LA CAROLINA se encuentra situada a los pies de
Sierra Morena y del paso de Despeñaperros, puerto natural de montaña que une
Castilla con
Andalucía. Su paisaje está mayoritariamente formado por extensos olivares, pero también abundan las dehesas y zonas de media montaña pobladas de encinas y pinos, en las que es fácil encontrar chimeneas de minas abandonadas, muestra inequívoca de su pasado relacionado con esta actividad.
Fue fundada en 1.767 por el Rey
Carlos III, como capital de las nuevas poblaciones de Sierra Morena. Su urbanismo, buena muestra de la Ilustración, se ha venido denominando "tablero de ajedrez", con calles amplias, hermosas plazas y espléndidos paseos.
Responde esquemáticamente a un rectángulo cruzado por dos ejes perpendiculares. Urbanísticamente es una ciudad muy cómoda y a la medida del ciudadano. A mediados del siglo
XIX, el panorama no cambia, aunque empieza a vislumbrarse un cierto impulso debido a la minería.
La Carolina, localidad que acabó por asumir la capitalidad de las Nuevas Poblaciones, nació en torno a un convento de carmelitas llamado "La Peñuela", del que tomó su nombre la población hasta que fue cambiado en honor de Carlos III. El convento fundado en 1573 y refundado en el s.
XVII, que contó con visitas y estancias de
San Juan de la Cruz, fue adquirido por
Pablo de Olavide para establecer la sede de su Intendencia. El proyecto de Nuevas Poblaciones en Sierra Morena, al amparo del que se gestó y tomó carta de naturaleza la actual ciudad de La Carolina, ha sido uno de los proyectos reformadores de mayor envergadura en la historia de
España. Fue una empresa urbanizadora que contempló la creación de cuarenta y cuatro pueblos y once ciudades en lugares yermos de los llanos de la Parrilla y Sierra Morena para limpiarlos de bandoleros, explotar mejor la tierra y generar riqueza.
SANTA ELENA se localiza en el sector más septentrional de la comarca Norte, junto al límite provincial con
Ciudad Real. Se trata de uno de los pocos municipios de la provincia con escasa vocación agrícola, ya que la superficie cultivada supone solo el 1% del total. Por tanto, su economía está basada mayoritariamente en los aprovechamientos del monte, entre los que predominan el forestal, cinegético, recolección de setas y el ganadero, principalmente bovino. La parte norte del término municipal de
Santa Elena está ocupada por el
Parque Natural de Despeñaperros, de gran interés paisajístico, botánico y de fauna. El parque incluye el paraje de
Los Órganos, declarado
Monumento Natural de Andalucía, cercano al
Santuario Ibérico del
Collado de
Los Jardines.
El acontecimiento más destacado es la batalla de las
Navas de Tolosa, en la que el califa Al-Nasir con su inmenso ejército almohade estableció su campamento en Santa Elena. La gran batalla tuvo lugar el 17 de julio de
1212, con la victoria del ejército de
Alfonso VIII sobre los almohades. En Santa Elena se levantó una iglesia para custodiar la
Cruz a la que se atribuyó el milagro de la victoria de las tropas cristianas, y que fue del arzobispo de
Toledo don
Rodrigo Jiménez de Rada. La victoria de las tropas cristianas se conoce con el nombre de Triunfo de la
Santa Cruz, y ningún nombre mejor para bautizar esta iglesia que el de Santa Elena, madre del emperador Constantino, y que tan vinculada estuvo al símbolo cristiano. La nueva población tomó el nombre de la iglesia, aunque debido al estado de ruina de la misma, en 1793, reinando
Carlos IV, la mandó demoler y edificar sobre ella otra nueva de tipo colonial.
ALDEAQUEMADA, "
La Perla de Sierra Morena", es un municipio situado al norte de la provincia de Jaén, rodeado por un paisaje que te resucita el alma, te infunde alegría y multiplica tus ganas de vivir.
Aldeaquemada tiene algo especial que cautiva a todo aquel que lo visita.
La primera ocupación puede atribuirse a una temprana época de la prehistoria, por el hallazgo de algunos útiles en cuarcitas halladas en terrazas del Guarrizas y por las abundantes muestras de arte rupestre halladas en todo el término
. A este respecto se ha indicado la aparición de cerámica realizada a mano, perteneciente a la Edad del Cobre/Bronce, aunque no se ha identificado ningún poblado debido a la fragosidad del terreno y la abundante vegetación. Aunque nos atrevemos a señalar la presencia de uno de estos poblados en la llamada
Plaza de Armas, por los restos constructivos de gran envergadura que aparecen y que se pueden adscribir a la Edad del Bronce.
La impronta de la época romana la valoramos por las vías de comunicación existentes, las calzadas, que en este caso unirían las explotaciones y fundiciones de mineral con las ciudades.
Estas calzadas son apreciables en ciertas partes del término municipal.
- published: 24 Apr 2015
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