El movimiento ambiental en EEUU combate la doble amenaza de políticas republicanas anti-ambientales y de negación del cambio climático, y la cooptación por parte de campañas corporativas.

La actual coyuntura política brasileña constituye escenario de aguda confrontación dentro y fuera de las instituciones legales.

Actualmente las amenazas más graves a la agrobiodiversidad son la contaminación genética y la erosión genética, con soporte legal o resultante de la globalización alimentaria.

Las transiciones se convirtieron en adaptaciones del capitalismo a las nuevas exigencias ecológicas y sociales en vez de pasos hacia un nuevo paradigma poscapitalista.

Se trató de un juicio de tintes políticos sin bases legales convincentes, lo cual viola el precepto constitucional.