- published: 26 Apr 2014
- views: 15078
Cheyenne (/ʃaɪˈæn/ shy-AN or /ʃaɪˈɛn/) (Arapaho: Hítesííno'óowú' ) is the capital and most populous city of the US state of Wyoming and the county seat of Laramie County. It is the principal city of the Cheyenne, Wyoming, Metropolitan Statistical Area which encompasses all of Laramie County. The population was 59,466 at the 2010 census. Cheyenne is the northern terminus of the extensive and fast-growing Front Range Urban Corridor that stretches from Cheyenne to Pueblo, Colorado, and has a population of 4,333,742 according to the 2010 United States Census. Cheyenne is situated on Crow Creek and Dry Creek. The Cheyenne, Wyoming Metropolitan Area had a 2010 population of 91,738, making it the 354th most populous metropolitan area in the United States.
On July 5, 1867, General Grenville M. Dodge and his survey crew platted the site now known as Cheyenne in Dakota Territory (later Wyoming Territory). This site was chosen as the point at which the Union Pacific Railroad crossed Crow Creek, a tributary of the South Platte River. The city was not named by Dodge, as his memoirs state, but rather by friends who accompanied him to the area Dodge called "Crow Creek Crossing". It was named for the American Indian Cheyenne nation, one of the most famous and prominent Great Plains tribes closely allied with the Arapaho.
Porque yo se que la almas se juntan
y que los cuerpos en vida se cruzan
porque la vida es así misteriosa
quiero que sepas q no pienso en otra cosa
y en tu boquita, tu risa y tu pelo
y tu besitos que rezan en mi credo
que tu, mujer, me has estado llevando
en un colsapso que pinta en un infarto.
Y yo sin libertad,
cargando las cadenas de la soledad
y tu sin mas ni más
que nunca llamarás.
Flaco hasta los huesos, vivo en agonía,
esto no se cura con penicilina,
me he bañado todo en agua bendita
y le he puesto velas a Santa Sofía.
Soy un disidente de la psiquiatría,
un invertebrado sin anatomía,
una media cosa una cosa fría,
que si tú no vuelves se le va la vida.
Porque mis rezos no llegan al cielo
y mis promesas son palo de un ciego,
porque no soy matador ni torero,
quiero que sepas nena mía
que no puedo con esa pena
que es como una espada,
que me ha dejado cortado en dos tajadas
y que los días me importan un bledo
y lo que viene sin ti yo no lo quiero.
Y yo sin libertad,
cargando las cadenas de la soledad
y tú sin más ni más
que nunca llamarás.
Flaco hasta los huesos vivo en agonía...
Santa Sofía, Santa Sofía
ah ah
Flaco hasta los huesos vivo en agonía...
la la... Santa Sofía
la la... Santa Sofía
Flaco hasta los huesos vivo en agonía...