- published: 03 Sep 2014
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Araucaria is a genus of evergreen coniferous trees in the family Araucariaceae. There are 19 extant species in the genus, with a highly disjunct distribution in New Caledonia (where 13 species are endemic), Norfolk Island, eastern Australia, New Guinea, Argentina, Chile, and southern Brazil.
Araucaria are mainly large trees with a massive erect stem, reaching a height of 30–80 metres (98–260 ft). The horizontal, spreading branches grow in whorls and are covered with leathery or needle-like leaves. In some species, the leaves are narrow awl-shaped and lanceolate, barely overlapping each other, in others they are broad and flat, and overlap broadly.
The trees are mostly dioecious, with male and female cones found on separate trees, though occasional individuals are monoecious or change sex with time. The female cones, usually high on the top of the tree, are globose, and vary in size between species from 7 to 25 centimetres (2.8 to 9.8 in) diameter. They contain 80–200 large, edible seeds, similar to pine nuts though larger. The male cones are smaller, 4–10 cm (1.6–3.9 in) long, and narrow to broad cylindrical, 1.5–5.0 cm (0.6–2.0 in) broad.
Sé que hay caminos que nunca podré recorrer,
sé que algún día tendré que dejar de soñar,
que puedo resucitar la estrella que me haga brillar.
Mis llantos riegan mi fé por lograr ser algun día
el que guíe hacia allí a los demas,
hacer camino haciendo cumplir mi voluntad...
hacer verdad mi sueño.
Fé para desterrar mi desilusión,
lejos de mis sueños.
Hay mil mentiras que pueden hacerme caer...
sólo un camino que lleve a la felicidad...
mis miedos a fracasar han muerto hace tiempo.
Es el momento de hacerles pensar
que voy siguiendo la senda hacia mi libertad,
que en mi camino no hay razón para dar marcha atrás...
soy yo mi único dueño.
Otra vez mirando atrás, puedo ver y recordar
que hasta hoy nada salió demasiado bien...
y la luz que ha de guiar mi ilusión, nunca dejaré escapar.
Me han enseñado a creer,
que la verdad es un sueño que puedes lograr,
que la ilusión nunca debe morir sin primero luchar.