismo. Si añades información nueva sin antes asimilar la anterior, se te hace una bola en la mente y en lugar de aprender, desaprendes.
Trasladar a las ciudades un supuesto "efecto Alzhéimer" solo se puede hacer con sensibilidad; desde el respeto a la enfermedad y a las metáforas, porque las analogías urbanas no lo admiten todo. La ciudad tiene un cierto metabolismo urbano que produce un impacto sobre la biosfera y la huella ecológica de nuestras ciudades.
Seducir es una operación de alta complejidad: ¿cómo convencer a otro de que somos lo que necesita?
Intentar apuntar a lo que el otro quiere para ser elegido es una maniobra que no garantiza nada, incluso puede llevar al candidato a mostrarse inferior, con ganas y dispuesto a someterse. Un verdadero seductor lo que hace es torcer la escena
Nuestros adversarios políticos siguen siendo los mismos que cuando nacimos como organización política: los recortadores sociales, los corruptos, los populistas, los falsos regeneradores y los nacionalistas que quieren romper España. Y nuestros aliados son todos aquellos que estén decididos a aportar su granito de arena para lograr una sociedad mejor y más justa.
Paco Casero conversó conmigo esa noche y me habló de su plan de acudir a las 12:00 de la mañana siguiente a la Place des Nations, frente a la entrada del Palacio de las Naciones Unidas de la ONU, con sus pancartas, para esperar allí la llegada del rey.
El giro de acontecimientos del que vamos a ser testigos este año va a depender en gran medida de las decisiones en materia de energía y de las relaciones con el vecino Estados Unidos. Por alto que sea el elevado umbral de tolerancia de los mexicanos, el cúmulo de frentes abiertos del Gobierno hoy puede agravar las protestas en los próximos meses y forzar cambios
Ella sabe de qué va la cosa: ahora le viene bien ser el contrapunto bueno de su marido, tirar de imagen de chica buena, invocar a Jackie Kennedy gracias a un vestido azul y a un par de guantes. A los dos les viene bien. Pero Melania ya tiene sus propias ideas, no nos equivoquemos
Pepe Viyuela, que ha interpretado en dos ocasiones a Filemón y ha estado a las órdenes de Julio Medem en Tierra, es un gran profesional y una bellísima persona. Da gusto llevarlo de paseo en el Seiscientos de Autoentrevistas, similar al que tuvo él más joven (más joven por decir algo, porque tiene un espíritu de jovenzuelo que le acompañará siempre).
Sí, la literatura ha inspirado toda clase de películas. Y el cine ha servido para que mucha gente se acerque a los libros adaptados. Muchas veces ha sido y es la celestina inmejorable para reafirmar el romance con la lectura y, sobre todo, para seducir a nuevos lectores. En días de tantos premios cinematográficos (Globos de Oro, Oscar, Bafta, Goya), voy a recordar lo mejor de esa fructífera alianza.
Entre que en este país ni dios llega puntual a una reunión y que no somos capaces de sentarnos en una mesa de trabajo sin saludarnos uno a uno, las reuniones tendrían que incluir en el orden del día entre 5 y 10 minutos bajo el punto de: saludos.