El libro de Albert Camus es una advertencia a las generaciones futuras y el final de la obra es revelador: "El bacilo de la peste ni muere ni desaparece y llegará un día en que despertará sus ratas y las enviará a morir a una ciudad feliz". Somos responsables de mantener la llama de la conciencia y del rechazo a la indiferencia. Estamos reconstruyendo poco a poco los pensamientos y los reflejos que llevaron a la destrucción de la humanidad.
Al parecer, los servicios de información y de espionaje rusos están vertiendo información falsa para desestabilizar zonas geográficas concretas y así extender su influencia. ¿Quizá estemos viviendo una guerra encubierta entre Rusia y el resto de países? ¿Putin ha ayudado a Trump a llegar a la presidencia de los Estados Unidos?
¿A qué hemos llegado para que en pleno siglo XXI a muchos les moleste cualquier expresión del amor, tenga el sexo que tenga, tenga la edad que tenga o sea del color que sea? ¿A dónde hemos llegado para que un hombre se imponga a una mujer, un adulto a un niño, un rico a un pobre, un blanco a un negro, si somos todos de la única raza que existe, que es la humana.
No se trataba de una protesta en contra de Trump en exclusiva, sino una súplica por vivir en un país en el que el sentido común impere sobre el odio, el desconocimiento y la desigualdad.
A pocos días de que Donald Trump se convierta en presidente de los EEUU, una de las incógnitas más difíciles de despejar, es el destino que dará Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP). Nunca ha ocultado nunca su aversión por los acuerdos comerciales transcontinentales y a este ya lo calificó como "una auténtica locura".
Según una encuesta reciente, el índice de aprobación de Obama es de un 55%, mientras que el de Trump es de un 37%. Los votantes opinan que Trump es convincente e inteligente, pero también que es deshonesto, que no piensa en los ciudadanos, que su carácter es cuestionable y que debería dejar de tuitear, por cierto. Pero estas opiniones no perturban a Trump (ni a sus círculos más íntimos). El magnate sigue la "teoría del gran hombre"; muy del siglo XX, muy Churchill, Roosevelt y Stalin. Se basa en la teoría del superhéroe, según la cual las figuras viriles (virales) no solo desafían a la historia, sino también a la gravedad.
Sin poner en duda la necesidad de proteger a las personas de la violencia gratuita -tiroteos, ataques suicidas, atropellos deliberados- que ha matado o herido a cientos de personas en países de la UE durante 2015 y 2016, Amnistía subraya que esa tarea no debe ni puede lograrse "pisoteando los mismos derechos que los gobiernos pretender defender".
Los valores 'genuinamente americanos' cuya defensa reclama hoy Donald Trump, esas invocadas tradiciones ancestrales de los descendientes de los rostros pálidos de América del Norte, brotan en realidad de la más silenciada y salvaje limpieza étnica que se ha perpetrado en la Historia: la que emprendieron a finales del siglo XVI los corsarios ingleses, franceses y holandeses, amparados por sus monarquías, sobre las más de 200 naciones amerindias que habitaban lo que hoy es Norteamérica.
Incluso desde un punto de vista puramente capitalista, la imprevisibilidad de un ego como el del nuevo presidente hará que todo el sistema tiemble. Si algo no les gusta a los poderosos inversores, aquellos que se divierten jugando a la ruleta en Las Vegas e invirtiendo aquí y allá con su famoso "espíritu de riesgo" son, paradójicamente, las incertidumbres. Bastante tienen con sus propias borracheras.
El liderazgo radica en la capacidad de inspirar confianza. Pero confianza no es sólo que la gente nos "crea". A Trump, de hecho, muchas personas le creen, pero su forma de hablar indica que no ha alcanzado el nivel más alto en la capacidad de inspirar confianza: benevolencia.
Obama fue el primer candidato a la presidencia de los EE.UU que utilizó con éxito las redes sociales durante la campaña electoral en 2008. Trump se va a convertir en el primer dirigente capaz de explicar en un tuit una nueva ley estatal o de realizar anuncios gubernamentales adelantándose a notas de prensa o a filtraciones en los medios.
Victor Renobell
Profesor Facultad de Ciencias Jurídicas, Sociales y Humanidades de UNIR
El buenismo es el peor remedio que se puede aplicar a lo que ya está diagnosticado como enfermedad: el triunfo del populismo, que es el envoltorio de celofán de la mentira y el cinismo. La única manera de que el pueblo inglés sea consciente de las consecuencias de la decisión que ha tomado libremente con el Brexit, y de que otros pueblos tomen debida nota, consiste en que las consecuencias sean las que estrictamente correspondan.
Esta Legislatura europea 2014-2019 es, en mi perspectiva como socialista europeo, la última oportunidad de cuantos nos consideramos europeístas de convicción, federalistas europeos. La última oportunidad de conectar al límite de nuestra capacidad con los ciudadanos europeos y ofrecerles rendimientos a fines de legislatura que puedan estimarse a la altura de la gravedad de los hechos, de nuestros propios discursos, y de sus expectativas. Si no reaccionamos y actuamos ante la seriedad de la alarma, las elecciones europeas de 2019 jalonarán el declive de la aventura iniciada en pos de la integración supranacional hace 60 años con el Tratado de Roma de 25 de marzo de 1957.