En la noche del 23 de Mayo, la policía en Varsovia detuvo a tres anarquistas con la supuesta acusación de intentar incendiar un vehículo de la policía. Lxs tres fueron transferidxs a prisión preventiva, donde permanecerán durante los próximos 3 meses, en espera de juicio. Se enfrentan a hasta 8 años de prisión. Los media han estado hablando mucho del caso en los últimos días, con altos políticos y tertulios “expertos” en terrorismo hablando en TV. Las fotos y vídeos de las personas detenidas caminando con cadenas en las manos y en los pies, se retransmiten hasta en el transporte publico. El texto aquí debajo es la traducción del comunicado enviado por algunos grupos anarquistas y por el movimiento por la justicia social más en general en Polonia, en respuesta a estas detenciones.
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Los mass media en Polonia están publicando siempre más noticias absurdas y reportajes unilaterales sobre la detención de lxs tres anarquistas producidas el lunes 23 de Mayo. Interpretamos esto como un intento de intimidar y criminalizar los movimientos por la justicia social en Polonia.
Mientras escribimos, la autoridades Poloneses están empujando la así llamada “Ley contra el terrorismo”, que será validada el día 1 de Junio. No es una coincidencia que mientras nos acercamos a esta fecha, los media y los políticos están desesperadamente intentando construir una realidad donde esta nueva ley es absolutamente necesaria.
Sin embargo, los análisis paso-a-paso de la operación policial que neutralizó el supuesto ataque incendiario contra un vehículo de la policía en la noche del 23 de Mayo, están completamente en contraste con el silencio de dichos media sobre mas recientes eventos que contrastan con la imagen del “policía-héroe”.
Hace unos pocos días, la policía en Wroclaw asesinó a Igor S., un hombre desarmado. Igor fue golpeado hasta morir mientras estaba detenido en una comisaria. En ese caso fue difícil encontrar trazas de legitima indignación por parte de políticos, media, policías o expertos de terrorismo.
Los periodistas prefieren apuntar su mirada critica a otro lado cuando se trata de brutalidad policial.
Pero los muertos a manos de la policía son solo la punta del iceberg: extorsiones, apaleamientos y la protección afuera de la ley de los intereses del poder, son el pan de cada día en Polonia. Cada año, de los 16.000 quejas contra la policía, solo el 5% esta tomado en cuenta, mientras el resto es simplemente ignorado. Gracias a omisiones y parcialidades por parte de los media, la policía no tiene miedo a repercusiones. Es cierto decir que la gente es oficialmente desalentada a presentar denuncias, porqué no tienen ningún efecto. La verdad es que solo las grandes protestas y perturbaciones sociales tienen el poder de prevenir que la violencia policial sea barrida silenciosamente debajo de la alfombra.