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El colegio electoral fue diseñado para evitar a Trump. Tú puedes hacer que esto pase

14/11/2016 4:23 PM CST | Actualizado 14/11/2016 4:23 PM CST
leungchopan
Alexander Hamilton, uno de los Padres fundador

Todavía se puede detener a Trump. Los Padres fundadores previeron esta catástrofe y prepararon en la Constitución una salida segura. Se llama colegio electoral y Alexander Hamilton fue explícito: este mecanismo se designó para asegurar que "el trabajo de presidente nunca caiga en las manos de hombre alguno que no esté eminentemente dotado con los atributos requeridos". Dicho de otra forma, se diseñó para evitar esta situación: el designio de un demagogo sin credenciales como Donald Trump.

Y tú puedes hacer que este objetivo original se cumpla.

Es poco lo que se necesita: convencer a un pequeño grupo de electores republicanos de que hagan un voto de conciencia. No hay duda de que muchos están aterrados con el prospecto de Trump en la presidencia; seguramente algunos son lo suficientemente valientes como para votar por otra persona. (La mayoría, sino es que todos, votarían, por supuesto, por otro republicano. Es poco probable que alguno votara por Hillary Clinton). Dependiendo del resultado de la cuenta final, entre un mínimo de 10 y un máximo de 37 electores tendrían que cambiar su voto para que la cuenta de Trump fuera menor a 270.

Si ningún partido llega a 270 votos, la decisión pasa entonces a la Cámara de Representantes, y una votación en esta cámara determina al ganador. La Cámara puede escoger entre los tres candidatos que tengan más votos en el colegio electoral. Por lo tanto, los electores que disientan y los votantes a los que representan, pueden estar tranquilos de que terminarán con un presidente republicano.

Aunque 24 estados buscan formas para evitar que los electores disientan mediante una gran variedad de métodos, que incluyen juramentos y la amenaza de multas y sanciones por actos criminales, la mayoría de los estudiosos constitucionales creen que una vez nombrados los once electores, estos quedan como agentes libres, que cuentan con la capacidad de votar por cualquier candidato que cumpla con los requisitos para la presidencia y la vicepresidencia.

Los llamados "electores no comprometidos" son cada vez más raros, como debe ser, pero esta circunstancia es única, y requiere medidas de emergencia. Ignoremos el epíteto: estos electores no serían infieles, este acto sería uno de fidelidad a la carta y de compromiso con la Constitución. Sería considerado un acto de patriotismo.

Lo que es crucial ahora es que los votos del colegio electoral se emitan en el anonimato. Un elector no tiene que revelar que él o ella decidieron apoyar a otro candidato. Esto los protege de cualquier represalia.

¿Por qué los demócratas deben luchar por esto? Porque cualquier otra opción concebible por parte del colegio electoral y de la Cámara de Representantes, por extrema que fuera, sería preferible a Trump.

Esto no iría en contra de la Constitución. Todo lo contrario, como digo: sería la aplicación correcta de la constitución para prevenir el abuso de la elección general. Los Padres fundadores lo hubieran aprobado. Es más, dadas las circunstancias, estarían decepcionados si esto no fuera así. Ellos eligieron fundar una república que no era una democracia directa, y esta es la razón: una simple elección de la mayoría no garantiza que no se elija a un tirano. (Irónicamente esta elección fue una excepción: Hillary Clinton ganó el voto popular, y una elección directa hubiera salvado al mundo de la terrible promesa de la presidencia de Trump).

Si honras a los Padres fundadores y a la constitución, entonces insistirás en el uso de las medidas de emergencia intrínsecas a la definición misma de república.

¿Cómo lograr esto? El proceso es simple: escribe a los electores republicanos de los estados rojos y suplícales que emitan un voto de conciencia. La lista completa de electores importantes se encuentra aquí, así como la información para contactarlos: Flip the 37.

Estoy pidiendo a todos que hagan esto: no solo a los demócratas, también a los republicanos responsables. La historia moderna ha sido testigo de pocos eventos más admirables que los esfuerzos bipartidistas para erradicar la demagogia racista: el más reciente en Francia, en donde la gente decente de derecha e izquierda, a pesar del desprecio mutuo, se unieron para evitar la elección de Marine LePen.

Así es que opten por la decencia. No solo es un deber cívico, es también un deber moral. Resulta un imperativo categórico.

Una vez escritas las cartas, el siguiente paso es hacer mucho ruido para conseguir esta solución. La nación tiene que ver mítines, marchas, blogs, editoriales. Estos electores tienen que saber que tú estás de su lado, que tú los apoyarás en este acto de valentía incuestionable. Un acto de heroísmo. Aunque los votos sean anónimos, los electores pueden resultar amenazados y calumniados como grupo. Pero los patriotas han aguantado cosas peores.

Los seguidores de Trump gritarán, es posible que haya violencia, e incluso levantamientos. Pero estas personas no escribieron la constitución; no la reescribieron, y tienen que ceñirse a esta. No será una guerra civil. Los verdaderos seguidores de Trump son la minoría de una minoría; tienen en contra a los verdaderos republicanos, a los libertarios, demócratas y a los del partido verde. Y perderán.

Usa la constitución. La alternativa no es opción.

Este texto fue publicado originalmente en The Huffington Post.

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*Este texto representa la opinión del autor y no necesariamente la de The Huffington Post México.