Arquitectura neogótica

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El Palacio de Westminster, sede del parlamento del Reino Unido en Londres.
Las famosas gárgolas de Notre Dame de Paris, fruto de la intervención de Viollet-le-Duc (1846), que a su vez bebe del ambiente medievalista en que se sitúa la obra literaria de Victor Hugo (Nuestra Señora de París, 1831).

Neogótico es la denominación de un movimiento artístico historicista, principalmente arquitectónico y decorativo.

Por su común rechazo al racionalismo neoclásico, es un estilo vinculado con el Romanticismo, y por sus implicaciones políticas, con el nacionalismo. Como arquitectura historicista es una reelaboración que reproducía el lenguaje arquitectónico propio del arte gótico medieval con formas más o menos genuinas. Los que lo consideran una desvirtuación del estilo gótico original, lo denominan peyorativamente «pseudogótico».

Entre los primeros ejemplos estuvieron dos mansiones escocesas construidas o remodeladas por William Adam:[1] el Inveraray Castle[2] (1746) y el Culzean Castle (1777).[3] También en Escocia, Walter Scott, autor de novelas medievalistas, construyó en estilo neogótico su mansión de Abbotsford House (1824).

Más impacto, por su cercanía a Londres, tuvieron la remodelación de Strawberry Hill[4] (1749, por iniciativa de Horace Walpole) y la reconstrucción de la abadía de Fonthill (William Bedford y James Wyatt,[5] desde 1796). En 1836 se construyeron con criterios neogóticos las Houses of Parliament (Palacio de Westminster, de Charles Barry y Augustus Pugin); y en las décadas siguientes (las de la denominada "Era Victoriana" -se habla de Victorian Gothic-) se realizaron en el estilo multitud de remodelaciones o nuevas construcciones de toda clase de edificios en el Reino Unido; entre ellas las de muchos colleges universitarios, cuyo ejemplo se extendió a las universidades estadounidenses, con tal profusión que el estilo también recibe la denominación de Collegiate Gothic.[6]

En el siglo XIX la Europa continental vivió una auténtica fiebre neogótica que, además de levantar nuevos edificios, restauró y completó edificaciones medievales, como catedrales y castillos. En Francia destacó la labor restauradora y reconstructora de Eugène Viollet-le-Duc.

El ambiente artístico de mediados del siglo XIX fue muy proclive al medievalismo, que se extendió por todas las artes, especialmente en la decoración y el mobiliario (Arts and Crafts),[7] pero también en pintura, con distintos criterios (los nazarenos en Alemania, los pre-rafaelitas en Inglaterra);[8] o en literatura (drama romántico, novela histórica, novela gótica) o en música (óperas de ambientación medieval).

Las ilustraciones de la obra de Charles Knight Pictorial Gallery of the Arts (1858) muestran en detalle la incorporación de la influencia del diseño moderno en el neogótico. Para 1872, el Gothic Revival británico estaba lo suficientemente maduro para que Charles Locke Eastlake,[9] un prestigioso profesor de diseño, escribiera A History of the Gothic Revival; aunque la obra principal sobre el movimiento se produjo medio siglo más tarde desde el ámbito de la historia del arte, a cargo de Kenneth Clark: The Gothic Revival. An Essay (1928).

El neogótico en el Reino Unido[editar]

Al final de la década de 1820, el joven Augustus Pugin trabajaba en decoraciones de estilo gótico en muebles de lujo para los fabricantes Morel y Seddon, que estaban redecorando el castillo de Windsor por encargo de Jorge VI. Pugin también trabajó para los tesoreros reales Rundell Bridge and Co. a partir de 1828, y más tarde trabajó en la decoración del palacio de Westminster. En su libro Contrasts (1836), expresó su admiración no solamente por el arte medieval, sino por todo el "espíritu medieval", afirmando que la arquitectura gótica era el producto de una sociedad más pura. En The True Principles of Pointed or Christian Architecture (1841), sugirió que los artesanos modernos que busquen emular el estilo de la fabricación medieval deberían igualmente reproducir sus métodos. Creía que la arquitectura gótica era la verdadera arquitectura cristiana, afirmando incluso que el arco apuntado había sido fruto de la fe. Las más célebres obras de Pugin fueron las cámaras del Parlamento de Westminster, que concibió en dos campañas (1836–1837 y entre 1844 y 1852) junto con el arquitecto clasicista Charles Barry. Pugin se responsabilizó de la decoración exterior y los interiores, mientras que Barry se ocupó del diseño simétrico de la construcción.

John Ruskin completó las ideas de Pugin en sus dos influyentes obras teóricas: The Seven Lamps of Architecture (1849) y The Stones of Venice (1853). Encontrando su ideal arquitectónico en Venecia (declaró que el palacio de los Dogos era "la construcción central del mundo"), Ruskin sugirió que las construcciones góticas excedían a cualesquiera otras a causa del "sacrificio" de los canteros que decoraban tortuosamente cada uno de los sillares. Defendió la utilización del estilo gótico para edificios públicos del mismo modo que Pugin lo había hecho para las iglesias, aunque sólo en teoría. Cuando sus ideas fueron puestas en práctica, Ruskin despreció el torrente de construcciones neogóticas de la época, particularmente el Museo de Historia Natural de Oxford.

El ambiente intelectual inglés estaba presidido en el ámbito religioso por una renovación del anglo-catolicismo y el ritualismo de la High Church a través del movimiento de Oxford, que proponía la construcción de un gran número de nuevas iglesias para servir a la creciente población (entre 1818 y 1824 se crearon cerca de 450 siguiendo la Church Building Act, aprobada por iniciativa de la Church Building Society -Commissioners' church-).[10] Sus partidarios estaban presentes en las universidades, donde se estaba formando el movimiento eclesiológico. Identificaron el neogótico como el único estilo adecuado para las iglesias parroquiales británicas, en concreto la reproducción del gótico inglés de la segunda mitad del siglo XIII y primera del siglo XIV (el denominado decorated style). The Ecclesiologist, publicación de la Cambridge Camden Society,[11] era fuertemente crítico con las nuevas construcciones de iglesias que no respondían a estándares puristas, que pasaron a denominarse "gótico arqueológico". No obstante, no todos los arquitectos ni todos los clientes se dejaron llevar por esta corriente dominante; especialmente los vinculados a movimientos religiosos no-conformistas o ecuménicos. Incluso adoptando la estética neogótica, procuraban conscientemente combinarla con otras, o buscaban el gótico del norte de Europa más sobrio, como el cementerio ecuménico Abney Park Cemetery, de William Hosking.[12]

El neogótico en Francia[editar]

Francia aparece bastante tarde en la escena neogótica debido a las guerras napoleónicas, que movilizaron todas las fuerzas de la nación francesa, y del gusto del emperador Napoleón I por el estilo Imperio neoclásico. La Restauración de los Borbones permitió a los jóvenes arquitectos volver a conectar con el pasado artístico del reino de la Francia medieval, en especial con el estilo gótico francés del siglo XIII. El arquitecto Jean-Baptiste-Antoine Lassus[14] fue uno de los precursores de esta renovación arquitectónica. Eugène Viollet-le-Duc trabajó con Lassus en varios proyectos —en particular en Notre Dame y la Sainte Chapelle, ambas en la isla de la Cité de París— y le deberá muchos de sus puntos de vista.

Viollet-le-Duc era un arquitecto que en su época había sido de primer nivel: su genio residía en su perspicacia para hacer observaciones minuciosas de los edificios medievales dignas de los mejores trabajos arqueólogicos[cita requerida] (sus méritos finalmente reconocidos se celebraron durante una gran retrospectiva montada en 1979, con motivo del centenario de su muerte). Restauró completamente ciertas construcciones, a menudo pasando por alto su estado original de deterioro, con intervenciones radicales, reconstruyendo con gran imaginación e incluso añadiendo partes completamente nuevas (este punto fue desde siempre atacado: se le reprocha inventar la planta de ciertas partes faltantes, y por lo tanto de distorsionarlas o "desnaturalizarlas", ajeno a los nuevos conceptos de restauración: intervención mínima y respeto a la obra original). Esa teoría la aplicó en sus restauraciones de la ciudad amurallada de Carcasona, así como en Notre Dame de París, en el castillo de Roquetaillade y la Sainte Chapelle en París, y de manera aún más característica a través del ejemplo «pedagógico» del castillo de Pierrefonds y del castillo de Pupetières.[15] Difería de su homólogo inglés Ruskin en que a menudo reemplazaba el trabajo de los canteros medievales. Su aproximación racional al gótico realmente contrasta completamente con los orígenes románticos de la renovación, y es considerada por algunos como un preludio a la honestidad estructural exigida por el modernismo.

A lo largo de su carrera, fue presa de la cuestión de si el hierro y la mampostería debían de combinarse en una construcción. Sabía del uso de tirantes y grapas de hierro en la construcción de las catedrales originales ya que había verificado su presencia, pero sabía los problemas que esto podría causar, con el tiempo, por la evolución de las estructuras. El hierro había, de hecho, sido utilizado en las construcciones góticas desde los primeros días. Fue sólo con Ruskin y la exigencia del gótico arquitectónico de la «verdad estructural», que el hierro, ya fuese visible o no, fue considerado inapropiado para un edificio gótico. Este argumento comenzó a derrumbarse a mitad del siglo XIX cuando se construyeron grandes estructuras prefabricadas, como The Crystal Palace, en vidrio y hierro, o el atrio del Museo de la Universidad de Oxford, que parecían encarnar los principios del gótico a través del hierro. Entre 1863 y 1872, Viollet-le-Duc publicó sus Entretiens sur l’architecture, un conjunto de plantas audaces y vanguardistas que combinaban el hierro y mampostería. Aunque estos proyectos nunca se realizaron, influyeron en varias generaciones de diseñadores y arquitectos, entre ellos Antoni Gaudí, o los arquitectos Destailleur,[16] a los que se debe, entre otros, el castillo de Trévarez.[17]

Grandes iglesias neogóticas en Francia y en Romandia[editar]

Entre los principales edificios de esta época destacan en particular::


Algunas obras fueron sólo parciales, especialmente para completar edificios medievales; se construyó un coro (en 1840-1891) para la cathédrale Saint-Pierre-et-Saint-Paul de Nantes, las torres (en 1846-1851) para la abadía de Saint-Ouen de Ruan, dos flechas (en 1854 -1856) para cathédrale Saint-Corentin de Quimper, una fachada (en 1866 a 1884) para la catedral Notre-Dame de Clermont-Ferrand.

Durante este período, también fueron construidas basílicas y catedrales en el extranjero por arquitectos franceses como en Luján y en Mercedes, en la Argentina, o en Canton, en China.

También se construyeron edificios civiles en estilo neogótico en Francia, como el ala este del Palacio de Justicia de Ruán , los castillos de Challain-la-Potherie, Abbadia, Pupetières, Bagnoles-de-l'Orne, Savigny-sous-Faye[18] , Kériolet, o bien el de Hardelot.

El neogótico en España[editar]

El estilo neogótico se integró en España a finales del siglo XIX; terminándose bajo sus criterios las fachadas de algunas catedrales medievales, como la la de Barcelona y la de Cuenca (Vicente Lampérez) o la remodelación de San Jerónimo el Real (donde se utilizan también elementos neomudéjares y neo-isabelinos) y levantándose otras, como la San Sebastián. Con más libertad se empleó en casas particulares como el palacio de Sobrellano (Comillas), el palacio de la marquesa de Cartago[19] (Ciudad Rodrigo) o el palacete Laredo (Alcalá de Henares, también mezclado con elementos neomudéjares).

Particularmente en Cataluña el neogótico fue fomentado por la emergente conciencia nacionalista de la burguesía local, interesada en entroncarse con el pasado medieval (Barrio Gótico de Barcelona, modernismo catalán).[20]

Otros edificios comenzaron a concebirse con planteamientos neogóticos pero se terminaron con muy distintos supuestos, bajo la influencia del naciente modernismo español: así ocurrió con el primer modelo para la Sagrada Familia de Barcelona, de Francisco del Villar, que Gaudí transformó radicalmente (el mismo Gaudí, en el palacio episcopal de Astorga, partiendo del neogótico, introdujo elementos que pueden denominarse "modernistas"); o con parte del planteamiento inicial de la catedral de la Almudena de Madrid, que tras sus sucesivas fases de construcción se convirtió en arquitectura ecléctica para encajar con el entorno madrileño más neoclásico.

El neogótico en Europa central y oriental[editar]

Fue sobre todo en la Europa central y oriental, dividida en múltiples estados y sometida a las tensiones que terminarían por producir la unificación alemana y la expansión del Imperio austrohúngaro en los Balcanes, donde el neogótico se convirtió en la expresión de un arte "nacional". En Alemania, los más célebres arquitectos neogóticos fueron Karl Friedrich Schinkel y Ernst Friedrich Zwirner.[21] Las obras más significativas fueron las casas consistoriales (Rathaus), además del impulso para la conclusión de numerosos edificios religiosos que llevaban siglos sin concluir, como la catedral de Colonia. En el sur, Baviera, destaca la construcción impulsada por Luis II. En el Imperio austrohúngaro se construyeron ex novo edificios neogóticos como la Votivkirche de Viena. El Parlamento de Budapest fue un grandioso proyecto constructivo del gobierno húngaro desde 1867. En algunas construcciones del Imperio ruso también se acogió el estilo.

Otras zonas[editar]

Colonias británicas

Notas[editar]

  1. Gifford, John. William Adam, 1689–1748 A Life and Times of Scotland's Universal Architect. Edinburgh: Mainstream, 1989. ISBN 1-85158-295-9.
  2. Matthew Dennison (July 14, 2011). "Inveraray Castle: home to the Duke of Argyll". The Daily Telegraph. Fuente citada en en:Inveraray Castle
  3. I. D. Whyte and K. A. Whyte, "The Changing Scottish Landscape, 1500–1800" (London: Taylor & Francis, 1991), ISBN 0-415-02992-9, p. 100.
  4. Calloway, Stephen, Snodin, Michael, and Wainwright, Clive, Horace Walpole and Strawberry Hill, Orleans House Gallery, Richmond upon Thames, 1980. Fuente citada en en:Strawberry Hill House
  5. A Biographical Dictionary of English Architects, 1660-1840 by H. M. Colvin, Harvard 1954, pp. 722. Fuente citada en en:James Wyatt
  6. "Collegiate Gothic". Bryn Mawr Library. Fuente citada en en:Collegiate Gothic in North America
  7. The works of the Pre-Raphaelites met with critical opposition to their pietism, archaizing compositions, intensely sharp focus—which, with an absence of shadows, flattened the depicted forms—and the stark coloration they achieved by painting on a wet white ground. They had, however, several important champions. Foremost among them was the writer John Ruskin (1819–1900), an ardent supporter of painting from nature and a leading exponent of the Gothic Revival in England. The Pre–Raphaelites en metmuseum.org
  8. UK National Archives. Fuente citada en en:Charles Locke Eastlake
  9. Port, M. H. (2006), 600 New Churches: the Church Building Commission 1818-1856. Fuente citada en en:Commissioners' church
  10. White, James F., The Cambridge Movement. Fuente citada en en:Cambridge Camden Society
  11. The Builder 16 November 1861, p. 784 [obituario, por William Tite]. Fuente citada en en:William Hosking
  12. Web oficial. Fuente citada en en:All Saints, Margaret Street
  13. Jean-Michel Leniaud, Jean-Baptiste Lassus, 1807-1857 : ou le temps retrouvé des cathédrales, Genève, Droz, 1980. Fuente citada en fr:Jean-Baptiste-Antoine Lassus
  14. Base Mérimée, ministère français de la Culture. Fuente citada en fr:château de Roquetaillade
  15. Adolphe Lance, Dictionnaire des architectes français, Paris, Morel, 1872. Fuente citada en fr:Famille Destailleur
  16. Base Mérimée, ministère français de la Culture. Fuente citada en fr:Château de Trévarez
  17. chateausavigny.com
  18. Ficha en Artehistoria
  19. Herbermann, Charles, ed. (1913). "Ernst Friedrich Zwirner". Catholic Encyclopedia. Robert Appleton Company. Fuente citada en en:Ernst Friedrich Zwirner
  20. What Style Is It?, Poppeliers, et al., National Trust for Historic Preservation. Fuente citada en en:Carpenter Gothic
  21. Martín M. Checa-Artasu, La Iglesia y la expansión del neogótico en Latinoamérica: una aproximación desde la geografía de la religión en Navegamérica, 2013
  22. «Iglesia Matriz». Tour Perú. Consultado el 2 de septiembre de 2012. 

Enlaces externos[editar]