Los resultados que ofrece los Servicios Públicos de Empleo en este mes de Junio sobre la evolución del mercado de trabajo -en lo referente exclusivamente al empleo generado, al mayor o menor crecimiento del desempleo, a la tasa de cobertura de las personas paradas, a la afiliación a la Seguridad Social- no ofrecen (y mucho menos apuntan) novedad alguna acerca de un mercado de trabajo cada vez más precarizado que, de no mediar la acción social de las clases asalariadas, se convertirá de manera estructural en un mercado de trabajo empobrecido, precarizado y sin los derechos básicos del estado asistencial que hasta ahora habíamos tenido.