Al menos siete personas han muerto y 261 han resultado heridas en los disturbios ocurridos anoche durante las protestas de partidarios del depuesto presidente Mohamed Morsi, según el Ministerio de Sanidad, que ha revisado al alza la cifra de dos víctimas mortales ofrecida por los Hermanos Musulmanes. Además, un total de 401 personas han sido detenidas. El jefe del departamento de Cuidados Intensivos del Ministerio, Jaled al Jatib, citado por la televisión estatal, ha precisado que las víctimas se produjeron en los enfrentamientos, que se iniciaron anoche y se prolongaron hasta altas horas de la madrugada, en distintos puntos de la capital. El mayor número de fallecidos se ha registrado en los disturbios en la plaza de Al Nahda, junto a la Universidad de El Cairo, donde al menos cuatro personas perdieron la vida y 114 sufrieron heridas. En esa plaza, se produjeron choques entre los manifestantes y vecinos de la zona, ha indicado la agencia de noticias estatal Mena. Las protestas, con lemas como "fuera Al Sisi, Morsi es mi presidente" cortaron la circulación en el puente 6 de octubre, uno de los principales de la capital, a la altura de la plaza Ramsés, donde se han registado los enfrentamientos más graves. Allí ha sido donde según las autoridades hubo otros dos muertos y 134 herido. Según una nota del ministerio de Interior, la policía advertió a los seguidores de Mursi de que no alteraran el orden público y ha actuado después de que los manifestantes no le hicieran caso. Un centenar de heridos dados de alta Jatib ha agregado que dos calles próximas a la plaza de Guiza también fueron escenario de enfrentamientos en los que una persona pereció y otras ocho resultaron heridas. En esa zona, una marcha de partidarios del expresidente fue atacada por hombres desconocidos y vendedores ambulantes, según Mena. Delante de la plaza de Rabea al Adauiya, en el distrito de Ciudad Naser, donde los partidarios de Morsi mantienen una acampada de protesta, hubo cinco heridos. El portavoz señaló que 137 heridos han sido ya de alta en los hospitales donde fueron ingresados. Mientras, el ejército ha intensificado su presencia en la Ciudad de Producción Audiovisual, en el distrito de 6 de octubre, para evitar que haya manifestaciones hacia este lugar. Decenas de miles de seguidores de Mursi salieron anoche en varias marchas para protestar contra su derrocamiento cuando se cumplía justo una semana de la masacre que acabó con la vida de 51 personas frente a la sede de la Guardia Republicana EE.UU. apoya el proceso Estos nuevos choques sangrientos han coincidido con la visita del subsecretario de Estado de Estados Unidos, William Burns, que ha expresado en El Cairo el apoyo de su país al proceso abierto en Egipto "--una segunda oportunidad para lograr los objetivos de la revolución y establecer un estado democrático". La de Burns es la primera visita de un responsable estadounidense desde el derrocamiento del presidente islamista Mohamed Morsi el 3 de julio tras masivas manifestaciones para pedir elecciones anticipadas. Burns ha analizado los recientes cambios en la escena política egipcia con el presidente interino, Adli Mansur, el primer ministro, Hazem el Beblaui, y el ministro de Defensa y jefe de las Fuerzas Armadas egipcias, general Abdel Fatah al Sisi. El número dos de la diplomacia de EE.UU. ha instado a que esta etapa de transición sea "transparente e inclusiva" y ha dicho que el "diálogo continuo sin excluir a ninguna parte" permitirá a los egipcios reformar la Constitución y celebrar elecciones. El pasado día 8, Mansur emitió una declaración constitucional que prevé una reforma de la actual Carta Magna -suspendida por los militares- y estipula un calendario para la celebración de comicios parlamentarios y presidenciales a comienzos del año que viene. En una rueda de prensa en la embajada de EE.UU. en El Cairo, Burns ha rechazado que su país apoye a un determinado bando, tras las acusaciones de las dos partes en ese sentido. Burns ha condenado también los actos de violencia registrados en las manifestaciones y ha pedido a las Fuerzas Armadas que eviten la detención de cualquier persona por motivos políticos, en alusión a las órdenes de arresto contra dirigentes islamistas dictadas por la Fiscalía egipcia. La Casa Blanca aún no ha decidido si considera el derrocamiento de Morsi como un golpe de Estado, lo que le obligaría por ley a suspender la ayuda a Egipto, que asciende a 1.500 millones de dólares anuales. Además, mantiene su plan para proveer de nuevos cazabombarderos a las Fuerzas Armadas egipcia.

• published: 16 Jul 2013
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