Exposición: Juan Bautista Maíno (1581-1649) (20 octubre 2009 - 17 enero 2010)
Recorrido por la exposición
Juan Bautista Maíno (1581-1649) con comentarios de la comisaria
Leticia Ruiz, Conservadora de Pintura Española.
Juan Bautista Maíno (Pastrana, 1581-Madrid, 1649) es uno de los maestros más desconocidos de la pintura española. Aunque
Lope de Vega,
Francisco Pacheco,
Jusepe Martínez o
Antonio Palomino mostraron gran admiración tanto por su persona como por su pintura, hasta la fecha no se han desarrollado importantes estudios sobre la figura de Maíno. Por otro lado, el hecho de que tras su ingreso en la orden dominica en 1613 relegara a un segundo plano su trabajo artístico ha propiciado que su producción quede reducida a unas cuarenta obras.
A pesar de fue profesor de dibujo del futuro
Felipe IV, de quien siempre encontró reconocimiento y respeto a propósito de sus juicios artísticos, la concreción biográfica de Maíno ha permanecido tan difusa que ni siquiera su nacimiento en
España pudo concretarse hasta
1958.
En la actualidad, se sabe que el pintor nació la villa alcarreña de
Pastrana en 1581, hijo del matrimonio formado por un comerciante de origen milanés llamado como el pintor, y la lisboeta
Ana de Figueredo. Pasó su adolescencia en
Madrid y, en una fecha imprecisa pero que suponemos hacia finales del siglo
XVI, pasó a
Italia, donde tendría una decisiva formación pictórica vinculada a las dos grandes corrientes generadas en la
Roma de hacia 1600: el revolucionario naturalismo de
Caravaggio y la revisión del clasicismo italiano de
Annibale Carracci y la escuela boloñesa.
Maíno vivió en primera persona toda esa confluencia de aportes y estilos, y así lo manifiesta su pintura, caracterizada por un dibujo vigoroso y descriptivo, la monumentalidad escultórica de sus figuras, trazadas con una iluminación contrastada e intensa y un colorido vivo y saturado, con profusión de amarillos, ocres, azules cobaltos y bermellones. Trabajó en diversos soportes y dimensiones, destacando como retratista pero también como paisajista, un género del que nos ha dejado unos pocos ejemplos donde confluyen la poética clasicista y una minuciosa descripción botánica muy cercana a los paisajistas flamencos.
____
Among the great figures of
Spanish painting, Juan Bautista Maíno (Pastrana, 1581-Madrid, 1649) is also one of the least well known. Although Lope de Vega, Francisco Pacheco, Jusepe Martínez and Antonio Palomino expressed great admiration for Maíno as both a man and a painter he has not until now been the subject of a major study. In addition, the fact that he entered the
Dominican Order in 1613 relegated his artistic activities to a secondary plane, as a result of which his known oeuvre only comprises around 40 works.
Despite being drawing master to the future
Philip IV, who always respected and paid attention to Maíno’s artistic judgements, concrete biographical details have been so scarce that the precise place and date of his birth in
Spain were not known until 1958.
It is now known that the artist was born in the town of Pastrana in the area of Spain known as the
Alcarria. Maíno was the son of a
Milanese silk merchant of the same name and of Ana de Figueredo from
Lisbon. He spent his teenage years in Madrid and went to
Italy at a date that is still not known but must have been around the end of the
16th century. There he received his artistic training within the context of the two major trends that prevailed in
Rome around 1600: Caravaggio’s revolutionary naturalism and the revision of
Italian classicism undertaken by Annibale Carracci and the
Bolognese school.
Maíno experienced and assimilated this new combination of manners and styles at first hand, as is evident in his painting, which is characterised by a vigorous, descriptive line and monumental, sculptural figures that are defined through intense, contrasting light and bright, saturated colours with a wide range of yellows, ochres, cobalt blues and vermilions. Maíno painted on a range of supports and in different dimensions and was particularly notable as a portraitist as well as a landscape painter, a genre in which he left a number of compositions that combine a classicising aesthetic with a minutely detailed, almost botanical focus close to the style of the Flemish landscape painters.