Historia de la Virgen de la Almudena, patrona de Madrid
Cuando en el año
712 los norte-africanos
Muza y
Tarik al mando de las tropas árabes derrotaron al rey godo
Don Rodrigo en la Batalla de
Guadalete, la actual
Madrid era apenas un insignificante villorrio.
Tras la conquista de
Toledo y la rápida expansión musulmana por casi toda
España, los árabes instalaron un alcázar ('alqáṣr') o fortaleza defensiva para controlar el paso a esa gran ciudad, donde en la actualidad se asienta el
Palacio de Oriente, y alrededor del cual crecería la pequeña villa. Hasta aquí la
Historia.
Cuenta la leyenda que, ante la inminente llegada de los invasores, un herrero, vecino de aquel Magerit medieval, escondió la imagen de la Virgen
María -que habría sido traída por un discípulo del
Apóstol Santiago en el año 38 de nuestra Era- para que no cayera en manos de aquellos feroces infieles.
Transcurren tres siglos hasta la reconquista de Madrid por las tropas castellano-leonesas del rey
Alfonso VI el
Bravo el año 1085. En ese tiempo los cristianos madrileños sabían de la existencia de la imagen de la Virgen María por sus antepasados, pero se ignoraba el lugar exacto donde permanecía oculta.
El 9 noviembre de 1085, después de nueve días de constantes plegarias se organizo una solemne procesión, después de la misa celebrada en el templo de
Santa María, que recorrió todos los lugares donde se creyó que pudiera esconderse la imagen de la Señora.
Cuentan las crónicas que presidian esta procesión, además de Alfonso VI de
León y
Castilla, el rey
Sancho Ramírez I de
Aragón y V de
Pamplona, el infante don
Fernando y
Rodrigo Díaz de Vivar, el
Cid Campeador, al que también se la atribuye una leyenda diferente con esa imagen.
Al llegar la comitiva a la actual Cuesta de la
Vega y al pasar por delante de un trozo de la muralla árabe que por allí se levantaba, un cubo de la muralla se resquebrajó dejando al descubierto la imagen buscada y, según la leyenda, dos cirios que la habían alumbrado durante los 373 años que había permanecido escondida.
La imagen de la Virgen fue trasladada hasta la parroquia de Santa María, que fue demolida en 1868 para ampliar la calle
Bailén. Desde entonces se llamó Virgen de la Almudena, por haber estado oculta en un almudín (al-mudy) o depósito del trigo.
Cuando en 1707 se derribó el llamado cubo de la Virgen, se acordó colocar una imagen de piedra en su lugar, de recuerdo.
Todavía hoy,
a cualquier hora del día y de la noche, se venera cariñosamente por los madrileños esta imagen en piedra de
Nuestra Señora de la Almudena situada en los muros de la
Catedral de la Almudena.
La imagen actual de la Virgen de la Almudena, que data de
1941, fue coronada solemnemente el 10 de
Noviembre de 1948 y declarada patrona de la diócesis de Madrid por el papa
Pablo VI el 1 de julio de
1977.
El 2 de febrero de 1954 la imagen de la Virgen de la Almudena fue trasladada desde la iglesia del
Sacramento, a un altar de la
Catedral de Madrid-Alcalá, que por ese entonces era el Templo de
San Isidro.
Allí permaneció hasta junio de
1993, en que en una solemne procesión fue trasladada a la nueva
Catedral de Santa María la
Real de la Almudena, donde desde entonces permanece en un magnifico altar gótico, en el lado derecho del
Altar Mayor. Al día siguiente Su Santidad
Juan Pablo II consagro la nueva
Catedral Metropolitana de Madrid, siendo la única catedral española consagrada por un pontífice.