El Desastre de Annual - La Guerra del RIF
Video realizado a petición de un suscriptor sobre el mayor desastre militar para las armas españolas del siglo XX. Hecho histórico que conmocionó a
España y supuso la llegada de
Primo de Rivera al poder y finalmente la caída de la monarquía.
Poema de
Marcos Rafael Blanco Belmonte dedicado al regimiento de caballeria de reemplazo
Alcantara:
En el momento trágico de la jornada roja,
en la feroz congoja
de la traición horrible,
brotó la flor altiva que nunca se deshoja.
la flor de lo imposible.
¡Lanzaron los clarines magníficos clamores!
¡Llegó el momento trágico!
Los sables refulgieron con rayos cegadores.
Jinetes y caballos se irguieron voladores
ante el conjuro mágico.
¡Y allá fue la epopeya!, jinete sin adarga
para la empresa loca.
Alcántara es un grito que el corazón embarga.
Alcántara es delirio que va de roca en roca,
lanzándose: ¡
A la carga!
Hermanos y rebeldes son carne destrozada
por ansia de conquista.
¡
Adelante, mientras hiera la espada!.
¡Mientras el clarín vibre!.
¡Mientras la
Patria exista!
Se estrellan los caballos en la muralla viva
de la morisca fiera.
Vibra el clarín agudo.
Nadie el mandato esquiva.
Embisten conteniendo la tropa fugitiva
...
¡Baldón al que se rinda! ¡
Laurel para el que muera!
Hermanos y rebeldes son carne destrozada
por ansia de conquista.
El
Escuadrón avanza. La tromba ensangrentada
prosigue batallando con fiebre redoblada...
¡mientras el clarín vibre!, ¡mientras la Patria exista.
Se doblan los caballos y ruedan jadeantes...
¡Alcántara no cede!
Los sables se mellaron, son dientes de gigantes...
Repiten los clarines sus notas arrogante...
¡Hay que seguir la lucha mientras un hombre quede!
¡Al paso!, ... los corceles no pueden ya ni al trote.
¡Al paso!, ... la jornada su horror sublime alarga.
¡Al paso!, ... como nietos del loco
Don Quijote.
¡Así van los de Alcántara! Su gloria eterna flote.
¡Al paso!, ¡lo imposible!, ... tal fue la última carga.
Busquemos las lecciones grabadas en la
Historia
con lauro inmarcesible,
y arriba, muy arriba, cual gigantesca gloria,
escúlpase, de Alcántara, la trágica victoria,
diciendo: ¡con su arrojo, lograron lo imposible!